♡; capítulo 06

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Lisa esperaba fuera de su casa a que Jennie llegara para ir con ella a algún lado

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Lisa esperaba fuera de su casa a que Jennie llegara para ir con ella a algún lado. Ahora que lo pensaba, la chica no le había dicho a dónde iban a ir y eso la frustraba; no le gustaban las sorpresas, le daban ansias.

—¿Esperaste mucho? —pregunta, sacándola de sus pensamientos, parpadeó observándola frente suyo.

—¿Qué?

Jennie suelta una risita acomodando los mechones rubios detrás de su oreja, acaricia su mejilla con los ojos brillando en ternura.

—¿Que si esperaste mucho tiempo? —repite.

—Ahh... Nah. Salí hace como tres minutos —responde, encogiéndose de hombros—. Por cierto, ¿a dónde vamos a ir?

Kim sonríe alejando su mano de la mejilla de la menor, Lisa es ese momento quiso tomarla y volverla a poner ahí, pero se contuvo mordiéndose el labio.

—Es una sorpresa —contesta finalmente con una sonrisa divertida.

Lisa bufa frustrado y se acerca a ella, jalándola de su chaqueta con un poco de brusquedad.

—Más te vale que muevas ese culo que te cargas y me lleves a ese puto lugar ya, porque sino te voy a partir la cara —masculla, mirándola a los ojos.

Jennie sonríe, tomando su mentón.

—No podré moverme si me sigues agarrando así, dulzura. Además, ese culo que tengo, no creas que no te vi observándolo —cuestiona burlona acariciando los rosados labios de la extranjera.

Las mejillas de Lisa se tornaron rojas al ser descubierta.

—Mentirosa.

—Sabes que sí, Lisa. Pero tranquila, yo te miré las tetas hace un rato —ríe—. Y por cierto, son lindas.

—Y-Yo... —sonrojada aún más, no logra musitar palabras entendibles, pues se puso nerviosa por esa Jennie tan atrevida y descarada—. Bueno, quizás sea verdad, quizás no. Pero el punto es que tengo hambre, Jennie, y si no me llevas a comer ya, me doy la vuelta y entro a mi casa —señala la puerta.

—Bien, tu ganas, ya vámonos.

Lisa sonríe triunfadora y planta un pequeño pico en los labios de la castaña, la suelta y se aleja para subir al auto, dejando a la coreana en estado de shook.

¿Estaba soñando? ¿De verdad Lalisa Manoban la había besado? Llevó su mano a la comisura de sus labios, acariciando estos.

El sonido de la bocina del auto la sacó de sus pensamientos, volteó a ver encontrándose con la mirada divertida de Lisa dentro del coche.

—¿Ya nos podemos ir? —pregunta, con burla.

Jennie solo parpadeó recomponiéndose.

Caminó hasta su auto y entró en este, se acercó peligrosamente a la rubia, hasta que sus labios rosaron y habló con una sonrisa.

—Claro que ya nos vamos, cariño. Pero a la próxima vez que me tientes así, creeme que no querrás saber que haré al respecto.

Lisa traga saliva, aunque no se deja intimidar.

—Pero si quiero saber, Nini —murmura, lamiendo sus labios.

—La curiosidad mató al gato —dice, enarcando una ceja.

—Pero murió sabiendo —contesta.

La mayor sonríe coqueta.

—Tus margaritas están en los asientos de atrás —señala el ramo de flores envuelto en un lindo papel blanco con diseño—. Y abrochate el cinturón.

Dicho eso, se devolvió a su lugar y encendió el auto, partiendo hasta donde sería su cita con Lisa.

Dicho eso, se devolvió a su lugar y encendió el auto, partiendo hasta donde sería su cita con Lisa

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Auction | Jenlisa AuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora