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Fecha de publicación: 18/8/2022
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Mi nombre es Angie, soy una chica común y corriente una más del montón. Nadie espera mucho de mi más allá de lo común. Estudiar, graduarme, casarme y tener una familia la cuál atender. Sin embargo mis pensamientos no pueden ser más alejados de mi realidad. No quiero tener hijos, tampoco casarme. Yo tan solo quiero ser feliz pero no creo que esa sea mi felicidad.
Salía de la universidad cuando choque con aquel chico, era el más hermoso que había visto... Pero no fue como en las películas, su traje costoso estaba arrugado, su cara sería y su mirada fría demostraba su enojo. Recuerdo que me pidió pagar por los daños y aunque me negué rotundamente al final tuve que hacerlo estaba aterrada con lo que imponía ese hombre... Y tuve que tomar el pago de mi apartamento para pagar por los daños que yo no había causado en primer lugar.
Desde ese día parecía que aquel hombre me perseguía. Hasta que llegó el momento de hablar, pasamos horas, días, semanas, meses y justo al año me pidió ser su novia porque éramos él uno para el otro. Aquella frase de "Estamos tan acostumbrados a recibir nada que cuando nos ofrecen un poco de cariño entendemos que nos están dando el mundo" no podría tener más sentido ahora.
Un día despertamos... Y yo desperté aquel 10 de diciembre de mi nube rosa cuando encontré al amor de mi vida acostado con mi hermana (Qué al final no lo era)... Cuando mis padres me dijeron que era adoptada y que solo les había dado lastima, cuando me di cuenta que lo que había estudiado ni siquiera era lo que quería. Al final descubrí que siempre despertamos, la mayoría despertamos tarde pero lo hacemos.
Tome mis cosas y me marché no necesitaba explicaciones baratas o cualquier conversación con aquel hombre, había perdido 5 años de mi vida intentado que todo funcionará, y toda una vida intentado ser lo que los demás me exigían que fuese, ya no más. Tome el primer vuelo a California, cambie mi número de teléfono y conseguí el trabajo de mis sueños luego de estudiar y trabajar duro por lo que realmente quería.
Así que te digo, querida persona que leé esto. No importa cuando despiertes, lo que realmente importa es que hagas cuando logres despertar. Yo decidí que era mucho más que aquellos que me dañaron y realmente lo soy. ¿Qué decidirás tú cuando un día despiertes?
