Capitulo one

1.7K 174 43
                                    


Seokjin nunca trató de comunicarse con nadie, mucho menos con su propia persona, nunca les llamo la atención. Sus familiares, que solo era su padre. Siempre trataba de que su hijo saliera adelante. Cuando Kim hablo por primera vez fue algo muy significativo para su padre, al ver que su hijo pueda configurar algunas palabras, y de paso tener una genial memoria, lo hacía muy felíz.

Su padre siempre quiso que su hijo se sintiera como un adolescente más, sin prejuicios, pero tal vez eso no sea tan sencillo de atrasar.

Seokjin se graduó con honores de su primaria y secundaria. Tuvo una gran beca en la Universidad de Seúl, dónde sus profesores lo amaban por su gran capacidad de comprender las cosas aunque sufriera de autismo.

Seokjin siempre mostró interés por todo tipos de ballenas, le llamaban mucho la atención, de que puedan existir varias ballenas, el problema era que no tenía con quién hablar de ese tema, claro estaba su padre, pero no era lo mismo. Desde un principio fue difícil tener amigos, en sus años de estudios en la primera y secundaria siempre fue juzgado por su comportamiento "raro" como lo solían llamar sus compañeros.

Seokjin siempre quiso tener aunque sea una hermosa amistad, saber que se sentía querer a alguien que te consiste como tu mas grande mejos amigo, y claro que su sueño se hizo realidad. Conoció a un chico llamado Park Jimin, que era de una personalidad algo extrovertida y rara, igual encajaban de la mejor manera.

—Pfff, es semana de exámenes, ¡No! ¿¡Por qué!? Es agotador —se resbala de su asiento para darle algo de dramatismo a su escena.

—Vamos Jim, tienes que estudiar —dijo Seokjin con su voz relajante, mientras que leía algunos libros de abogacia mientras sus dedos se retorcían un poco, pero no de una manera exagerada.

—¡No! Mi mente no capta nada de lo que leo, ¡Es agotador!

-Jim, no hagas tan ruido.

Jimin tapo su boca con sus dos manitas, arrepentido, olvidaba que su mejor amigo no era muy tolerante a los ruidos, y él estaba haciendo demasiado ruidoso con sus quejas.

—Uh, lo siento —sonrió con nerviosismo.

—Mejor estudia —le dedico una sonrisa a su amigo, para seguir leyendo su libro.

Seokjin amaba la carrera de ser abogado, siempre fue algo que le llama la atención. Desde muy pequeño había leído libros de abogacia  que su padre tenía guardados, o que sólo compró porqué les pareció interesantes, pero que nunca leyó. Los leyó tanto que se aprendió cada párrafo de cada libro que leyó, cosa que le sorprendió a su padre.

Siempre era él estudiante ejemplar, aunque a Kim no le tomara tanta importancia a eso. Sus compañeros no eran los mejores pero tampoco eran los peores, como sus compañeros años atrás.

Jimin era su único amigo, nadie nunca quiso acercarse a él, ¿Razón? Ni siquiera él lo sabía, pero era muy probable por su discapacidad, pero él solo soñaba con ser un gran abogado en un futuro no tan lejano.

Sus clases terminaron, su amigo Jimin se fue por su lado despidiéndose de él con un gran abrazo, que incómodo a Kim, pero no lo culpen, no era muy aficionado a los afectos físicos, prefiere tener una despedida o conversación con una distancia favorable para él.

Siempre fue una persona muy perfeccionista, todo tiene que ser perfecto, cada objeto en su lugar. Un claro ejemplo su habitación, y prácticamente toda su casa.

Cada día de clases que terminaba iba a ver el mar, ver el hermoso atardecer, mientras escuchaba un poco de música clásica -no tan ruidosa- o solo algunos sonidos de ballenas, cosa que lo relajaban mucho, y más para no escuchar los ruidos fuertes de la ciudad.

Mi bella flor <Namjin>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora