Piers PDV.
Ni siquiera he tenido tiempo de apuntar el arma con exactitud. Pero gracias a mi habilidad innata, he disparado una bala en dirección a un muerto viviente que estaba a punto de atacar a Cat por la espalda, pero ella se ha quedado inmóvil como una estatua y me sorprendo al ver como una lágrima sale de su ojo derecho.-¡No hay tiempo para esto! ¡Argh!-
La chica gira su cabeza para poder ver al ya inconciente cuerpo y vuelve su mirada hacia mí, con una pequeña sonrisa, de esas que me alegraban el día... entonces parece entenderlo todo. Ella retira esa incómoda lagrima de su mejilla y se dispone a abrir su boca, aunque antes de que hable le interrumpo sin descaro.
-Arreglaremos el malentendido más tarde.-
Tomo de su mano y le jalo con desesperación hacia mi pecho. Parecía que el tiempo se había congelado y una sonrisa se ha plasmado en mi rostro. Acaricio su mejilla con mi mano libre y siento la suavidad de su piel. Aún con mi arma en mano, decido tomarle por la cintura. Catherine era demasiado distraída como para no darse cuenta de que un montón de zombies se encuentran justo por detrás de ella, pero eso estaba totalmente bien. Después de todo, yo estaba allí para protegerla siempre y cuando necesite de mí. Cat porta una expresión facial confusa y le indico que mire hacia atrás de ella.
La chica buscó con la mirada la dirección que le había dado y al notar semejante monto de mutantes, se sorprendió. Pero, vamos. ¿Qué esperaba ver por allá? ¿Un gigante volador? Ella al ver semejante escena, me abraza. Vaya, pero que chica tan rara. Suelto un ligero gruñido de mi boca y a la par ella se separa de mí casi de inmediato. Era lo mejor, si Chris nos encontraba en semejante posición, imaginen lo que podría pensar. Apunto el arma con destino al montón de caminantes, pero Cat me interrumpe y hace que baje mi arma.-Aguarda. Tengo algo mejor para ellos.-
Me dijo con una sonrisa llena de malicia. Confiaba en ella, claro. Pero había que aceptar que sus planes nunca habían sido los mejores. Bajo mi vista y observo como toma una granada incendiaria y le quita el seguro. La adrenalina ahora corre en nuestras venas y a la par que lanza la granada hacia los zombies, ambos salimos corriendo como dos locos psicópatas. Debo admitir que me sorprendí al notar que podía mantener una velocidad tan alta como la mía, incluso al final, me sobrepasó con astucia.
Una sonrisa mostrando su fina y blanca dentadura me presume mi propia derrota. Era la primera vez que no me molestaba perder, hasta me sentía... satisfecho conmigo mismo. Como si eso hubiera sido algo que debía pasar. ¿Quién sabe?, a lo mejor algún día, ella será la nueva capitana del escuadrón. Claro que antes debe mejorar sus habilidades. En plenitud de seguridad, sé que ella hará cosas increíbles y nuevas para la humanidad porque ella es así. Ella es tan diferente a todos y eso, a veces, me asusta.
Esta chica me pone los pelos de punta y no puedo evitarlo. Tal vez si no existiese un código de honor en el equipo, no me lo pensaría ni una vez y la besaría, ni siquiera sería un beso en los labios, sino en su frente. Deseaba con desesperación sentir su cálida piel en contra de mis labios... Es una lástima que la lealtad que le tengo a la B.S.A.A. sea más grande que los sentimientos que tengo por ella, pero estoy seguro que con el tiempo, mis sentimientos van a cambiar. No sé si para bien o para mal, más cambiarán. Posiblemente crezcan y me termine por volver loco... aunque de esa manera, la locura no sonaba del todo mal. Incluso hasta me sonaba algo atractiva.Catherine PDV.
Ser condenado a combatir abominaciones de los propios humanos... que trabajo. Pero todo da sus frutos. El reciente encuentro que tuve con Piers, su mano en mi mejilla... fue una sensación que me llevó pequeñas descargas eléctricas alrededor de mi cuerpo... ¡basta! No hay tiempo para eso. Pero es que, sus ojos, al verme... como si fuera yo la única chica en el mundo... grr. Esto no ayuda en nada. Sacudo mi cabeza a los lados y al estar nuevamente al lado de Piers, me dispongo a hablar una vez que había recuperado mi respiración.Piers PDV.
-La siguiente vez deberías avisarme antes de apuntarme en la frente, Nivans.-
Se quejó con cierto tono de sarcasmo; a lo que solamente me dispuse a sonreír con debilidad y arrugar mi nariz.
-¿Sabes, Cat? No siempre voy a estar allí para ti...-
Mentí.
-Necesitas enfocarte más en la misión, ¿qué llegará a pasar cuando te encuentres sola?-
Le regañé como si fuera alguna clase de hermano mayor.
-Hemos venido a matar a una bestia, ¿de acuerdo? Quiero que no pierdas la concentración o nos patearán el trasero a ambos.-
Termino con una sonrisa burlona mientras me acerco de poco a poco a su rostro, sólo para poder admirar sus rasgos faciales antes de que llegase Chris. Sus ojos marrones, eran incluso especiales, me recordaban a un minino en primavera. Y sus pálidas mejillas eran adorables. Además, sus labios... finos y de una textura que me encantaría probar alguna vez. Ella todo este tiempo me miraba también, haciendo melancolía entre los dos. La extrañaría demasiado si algo le llega a pasar. Hay tantas razones por las que ambos debemos salir con bien de estas instalaciones, tantas que nunca acabaría de numerarlas. Por lo menos ella debe de salir de aquí con vida y es por eso, que me encargaré de mantenerla a salvo a toda costa. Estoy dispuesto a recibir una, dos, tres balas por ella. Y una que otra mordida de zombie si es necesario.
-Ahem, ahem-
El momento que compartíamos se desvaneció en el aire. Inmediatamente retomamos nuestras posturas; era Redfield. Ahora puedo sentir la cabeza caliente, probablemente mis mejillas estaban rosadas y me molestaba conmigo mismo por no poder evitarlo.
-¿Interrumpo algo, soldados? Si gustan, podemos esperar a que se declaren su amor y después ya vamos a por el monstruo. El haos puede esperar, tomen el tiempo que crean necesario.-
Menciona al mismo tiempo que baja la mira de su arma y nos dedica una sonrisa llena de picardía.
-¡Ca... Capitán, no es lo que parece!-
La chica tartamudea y ocasiona que Chris y yo giremos a verla. Podría definirla como la ternura en dos piernas.
-Capitán, no perdamos el tiempo, ¿vale? No hacíamos nada importante, ¿cierto, Cat?-
Le doy un codazo suavemente y ella reacciona acorde al plan.
-Es cierto, es sólo que...-
Ella me dirige la mirada, como esperando a que diga algo, pero siento también la mirada de Chris y mi mente se pone en blanco.
-Sólo tenía algo en el ojo. ¡Si! Piers me ayudaba a sacarlo, parecía ser el polvo de las instalaciones-
Chris no se ha tragado la historia y se limita a carcajear.
-Hombre, que yo esperaba más acción entre ustedes por ser jóvenes.-
Dice sonriendo de oreja a oreja, Cat sonríe con vergüenza y yo mantengo una expresión neutra.
-Pues si así es como fue, hay que retomar el paso. He inspeccionado el punto al que debemos de ir, se encuentra vacío... por el momento. Soldados, a por ese mutante.-
Asiento con la cabeza y Catherine me sonríe.
-¡Si, capitán!-
Contestamos ambos para de una vez por todas, ponernos en marcha hacia el punto de nuestro objetivo y terminar la creación de Umbrella antes de que llegue a una situación mayor. Chris va por delante de nosotros, vamos a paso ligeramente apresurado. Nuestro trío lleva armas cargadas, alertas y apuntadas.
Es ahora o nunca.
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Detrás de Piers Nivans.
FanfictionAtención: Para los que han jugado RE6: Biohazard, esta historia y sus personajes (a excepción de Catherine Kerns y unos extras más) están ambientados en el videojuego, campaña de Chris Redfield y Piers Nivans, que son propiedad de CAPCOM. Un francot...