Los motes

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Al acabar de cenar en un continuo silencio, no pude más que pensar en las palabras que me había dicho mi hermano, y para ser sinceros no tenía muchas ganas de oír lo que tenía que decirme. Rápidamente recogí los platos de la mesa, di un beso a mi madre y fui rápidamente a mi habitación. Curiosamente la puerta ya estaba en su sitio, mi hermano no era tan tonto como para que mi madre se enterara del follón que había montado así que supongo que la había vuelto a meter mientras mamá preparaba los emparedados.

Al echarme a la cama, caí rendido de cansancio y al poco rato ya estaba sobando como un cerdo.

-       JEREMYYYYY!!! Lenvanta o llegarás tarde- gritó mi padre desde el pasillo.

Me pegué tal susto que me caí de la cama, y con tanta mala suerte que conmigo cayó la lamparita de luz encima de la cabeza.

Me vestí con extrema rapidez y bajé a la cocina a comer, allí solo estaba mi madre haciendo tortitas con jalea real, pero ni rastro de Peter.

-       Y Peter? – Dije con media tortita en la boca.

-        Hola mamá, que tal estás hoy? y no hables con la boca llena   – contestó mi madre con temible ironía.

-       Vaaale ya lo pillo, buenos días mamá. Sabes dónde está Peter?

-       Me dijó que tenia que ir a la universidad a rellenar unos papeles y que no te podía llevar hoy.

-       Y papá no me puede llevar?

-       Nop, mi coche está en el mecánico y no lo tendré hasta pasado mañana iré al trabajo andando, no me hará mal andar un poco. -  dijo mi padre atrás mío.

-       Y cómo voy a ir yo al instituto?! Está en el quinto pino y si voy andando llegare muy tarde.

-       Coge al bus.

-       Cariño – comentó mi madre -  Tu hermana ya pensaba que pasaría esto así que te ha dibujado un mapa para que puedas ir sin ningún problema al instituto. – dicho esto me entregó una cartita con las indicaciones de dónde estaba la parada de bus , horarios, etc..

Acabé de almorzar y subí al baño a asearme antes de ir en busca de ese maldito bus.

Al salir de casa, y siguiendo el mapa intenté seguir las indicaciones maravillosas de la carta de Peter. En otras palabras, me pase un largo cuarto de hora buscando la parada y fue para nada. Mientras caminaba sin pensar en nada en concreto note como por detrás alguien ponía las manos encima de los hombros lo que me hice pegar un grito no muy masculino. Al girarme me encontré con Ashton con una sonrisa picarona apoyándose en su súper moto.

-       Que haces por aquí monito?

-       Mo... que? –Me ha llamado como creo que me ha llamado?

-       Quieres que te lleve monito?  - Se que si me subo a esa moto mi dignidad conmigo misma se iría al garete pero por otra parte si no me subo no llegaré nunca al instituto.

-       Está bien vamos- me senté detrás de él y al ponerse en marcha, por miedo a caerme estrujé con demasiada fuerza los costados de Ashton.

-       No me estrujes tanto fiera o te quedarás sin Ashton.

-       Jaaaa jaaaa que gracioso

En unos cinco minutos llegamos a la puerta del instituto y al entrar con la moto todo el mundo se nos quedó observando y murmurando con cara de ¿miedo?

Me bajé de la moto rápidamente y mientras cogía la mochila Ashton me miró con cara rara.

-       Qué? Por qué me miras con esa cara?

-       Y mi besito por haberte llevado?- Este tío es muy tonto.

-       Bromeas, no?

-       No, no. Yo quiero mi besito- Y me puso los morritos en forma de pez.- Miré el reloj y solo quedaban pocos minutos para clase.

Para que dejase de molestarme, porque este era capaz de molestarme, le di un rápido beso en la mejilla y corrí hacia la primera clase, historia.

Al entrar todos ya se encontraban en su sitio me dirigí a mi sitio dónde Alex me sonreía con una tierna sonrisa.

-       Que tal pequeñajo? -  Porque todos hoy me llaman con motes tan estúpidos.

-       Bien – reí con una risa forzada.

-       Hoy saldré con Sarah a tomar algo y me gustaría que vinieses con nosotros. – Antes de que me dejara hablar para negarme insistió – Y no acepto un no como respuesta.

Su mirada fue tan intensa que no pude decirle que no.  Las clases fueron demasiadas largas y aburridas aunque me distraía charlando de tonterías con Alex. Entonces sonó el ruido del que yo tanto amaba, la hora del almuerzo!

Bajé como un rayo hasta la cantina y me gasté más de 20 dólares en comida y zumos, y no amigos, no engordo. Como el día anterior me senté en el mismo sitio que ayer que por suerte no había nadie. Mientras engullía como un cerdo se me acercó una chica muy bonita vestida de animadora.

-       Hola- dijo alegremente la chica- me llamo Sarah, soy la novia de Alex.

-       Oh! Hola – contesté con cortesía.

-       Alex me habló de ti y me dijo que eres un poco timidillo y quería que hicieses amigos así que aquí me tienes, Quieres ser mi amigo? – Esta chica es la mujer más feliz de la historia, da hasta un poco de rabia

-       Cl....claro, porque no?- y sin darme cuenta se me lanzó encima para darme un mega abrazo que casi me tira al suelo.

-       Que feliz me hace oír eso Jeremy! Creo que Jeremy es demasiado largo, te llamaré Jamie, si jamie! Suena bien.- Mira el reloj y se sorprende – Uy! Me tengo que ir a entrenar, que me esperan las demás así que nos vemos en la salida! Ya me a contado mi osito que vienes a tomarte algo- y diciendo esto me da un beso en la mejilla y se va.

Esta es la chica más rara que he visto nunca, será verdad que las rubias polio peradas son tontas? O es que esta chica es la excepción que hace la norma. 

Perdonad chicos y chicas ya que prometí publicar la semana pasada, espero que os guste este nuevo capítulo. Muchos besotes.

Mi ídolo (Homoerótica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora