El alba con su intimidante estrella anuncia su poderío y con él se levantan los espíritus y las sombras se rezagan, los ojos de los cautivos se abren obligados a admirar la luz que los condena, obligados ha admirar las maravillas que les han preparado, pero con tranquilidad aceptan que por un momento las voces guardaron silencio.
Al concluir su tiempo y cuando el sol se pone y el ocaso abraza la tierra, los cautivos son atados a sus pensamientos, dudas y remordimientos, tantos, que la sensación de pesades abrumadora es perceptible en los párpados cansados, en las comisuras caídas y en los ríos salados que resbalan por sus mejillas.
Los espectadores no podrán siquiera imaginar los pensamientos que cruzan por la mente de los desdichados; atados y cautivos por ellos.
Del alba al ocaso pienso en ti, en un inicio pareciera rutinario pero conforme la idea de ti avanza en mi cabeza, más me doy cuenta que mis pensamientos son distintos y los sentimientos son cambiantes, con altas y bajas pero nunca más bajo que el día anterior.
Del alba al ocaso te encuentro más dentro mi, tan profundo que aunque quisiera sacarte de mi, moriría al instante por un derrame sentimental.
Sin embargo, la dudas abruman mi espíritu y alimentan el miedo que por tanto tiempo mantuve alejado. Se ha dicho antes que el amor es una condena de la que nadie quiere salir, llena de tribulación y espejismos a los cuales nos aferramos por nuestra fe en una promesa.
El miedo me mantiene alerta pero los sentimientos arrullan mi carácter y me hacen creer una vez que es posible ser feliz, pero por dentro la duda me calcome y no me deja avanzar. Siempre he querido ser suficiente para alguien, ser por primera vez, más para alguien de lo que pueden ser para mí, sé la capacidad que tengo para querer, pero dudo de mi capacidad de ser querído, los abrazos fraternales se me hacen tan incómodos e hipócritas que no me permito recibirlos.
El alba y el ocaso continuan su ciclo interminable y me encuentro en medio, aún no entiendo que aprendí cuando ya hay una lección nueva. Tanta es mi inseguridad y tan grande mi orgullo para no aceptar que tengo miedo de estar solo, de no ser suficiente, quisiera tener el valor de gritar lo que realmente deseo.
Quiero ser amado por lo que soy y no por lo que puedo dar, quiero que mi esencia sea lo suficiente para que alguien decida quedarse, que aunque no pudiera dar lo que sé dar, con un abrazo me susurre al oído, -estoy contigo.
No es tan complicado lo que anhelo, no se puede ser más humano. El alba despierta la vida y el ocaso la consume, con el alba se levanta el espíritu y el ocaso lo quebranta.
Del alba al ocaso se es hasta que de decide no serlo.
Quiero vivir con la seguridad de que algo es para siempre, aferrarme a una promesa y del alba al ocaso creer en ella.
Si algo me ha enseñado la vida es que si algo debe ser, será.
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INEFABLE
Historia CortaDesde la obscuridad de la habitación se escribieron cartas al cielo esperando una respuesta.