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Era la esperada fiesta organizada por Jeongyeon. Ya habia dicho
antes que sus fiestas eran asombrosas porque mucha gente
genial iba a ellas. Gente de todas las facultades y universidades.

Un lugar perfecto para hacer nuevos amigos o ligar.

Personalmente yo solo me quedo con Nayeon y Jisoo mientras
que los demás se embriagan o drogan hasta que no den más. Lo
típico de fiestas universitarias.
Llegue una hora antes para asi ayudar a comprar cosas y legar
antes de que estuviera la avalancha de gente era más cómodo.

Toqué el timbre y Nayeon me recibió sonriente, al parecer me
estuvo esperando. Me tomó de la mano me llevó a la cocina.

— Tardabas mucho ¿Vodka negro o blanco primero?

— Negro— Contesté rápidamente. — Luces un tanto exaltada ¿Pasó algo?

— Estaba aburrida. Jeongyeon no está y estuve conversando con
Jisoo pero llegó la niña Jennie y la cosa empezó a ponerse gay— Explicó.— Por cierto, Rosé se ve fantástica. Si antes la encontraba adorable ahora quiero que me-...

— ¡Nayeon!— Le dije exaltada. — Nunca te había escuchado hablar
así de Rosé.

Nayeon rió por mi expresión, me estaba tomando el pelo y no me
había dado cuenta.

— Dios, Lisa te pusiste toda asombrada— Dejó de reír.— ¿Qué creías que iba a decir? Rosé es como mi hija, con Jeongyeon la conocemos porque necesitaba ayuda buscando los clubs. Jeongyeon la guió y se hicieron cercanas por Somi.

Asenti. Por fin se dónde la conocen. Se me hacía raro que tanta gente conociera a Rosé. De Somi y Yeji lo esperaba pero de Nayeon y Jeongyeon no lo entendia.

— Honestamente te estaba molestando, Rosé aun ni llega— Sonrió.— Pero por tu reacción pareciera que no puedo decir que Rosé se ve guapa— Dijo burlesca.

Obviamente me sonrojé.

— E-Es que como siempre la tratas como una bebe...

— Es porque a veces lo es, pero cuando quiere deja de serlo. A
mucha gente le atrae Rosie y es entendible.

Bajé mi mirada, era de esperarse. Roseanne Park es adorable pero es atractiva cuando menos lo nota. Sus labios son... Esponjosos. Quizás suaves. Su novio debió tener suerte.

— Creo que perdimos la señal al polo norte.— Escuché decir a
Nayeon mientras movía su mano frente a mi cara.— Niña, te quedaste viendo un punto fijo.

— Creo... Que me gusta Rosé— Murmuré sin dejar de mirar
un punto fijo.

— ¿Crees? Lisa, cariño, empecé a hablar de ella y tus ojos brillaban— Se burló Nayeon.— Es adorable, que superes a Minnie— Suspiré frustrada.— Debo admitir que lo supuse, no le quitabas los ojos de encima desde que la viste.

— Por favor no se lo digas a nadie.

Nayeon hizo la mímica de tener un cierre en sus labios y cerrarlo. Sonreía agradecida, necesitaba decirselo a alguien porque sentía que era una bomba de tiempo. Desde aquel día en la biblioteca cuando me sonrió y cuando fue forzada a comprar cervezas conmigo mis sentimientos fueron pegados con cemento y ya no se mueven.

Me gusta Roseanne.

Si, yo también esperaba darme cuenta o confirmar mis sentimientos de una forma más cliché, pero soy Lalisa Manoban y me di cuenta que en verdad me gusta Rosé en la cocina de la casa de la guitarrista de la banda de mi mejor amiga.

Pensaba que solo era un crush, pero el hecho de que se me hiciera dificil acercarme a ella quizás generó sentimientos mas fuertes. Ese es el problema.

Don't be a fool, Lisa!→ChaelisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora