Tulipanes

144 25 5
                                    

Descansa tu cabeza en mi pecho y
escucharás a mi corazón decir que eres más que suficiente.





¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Durante una semana entera acompañe a mis amigos durante los momentos de comer, tres veces al día salía de mi habitación solo para el desayuno, almuerzo y cena. Pero después de la cena me quedaba un tiempo más ahi, ayudando a Rius a recoger la mesa y luego podíamos conversar hasta que los bostezos se hicieran presentes y frecuentes.

Después de eso la siguiente semana deje de aparecer por ahí, nadie se acerco a mi habitación, realmente no esperaba que alguien me preguntara si hoy estaba bien.

— Ya pasaste mucho tiempo aquí, vamos.

La inesperada voz me hizo brincar, busque con rapidez de donde venia aunque reconocía perfectamente de quién era.

Ahí estába Mike, recostado en el marco de mi puerta luciendo su tonta sonrisa llena de sus caninos colmillos.

— ¿Vamos? - Pregunte.

— Sí, Rius quiere que vayamos a pasear, es decir, me va a sacar a pasear a mi pero tú eres el colado.

Y ahí estaba otra vez él, si me dieran una moneda por cada vez que menciono, escucho o pienso el nombre de Rius seguramente ya seria millonario.

— No dije que quisiera ir.

— No es como si yo te lo hubiera preguntado.

Aquel rebelde amigo mío me dejo solo después de eso, no se cuántas veces suspire mientras me alistaba para verme lo más decente posible para ir con ellos, ni siquiera queria salir de la tranquilidad de mi habitación, pero inconsciente mis manos se movieron solas y me tuvieron vestido y arreglado en poco tiempo, el mismo cuento con mis piernas que me llevaron a la sala donde Rius ponía la correa al perro amarillo y enano.

— Te ves bien, Trollino. - Sonrió Rius para mi.

— Lo que sea, vámonos. - Mike tiro de la correa arrastrando a Rius con el, yo solo los pude seguir.

Entendía esas ganas por salir de Mike, normal en el, yo tenia experiencia en ello.

Por obligación me encontraba caminando al lado de Rius, él había soltado a Mike para que hiciera lo que quisiese, despues de todo si se perdía conocía el camino a casa, o simplemente podia perderse y no volver, que más da.

— Entonces.. - Inicio Rius.

No, sabía lo que me esperaba.

— ¿Quieres hablar del por qué dejaste YouTube? - Él continúo.

Hizo la pregunta.

—  Ya no estoy interesado en eso, es difícil de explicar, Rius.

Estoy seguro que Rius movió la boca y algo dijo, pero mi atención se la llevo un tipo que llevaba flores, tenía unas que me parecieron totalmente hermosas y elegantes.

Dos horas despues volvimos a casa, yo directamente a mi habitación y quien sabe a donde fueron Rius y Mike. Probablemente a descansar.

Al día siguiente sentí cómo me sacudían con delicadeza, como si realmente me estuvieran arrullando en lugar de tratar de despertarme. Sin embargó termine por despertarme, viendo de primera a Rius y su sonrisa típica que antes habia mencionado, luego vi el despertador dandome cuenta que era mi hora de desayunar.

— ¿Estabas cansado? Dormiste de más.

Caí en cuenta que después de tanto tiempo encerrado, esa pequeña actividad física de salir a caminar me tenia agotado y con un dolor de piernas, que aunque no sentía tan grave, ahi estaba presente, solo faltaba que ganará peso.

No conteste a Rius, aún seguia divagando en mis pensamientos y mis ojos se desplazaban por mi entorno, a veces pienso que pasa por la cabeza de Rius cuándo yo lo dejo con estos momentos de silencio y por observar todo como si recién estuviera descubriendo el mundo.  Finalmente me di cuenta de la bandeja en manos de mi amigo, llevaba mi desayuno y raramente aquella flor que me habia hipnotizado el día anterior.

— ¿Y esto? - Agarre delicadamente la flor e hice contacto visual con Rius esperando repuestas.

— Ayer note cómo veías las tulipanes, son lindas, así que decidí traerte al menos una.

— Grácias.

— No hay de que, últimamente te vi muy interesado en las flores.

Él me dejo la bandeja a un lado y caminó hacia mi flor, o nuestra, esa bendita cosa de la cual me volvi padre por obligación.

— Estar aquí me hizo empezar a fijarme en cosas que antes no tenían mi atención.

Lo ví a él, ambos desviamos miradas.

Yo empece a comer y el fue hacia la flor para acariciar sus pétalos, por un momento tenia una pequeña sonrisa en sus labios que apenas podia notar, pero esta aumento mientras trataba de manera delicada a esa flor que me había regalado hace unas semanas, de alguna forma logro hacer que una sonrisa tambien aparecía en mi, de forma tan involuntaria que sentí por un momento que Rius poseía alguna clase de super poder.

Un super poder más conocido como "su encanto".

Volvi a ver la flor, su color blanco era lo que me gustaba, el blanco me transmitía mucha paz y de solo pensar en eso no pude evitar mirar a Rius, ese cabello blanco.

Que lindo tulipán.

Que lindo tulipán

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Flores | TrolliusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora