La pelinegra jugaba con sus manos, nerviosa por tan repentino acontecimiento.
¡La abogada bonita se sentó al lado suyo! Y ni siquiera le prestaba atención a su cliente.
Los padres de Lisa, Jihyo y Daniel no sabían que hacer o decir, era un verdadero milagro, ellos ni siquiera tenían un abogado defensor y estaban esperando a que el juez al menos le mandara uno de aquellos que no servían para nada pero trataban de ayudarlos.
— ¡Esto no es justo, Kim! ¡Yo pagué por sus servicios! — declaró furioso el hombre haciendo que el juez golpeé con su martillo
— ¿Usted tiene algo contra esto, su señoría? — le preguntó la abogada al juez y este negó — Bien, tengo que hablar un rato con mi cliente... — declaró desviando su rostro hacia la pelinegra.
Jennie no sabía cómo actuar ahora, las mejillas sonrojadas de la pelinegra no ayudaban mucho y su nerviosismo tampoco.
— Hola... soy la abogada Kim, pero puedes decirme Jennie — empezó la castaña, no sabía que clase de autismo tenia la pelinegra pero ella había leído algo sobre aquello.
La pelinegra solo quedó en silencio jugando con sus manos reconociendo aquella bonita voz que le hablaba con sinceridad.
— ¿Me... quieres contar que fue lo que ocurrió? Así yo puedo ayudarte a salir de esta... — trató de convencer a la chica tomándolo con calma
Lisa solo estaba en silencio, sus padres desde atrás no sabían como actuar para ayudar a que su hija hable por sí sola, Lisa era una persona difícil de entender.
— ¿Me quieres contar? Pues yo si tengo todo el día, pero ellos no.. — señaló al juez quien esperaba pacientemente una repuesta — Te prometo que saldrás de esta, pero para eso necesito saber que fue lo que ocurrió contigo... — suavizó su voz más pequeña.
Lisa por primera vez elevó su mirada hacia la coreana y encontró unos bonitos ojos gatunos que la hicieron sonreír inconscientemente.
— Eres... eres un gatito — declaró la tailandesa feliz llevando sus manos al rostro de la mujer.
— ¿Eh? — se extrañó la castaña cuando Lisa, juntó sus narices.
— Un... gatito lindo... — declaró con una sonrisa haciendo sobresaltar a la coreana.
Esta no dijo nada y se quedó observado los orbes cafés que tenía frente a ella ¿Podían existir ojos así de bonitos?
— ¿M-me puedes decir que fue lo que ocurrió? — Jennie entendía la situación y dejó que Lisa apartara sus manos, esta empezó a jugar con sus pulgares otra vez.
—Lisa.... Lisa... — se corrigió después de un momento — Y-yo arrojé... yo arrojé... sin querer muchas cajas... cajas de vino en... en mi primer... primer....
— Tranquila, linda.... vamos que puedes... — alentó a la tailandesa notando su nerviosismo otra vez
— Lisa.. Yo... arrojé sin querer varias cajas de vino en mi primer... día de trabajo — dijo sin dificultades sorprendiendo a sus padres, había algo que le transmitía tranquilidad al estar con la abogada bonita.
— Ya veo... ¿Eso es todo? — le preguntó queriendo saber más de la situación. Y como Jennie quedó viéndola atenta, Lisa se sintió por primera vez en verdadera confianza pero empezó a relatar todo con cierto nervio.
Había algo en la coreana que le transmitía paz a su pobre corazón.
Jennie entendió perfectamente cada detalle y estaba lista para empezar su trabajo. Una feliz Lisa yacía a su lado mirando cada detalle del rostro de su salvadora.
Porque en un par de segundos, Jennie se convirtió en su heroína y Lisa nunca se había sentido tan a gusto con alguien así que pensó que la abogada será una persona especial.
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— ¡No sabe lo agradecidos que estamos, señorita Kim! — exclamaba Daniel con alegría, Lisa había salido ilesa de cualquier cargo gracias a las habilidades de la abogada.
— Solo hice mi trabajo, no me gusta la injusticia de este país — declaraba Jennie. Lisa estaba de la mano de su madre Jihyo no queriendo que la abogada bonita se vaya.
— ¿Cómo podemos pagarle, abogada? — dijo Jihyo y Lisa estaba atenta a la conversación.
— Dinero, mamá — dijo Lisa y Jennie rió.
— Digamos que es un regalo... Lisa no merecía todo este caos, ella es un pequeño angelito... — le regaló una sonrisa a la nombrada, a la pelinegra se le tiñeron las mejillas de rojo
¿Ella un ángel? El ángel en cuestión aquí era la abogada bonita.
— Oh, no abogada, nosotros podemos....
— Miré, dejemoslo así, Lisa no merecía todo esto, ella es una persona especial y....
— Lisa no es especial, Lisa es normal... — habló con un puchero
— ¡Por supuesto que si, linda! — se corrigió — Disculpame, no era mi intención decir aquello — Lisa vio la sinceridad en los ojos gatunos, era la primera vez que la trataban de forma natural.
Los padres de Lisa no sabían que hacer o decir, era la primera vez que su hija hablaba de manera tan fluida con alguien desconocido.
— Abogada linda.... — declaró haciendo que los ojos de Jennie se queden helados al igual que los de sus padres, esta soltó una pequeña risa.
— Tu eres la linda.... — le confesó haciendo que el corazón de la pelinegra estalle a mil.
— ¡Mamá!! ¡Mamá! — de repente Lisa gritó con miedo haciendo asustar a los presentes.
— ¿Qué ocurre? — se asustó Jihyo y Daniel al ver el rostro desesperado de la tailandesa, Jennie también se acercó preocupada sin saber el motivo.
— ¡El corazón de Lisa se acelera! ¡Lisa... yo... Lisa.. se está enfermando! — exclamó con preocupación tocando su pecho.
Jennie se quedó en silencio con una sonrisa, al parecer ya tenía un crush con alguien.
Jihyo y Daniel se vieron a los ojos en silencio sin decir nada, ellos sabían que estaba ocurriendo con Lisa en aquellos momentos y creían que no era nada bueno.
— Es hora de irnos, hija... — dijo Daniel — Gracias por toda su ayuda, abogada Kim... — le extendió la mano a ambos.
— Estamos aquí para ayudar, no se preocupe Don Manoban.... — dijo la coreana despidiendose.
La pelinegra se puso triste y Jennie lo notó, así que quiso arreglar un poco la situación.
— Hasta pronto, Lili... fue un verdadero placer conocerte.... — y la abogada sin más, dejó un pequeño beso en el cachete de la menor.
Los señores Manoban estaban a punto de detenerla para que Lisa no arme un escándalo al ser tocada de aquella manera por una extraña y tener un gran ataque de pánico ahí mismo.
Pero hasta ellos quedaron asombrados cuando Lisa ni se inmutó y aceptó gustosa aquel pequeño detalle sin rechinar.
— ¡Mamá! ¡Lisa realmente se está enfermando! — exclamó en un grito tocando su pecho acelerado. Jennie no soportó la risita, definitivamente había conocido una personita especial.
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Por si no sabían la historia a g!p porque la escritora no sabe escribir lesbicos xd
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Autistic | Jenlisa
FanficLisa tiene autismo de grado 1 Jennie y su familia son los abogados más exitosos de todo USA Jenlisa G!P