El panda del acoso sexual

Haciendo Amigos

-NARRA ALINE-

Entre corriendo al gimnasio, espere calmar mi respiración agitada y me acerque a los demás.

-Donde estabas, bueno no importa. Te queremos presentar al equipo, dijo Paola

-Claro, dije un poco nerviosa

-Bien, tomo mi brazo y me llevo donde estaba el equipo de futbol

-Que tal chicos, les presento a nuestra nueva integrante  Aline (se acercaron un poco mas)

-Hola que tal linda soy Ryan

-deja de ligar idiota, hola yo soy Luis y soy mucho mejor que este (ambos ríen)

-que buena pareja hacen ustedes dos, Alexander UN GUSTO,(abraza a un chico9, y este es Fernando mi hermano

-hola (dijo cortante), él es Nick y el que está detrás es Aron(dijo Luis)

-bueno pues soy Gerardo y esos 3 en la esquina son Cristian, Gustavo y Antonio, un gusto linda, bienvenida (dijeron los tres al unísono)  

-donde esta Mark, Luis le has visto (dijo Ryan)

-no creo que se fue

-bueno (se encoge de hombros), Mark es el capitán del equipo, talvez lo conozcas luego

-está bien dije no tan convencida de querer volver a verlo

Paso un rato, hasta que Marisol dijo que era una pérdida de tiempo estar ahí sin hacer nada, así que todos se fueron, todos menos yo ya que mi madre pasaría por mí.

Para pasar el rato decidí dar una vuelta por la escuela.

Camine por un rato hasta que escuche un ruido, lo seguí y llegue a un salón en el segundo piso.

Abrí la puerta con cautela y entre. Una chica de cabello corto negro estaba de espaldas a mí tocando la batería.

-quién eres?

tal parece noto mi presencia

-lo siento, mi nombre es Aline y el tuyo, dije al momento que me acercaba y estiraba mi mano

-no deberías estar aquí, se supone que no hay clases hoy

-bueno pues yo estoy en el grupo de porristas así que.....

-no me interesa quien seas solo vete

-pero, entonces tu tampoco deberías estar aquí tu misma lo dijiste no hay clases y no encuentro ningún motivo por el cual debas estar aquí

-y eso no te incumbe

-porque tanto enojo, yo no te he hecho nada para que me hables de esa forma o si

-no pero lo aras

-como puedes saber eso

-siempre es lo mismo, siempre que trato de tener amigos llegan las niñas bobas con falditas y les dicen cosas sobre mí, ni siquiera me conocen y sabiendo que tú eres una de ellas te pido te retires y me dejes en paz

-no, no me iré porque justamente estoy en el equipo mas no soy como ellas y te digo esto enserio yo quiero que seamos a migas, solo dame una oportunidad

-deja ya de mentir, apuesto que están afuera esperando que salga con Tigo para hacerme una broma pesada no!? (Llora)

-claro que no

intento abrazarla pero en un principio me rechaza, luego de unos minutos por fin logro calmarla

-mejor?

-por qué te preocupas por mí?

-porque quiero ser tu amiga

-hablas enserió?

-si

luego de eso caminamos por la escuela y fuimos a una plaza a ver una película, para pasar el rato. Fuimos a comer, jugamos a los videojuegos cuando decidimos regresar a la esc. Le llamaron y se quedó, al parecer la estaba esperando su papá.

Mientras estábamos fuera pude saber un poco más sobre ella.

Se llama Ana, es la mayor de tres hermanos Santiago de 3 años y Ema de 7. Le encanta tocar el piano y la batería, vive con su padre y sus hermanos. Al parecer su madre falleció cuando nació Santiago, tiene una beca y trabaja de medio tiempo para cuidar a sus hermanos.

-llamada telefónica-

-mamá?

-linda no podré ir por ti, me han llamado de la oficina y tu padre está en una junta, podrías regresar a casa tu sola?

-si mí, no te preocupes

-está bien, ten mucho cuidado

-claro mami, nos vemos

-fin de la llamada telefónica-

al colgar tome mi bolso y me dirigí a la salida. Tuve que cubrirme con el bolso ya que estaba lloviendo.

Estaba por cruzar la acera, cuando pasa un auto a todo lo que da por un charco enorme y me moja toda. El auto se detuvo y salió un chico, no supe quién era hasta que se acercó.

es enserió-era Mark, Panda o como sea que le digan.

-estas mojada

-gracias por decirme, no me había dado cuenta

solo se rio y de nuevo subió a su auto.

Cruce la calle y fui a la parada del bus. Espere, espere y espere. El dichoso autobús no pasaba  y  para mi buena suerte la lluvia calló más fuerte. Así que decidí ir a pie, luego de una hora llegue a mi casa más que empapada. Subí a mi habitación, me duche y caí rendida.