Capítulo 9

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Maratón 2/5

— Wow, todo aquí es muy bonito, Lili — alagó Jennie dando vueltas observando detalladamente la habitación azul de Lisa.

La rubia estaba feliz ante la respuesta de la mayor.

Luego de que Jennie llevara en su auto y dejara en casa a la familia Manoban, fue sacada a rastras de este por la mano de una sonriente Lisa quién quería enseñarle su bonita habitación.

Jennie le dio una mirada de disculpa a los señores Manoban, mientras era arrastrada por Lisa, por entrar a su casa sin pedir permiso y de aquella manera.

Los padres de la tailandesa solo reían, nunca habían visto a su hija así de feliz y entusiasmada.

— ¡Oh, no! — dijo Lisa de pronto con su labio inferior temblando a punto de llorar y la pelinaranja se preocupó.

— ¿Qué ocurre Lili?

— ¡Lisa tiró.... Yo tiré mi mochila de maripocitas cuando salve a Nini! ¡Ahí estaba Leo! — Quiso llorar por su peluche favorito y Jennie comprendió a que se refería — ¡T-tambien estaba el regalo de Jennie! — respiraba con dificultad para este punto.

— Lili... Calma mi vida — trató de tranquilizar el ambiente.

— ¡Pero el regalo de... — quiso continuar pero Jennie la cortó.

La cortó con su típico pico de dos segundos en los labios de Lisa quien no se esperó venir aquello, así que cuando Jennie se separó esta se sonrojó.

— Tranquila mi vida, mi cuñado encontró tu mochila y creo que la llevó a mi casa, pero no te preocupes, vi tu hermoso dibujo y déjame decirte que estaba realmente precioso... — confesó, sus ojos estaban lanzado un brillo especial.

Pero no esperó a que Lisa llevara las manos a su rostro avergonzada soltando una risita de bebé contagiosa.

— ¿Qué ocurren, Lili? — dijo riendo también.

— A Lisa... A mi me gusta cuando dices mi vida... — reía con sus manos sobre su rostro, Jennie soltó una risita al ver la ternura.

— Entonces... ¿Qué pasará cuando te diga mi amor? — quiso bromear pero Lisa destapó su sonrojado rostro y la vió con sus ojos abiertos... Muy abiertos — ¿Q-qué ocurre, Lisa? — preguntó con temor al pensar que dijo algo indebido y borrando su sonrisa.

— ¿A-amor de Jennie? — preguntó asombrada — ¿L-Lisa... Yo ser amor de Jennie? — Lisa tenía cierto brillo especial en sus ojos al realizar la interrogante.

Jennie vio aquel brillo en sus ojos y quedó pensativa, al inicio lo dijo jugando pero ahora eso la había puesto a pensar ¿Era Lisa su amor?

Literalmente se habían conocido sólo hace un par de semanas y siente como si hayan pasado conociéndose miles de años ¿Se estaría enamorando de la pequeña rubia?

Jennie tenía tantas interrogantes en su cabeza además de la que le hizo Lisa y llegó a una conclusión, ella podía enamorarse de alguien si conoce a esa persona un par de meses y conociera todo su interior y emociones.

Así que ella no estaba enamorada de Lisa....

Aún.

— S-si, Lisa es el amor de Jennie — confesó nerviosa recibiendo una gran sonrisa en respuesta — Pero para serlo aún más, necesitamos conocernos más a fondo... ¿Quieres?

— ¡Lisa... Yo quiero! — asentía entusiasmada, Jennie rió bajito.

— Entonces... ¿Quieres salir mañana... Mi amor? — dijo soltando aquella palabra al final haciéndola sonrojar.

Pero Lisa dejó de sonreír al sentir su corazón latir como loco queriendo salir de su pecho al igual que algo saltó en sus pantalones.

Lisa no respondió y tomó con fuerza las mejillas de la pelinaranja entre sus manos para besar sus labios como la coreana había hecho en la clínica y empezó a moverlos con vergüenza pero rápidamente sintiendo el sabor a fresa de la mayor.

Jennie no sabía cómo responder, los rápidos inexpertos labios de Lisa no la dejaban responder aquel beso desesperado por parte de la tailandesa... O ¿Acaso no respondía por la sorpresa que se llevó al saber que Lisa la había besado y de manera desesperada?

Sabía que Lisa no sabía besar, así que como pudo tomó las caderas de la rubia sorprendiendola y haciendo que sus labios se muevan más despacio a la par suya logrando su cometido.

Ambas empezaron un dulce beso haciendo que Lisa aprenda a besar en tan solo unos segundos, hasta que Jennie se apegó un poco más a la rubia sintiendo aquel bulto inferior crecer.

Eso la hizo separarse sonrojada. Pero no esperó la risita de Lisa quien volvió a tapar su rostro con sus manos avergonzada.

— Lisa amor de Jennie y se dan besitos como mamá y papá — repitió feliz.

Jennie vio que la tailandesa no le prestaba la más mínima atención a su miembro o tratar de cubrirlo como cualquier persona normal, a Lisa solo le interesaba que había besado a Jennie y era su amor.

Eso la hizo reír, Lisa no era cualquier asquerosa persona.

— Definitivamente eres mi persona ideal Lisa, creo que si me voy a enamorar locamente de ti... — dijo en voz alta llamando la atención de Lisa quien dejó de cubrir sus manos.

Al escuchar la palabra "enamorar" rápidamente sus pensamientos la invadieron a los libros que ella leía en donde los protagonistas se enamoraban y se convertían en novios empezando así su relación.

Así que preguntó..

— ¿J-Jennie novia de Li... Jennie mi novia? — definitivamente otra pregunta que tomaba desprevenida a la coreana y la dejaba atónita.

Otra pregunta más que la dejaba pensado, pero....

¿Si decía que sí, que podría pasar?

— Jennie es la novia de Lisa.... — se acercó a la atónita menor poniendo sus manos en el cuello de esta — Definitivamente me voy a enamorar de ti... — habló al ver el bonito sonrojado rostro de la rubia al escuchar la respuesta.

Pero...

— ¡LISA TIENE NOVIA! — gritó ella misma y empezando a correr por su habitación con las manos en alto expresando su felicidad y contagiandosela a Jennie.

Lisa era una persona muy especial.

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La pelinaranja dejó un beso en la frente de una dormida rubia quien descansaba ya cansada de tanto correr por su habitación.

Jennie cerró la puerta con la más suma delicadeza para no despertar a la rubia y caminó hasta la sala directo a la salida.

Pero no se esperó con la mirada de los padres de la tailandesa y que la invitaran a sentarse al frente suyo.

"Oh, no. Escucharon que ahora soy novia de su hija y me darán 'la charla'" pensaba Jennie con temor al tomar asiento.

 Escucharon que ahora soy novia de su hija y me darán 'la charla'" pensaba Jennie con temor al tomar asiento

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Autistic | Jenlisa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora