Callada te ves mejor

Capítulo 1. Propuesta

Es incómodo pensar en que hace unos años yo era feliz sin saberlo.

Vivía a mi manera, comía lo que me diera la gana y aunque odiaba las tareas y los tediosos trabajos en grupo, al final siempre me podía salir con la mía.

Pero tenía que llegar él a cambiarlo todo, a hacerle a mi vida cambios que sin llegar a duda hoy me arrepiento de sobremanera.

¿No es algo absurdo que siendo yo la que terminó por dejarlo todo por él, hoy sea la que ya no lo aguante a un punto en el que verlo con una mujer corriente de esta época besarse ni me duela?

Sus únicas palabras, ni las oí o bueno, no las quise escuchar pues la verdad no quería saber de más mentiras.

Hoy llevo una vida tranquila junto a Kaede, Moroha, Rin, y Setsuna, porque, aunque parezca extraño Rin decidió no ir con Sesshomaru a pesar de ya tener dos hijas juntos. Y en cuanto a Towa prefirió regresar con Sota a quien considera su verdadero padre.

Para ella la experiencia de no haber podido criar a sus hijas es casi un trauma que no quiere repetir.

Y la comprendo tanto, somos casi que hermanas en desgracia jajajajaja, la diferencia es que Sesshomaru si es responsable y cada tanto cumple en traer cosas para las chicas e incluso alimentos para Rin.

Me da cobarde envidia, pero admito que no quisiera sustituir a Rin pues no es fácil lidiar con los Taisho.

Tantas amarguras y sufrimientos, tantas noches gastadas para nada.

En definitiva, las cosas ahora andan algo más tensas luego de una aparente calma de algunos meses y es que Kaede está por fallecer lo que nos implica a todas nosotras marcharnos de la aldea pues no somos bien recibidas del todo al tener hijas mitad yokai.

Maldita discriminación, si esos babosos hubiesen sido responsables no haría falta escondernos de los yokai que quieren venganza en su contra o lidiar con los chismes mal infundados de los aldeanos.

Bueno, casi mal infundados porque hay que admitir que una que otra vez si se les pasa la mano a nuestras hijas y terminan por destruir cabañas o cultivos que luego Rin y yo debemos reparar.

- Mamá, ¿de nuevo escribiendo en ese tonto diario?

- Ya va Moroha, algún día entenderás que a veces hay que sacar las cosas que te pesan en el corazón de una u otra forma.

- Vale, vale. Pero no es para que escribas una biblia cada tanto.

- ¡¡Moroha!!

- (Risita) Ya está la cena, además hoy ha venido Towa para el cumpleaños de Rin.

- ¿Es hoy? (Se le había olvidado)

- ¡No me digas que lo has olvidado de nuevo!...

- (Alzando los hombros) A duras y me acuerdo del tuyo (Una cruda pero real y completa verdad)

- ¿Qué quieres que le traiga?

- Un ramo de flores estaría bien (Lo de casi todos los años para quedar bien)

- Bien, no tardaré, guárdame algo de la cena, ¿va?

- ¡Eres la mejor! (La abraza)

- ¡Feh! Obvio tengo la mejor madre del mundo (se va corriendo)

- (Suspira) ¡Vamos Kagome Higurashi no es tiempo de amarguras! (Se trata de auto animar, mientras se arregla)

Ese día fue el último que compartimos todas juntas, el año siguiente para esa misma época Kaede ya nos había dejado para ir a descansar junto a Kikyo en el más allá.