Together

Intercambio

Kakashi se encontraba caminando por las desoladas calles de Konoha alrededor de las 5:00 AM. Durante ya varios años, cinco para ser específico, se habia cruzado con un extraño tipo que luego de eso no volvió a ver, si no fuera por la herida en su pierna de aquella vez, podría haber jurado qué él no existía, cosa que de hecho tendría sentido, ya que su personalidad algunas veces le recordaban a su difunto novio, así que si hubiera sido invento de su imaginación, suponía que también hubiera sido viable.

Durante años se comió la cabeza, preguntándose en algunos momentos si realmente él existía, ¿Que tal que él mismo hubiera vendado su herida en su pierna y no lo recordaba debido al sueño? Pero recordaba su tacto en su piel, claro, si se le podía llamar así, siempre llevaba guantes... Aún así, había un 50% de posibilidades que ambas fueran reales, pudo existir como también pudo ser su propia imaginación jugando una mala broma.

Así que ahí estaba, frente la puerta de la casa de su mejor amigo. ¿Estaría bien agobiar a Gai con sus problemas? Suponía que debía de estar algo estresado él también, ya sea por las misiones o porque corrían rumores de que el clan Uchiha se traía algo entre manos y era algo que tenía preocupada a toda la aldea aunque no lo digan directamente.

Tocó la puerta y fue atendido enseguida, incluso antes de abrir la puerta, Gai le dijo que ya le habría, además dijo su nombre también, así que suponía que nadie más que él iba a buscarlo a su casa.

—¡¡Buenos días, mi eterno rival!!— exclamó Gai, haciéndose a un lado para dejar entrar a Kakashi—¿Que es lo que te trae tan temprano por aquí? Estaba por desayunar, ¿Quieres? ¡Siéntate, siéntate!

Gai tomó a Kakashi de los hombros y lo sentó frente a la mesa donde reposaban huevos revueltos, ensalada, jugo natural de naranja y algunos sándwiches.

Kakashi no se negó, ya que recién hasta ese momento noto el hambre que tenía.

—Gai, venía a comentarte algo que me tiene preocupado desde hace tiempo.— Kakashi tomo un sándwich y bajo su máscara, sin preocuparse en tapar su rostro, tenía mucha confianza en él y no le incomodaba llevarla.

—¿Que es?— Gai de pronto se puso algo nervioso, ¿Le había pasado algo a su amado amigo?—¿En qué puedo ayudarte? Cuenta conmigo para lo que sea.

Kakashi comenzó a contarle toda la historia, de cómo lo conoció hasta la última vez que lo vio.

Gai escucho atentamente y asintió pensativo cuando Kakashi terminó de contar.

—Entonces...¿Ese chico te recordaba a Obito?—Kakashi se sonrojo y aparto la mirada. Gai asintió—Lo hacía, hm...¿Sabes algo más que su nombre?

—Por eso estaba preocupado, porque no sé más que su nombre y temo haberlo inventado.

De pronto el ambiente se sintió muy pesado, ambos se sintieron observados y miraron discretamente hacía los lados. Kakashi subió su máscara y tomo un kunai, levantándose muy lento de la silla. ¿Alguien se había metido a la casa? ¿Cómo? Era imposible que alguien sea lo suficientemente discreto y silencioso para meterse ahí teniendo a dos tan buenos ninjas como ellos.

Varios segundos más tarde, todo se calmo...pero aún así ninguno se sintió tranquilo, así que decidieron mejor salir de casa de Gai e ir hacia el parque, ya habían varios puestos de comida abiertos y era una suerte, ya eran más de las 6:00 AM, notando Kakashi el tiempo que le habia tomado relatar toda su historia.

—¿Que habrá sido eso?— pregunto Gai, había sentido un escalofrío cuando sintió ser observado y aún no se sacaba esa mala sensación del cuerpo.