Como siempre, la vida se asegurará de tumbarte ya sea de un modo u otro. Y en este caso, cierta persona de cuestionable actitud no es la excepción. Se verá envuelto en un trabajo provisional que lo obligará a tener ciertas cuestiones sobre el rumbo...
El ambiente del lugar se puso de lo más incómodo ante la inesperada y repentina aparición del pelinegro. Ninguna de las chicas sabía qué hacer o decir, lo único que se escuchaba era el sorbo que aquella muchacha llamada Seraphine le daba a su taza de café. La chica de cabello bicolor llamada Akali se acercó al presuntuoso intruso, quien se encontraba mirando con cierta curiosidad aquella enorme cocina.
Akali: (hostil) ¡¿Cómo has llegado aquí?!
T/N: Cruzando el pasillo.
Akali: (ligeramente molesta) ¡No me refiero a eso, idiota! ¿Cómo has entrado a la casa?
T/N: Secreto profesional.
Akali: (molesta) Serás...
El pelinegro simplemente ignoró a la muchacha de cabello bicolor y se dirigió a la cafetera que había al lado del refrigerador. El muchacho se sirvió el café en una taza que había allí, dicha taza pertenecía a aquella muchacha llamada Akali, quien al ver aquello no pudo evitar echarle una mirada fulminante al pelinegro. La chica de cabello bicolor quería estrangular con todas sus fuerzas a ese imbécil, pero Ahri se puso en medio de su pequeña venganza y la retuvo.
Akali: (molesta) Déjame, Ahri.
Ahti: (sujetando a Akali) Cálmate un poco. Estoy segura de que no lo ha hecho intencionadamente...
El pelinegro ignoró la conversación entre aquellas dos y buscó el azúcar entre las estanterías, pero su búsqueda se vió interrumpida al momento en el que desvió su mirada a un extraño objeto peludo y de color blanco. T/N tocó con algo de curiosidad aquella cosa y al momento de hacerlo, el objeto se movió y mostró lo que era en realidad: un gato.
T/N: (mirando al gato) .........
El animal abandonó su lugar de confort y se sentó en la mesa, donde mantuvo un duelo de miradas con T/N, quien miraba con el ceño fruncido a aquél extraño animal, pues a su parecer había algo raro en él.
Seraphine: Vaya, creo que es la primera vez que veo a Yuumi tolerar alguien más aparte de a nosotras.
El joven guardaespaldas giró su cabeza y pudo observar a una chica de cabello rosado, la cual cogió al susodicho animal y lo llevó con ella al sofá, donde comenzó a darle mimos al felino. La muchacha observó al pelinegro y le dedicó una radiante sonrisa mientras sostenía a aquella gata llamada Yuumi.
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(Espero que esta imagen de Seraphine sea de vuestro agrado)
Seraphine: Me alegra saber de que vayamos a tenerte para protegernos. Se ve que eres muy capaz.
T/N: Gracias, esto...
Seraphine: ¿Sí?
T/N: Esto...
Seraphine: ¿Ocurre algo?
T/N: No me sé tu nombre.
Al momento de decir aquello, tanto Ahri como Akali se detuvieron y miraron con cierta incertidumbre al pelinegro, pues no sabía si estaba tratando de hacerle una broma a la dulce Seraphine.
