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—Al fin llegas, ¿por qué has tardado tanto?- fueron las primeras palabras que Jungkook soltó al ver a Jimin llegando por el camino que le había indicado esa mañana.

Éste sin embargo se limitó a observarlo con una mirada seria haciendo que no fuera el frío de la noche el que lo hiciera temblar.

—¿Cuál es el problema?¿Tienes fiebre?-

Una vez estuvieron cara a cara Jungkook aproximó su mano a la frente del rubio para ver si era que estaba enfermo, pero estaba perfectamente.

—No entiendo por qué me has citado aquí, en un sitio tan oscuro y...- dejó de hablar cuando la luna asomó tras una nube reflejándose perfectamente en el agua del lago dejandole ver una imagen preciosa ante sus ojos- bonito...

Jungkook sonrió conmovido, no pensó que al rubio le gustara ese lugar tanto como a él. Era tan especial que daba las gracias porque Jimin lo hubiera elogiado.

—Pero aún no entiendo como es que me citas aquí, de noche y en un lugar en el que a penas pasan personas a las que poder pedir ayuda si eres un asesino- Jimin se cruzó de brazos volviendo a mirarlo con la mirada seria que tan poco le había gustado al pelinegro.

—Querías respuestas y yo te las voy a dar-

Jungkook se sentó en el césped y abrió una libreta con páginas arrancadas en la que sólo se podía presenciar un dibujo hecho con tinta negra con suma delicadeza y líneas perfectas, pero lo que más llamó la atención del mayor fue que el chico del dibujo no lo había visto en lo que llevaba allí en el pueblo.

—¿Qué eran las páginas arrancadas?-

—Dibujos sin sentido- respondió secamente Jungkook arrancando el último de los dibujos. Lo dobló y lo guardó en el bolsillo de su chaqueta.

—¿Y quién es ese chico?- preguntó sentándose a su lado acariciando la fina hierba bajo él.

—No es nadie.

Jimin observó como el pelinegro sacaba de su bolsillo un paquete de cigarros y un mechero. No se esperaba que el chico fumara, un claro ejemplo de que las apariencias engañan.

—No fumo- dijo el rubio cuando Jungkook le acercó la caja.

Éste se encogió de hombros y sacó un cigarro para él. Encendió el mechero haciendo que éste soltara un pequeño chasquido antes de soltar la llama con la cual encendió el cigarro y se lo llevó a la boca sacándolo y dejando salir humo por ésta. Jimin lo miró con un poco de desagrado pero no dijo nada ya que sabía que el pelinegro reaccionaria mal y no quería quedarse solo a esas horas y menos en aquél sitio. No quería desaprovechar la oportunidad de hacer un nuevo amigo que le daría las respuestas a sus preguntas.

—Es muy guapo.

—¿Quién?

—El chico.

Jungkook lo miró pero no contestó volviendo a llevar el cigarro a sus labios.

Su mirada se perdió en el lago que tenían en frente. A Jimin le habría encantado tener un súper poder para leer la mente y saber en qué pensaba el menor en ese momento, saber quien era el chico dibujado con tinta negra en la hoja que acababa de arrancar, y sobre todo saber donde estaba él.

—Se llama Taehyung, Kim Taehyung.

Jimin agachó la cabeza mientras que el menor aún seguía con la mirada en el horizonte. Algo dentro de él le decía que tenía que dejar de preguntar por el chico, pero las ganas de saber más sobre él le ganaban.

—¿Dónde está...ahora?- preguntó acercándose más a Jungkook recibiendo la oleada de humo que éste acababa de soltar, haciendo que el rubio tosiera por el mal olor.

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⏰ Última actualización: Feb 22, 2023 ⏰

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