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-N. O.-
Auron no sabía en qué momento, pero se había enamorado. No estaba seguro de si había sido por la amabilidad del contrario, o quizá por lo tierno y lindo que llegaba a ser, pero fuese la razón que fuese, el punto es que había caído completamente por él. No le gustaba sentirse así, porque se sentía débil, y no quería tener ninguna debilidad por nadie, pero es que Luzu era tan encantador que le era imposible no querer verlo todos los días.
Luzu.- Buen día, Auroncito.- Y ahí estaba él, con esa sonrisa tan perfecta de siempre, esa sonrisa que le hacía sentirse en las nubes, y su voz tan dulce y amable que le gustaba tanto. Auron.- Buen día, Luzu ¿Cómo va tu día?.- pregunta, ignorando las miles de mariposas que revoloteaban en su estómago. Luzu.- Todo bien, iba a pescar un rato ¿Te apuntas?
Auron piensa en la idea de pasar un tiempo a solas con el chico junto al mar, y asiente, feliz.
Luzu.- Perfecto, vamos, tengo ya un lugar perfecto para pescar
Auron sigue al chico, y después recuerda que no lleva su caña de pescar, así que intenta regresar, pero Luzu le hace saber que él tenía otra por si las dudas, así que sin más se dirigen hacia el lugar.
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Comienzan a pescar cuando llegan, y mientras lo hacen empiezan a hablar.
Borja se mantenía hablando acerca de sus cosas, y Auron no hace más que prestarle toda la atención del mundo. Cómo amaba escucharlo hablar.
Mira con atención al castaño, y sonríe feliz porque el contrario tenía una sonrisa preciosa.Si le pagaran por cada vez que se perdía en aquella sonrisa tan encantadora, ahora mismo estaría nadando en Karma Coins, o diamantes, incluso en ambos.
Sonríe como tonto mientras escucha con atención lo que dice el castaño a su lado, tratando de no perderse ningún detalle de su historia ni de su sonrisa. Ah, joder, estaba completamente perdido.
Luzu le mira por unos instantes, aún sonriendo, y Auron siente que el aire se le va en cuanto lo hace, porque mierda, el precioso rostro de Luzu acompañado de esa sonrisa era en definitiva su debilidad.
