El instituto

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Como os prometí el capítulo segundo ya está aquí.

En fin aquí voy, el problema es que no sé dónde está secretaria para pedir los malditos horarios.

Llevo más de quince minutos andando y creo que me he perdido, imagino que todos estarán en clase ya. Cruzo a otro pasillo y me encuentro a un tío supermegaultraalto con pintas de macarra, como en las pelis y encima cumple el típico cliché, es muy atractivo (no soy gay). El tipo me saca dos cabezas, tiene el cabello oscuro y largo hasta los hombros, viste con tejanos oscuros, botas militares y una camiseta de manga corta de un grupo musical de esos heavy metal. Tiene las orejas repletas de piercings y los brazos tatuados, en definitiva un cliché para las chicas hormonadas.

-       Y tu que miras! – Este chico es un puto cliché, hasta sus frases los son, solo falta que se cruce de brazos y ría socarronamente.

-       El pedo que te tiras – mierda! Por qué coño he tenido que decir eso, definitivamente debo dejar de comer nocilla por las mañanas.

El chico digámosle oscuro se empieza a reír a carcajada limpia y yo como estúpido que soy me río con él.

-       Qué coño haces por los pasillos, un friki como tú no tendría que estar en clase? – Que ingenuo, el tio se cree que soy listo.

-       Busco la secretaria, soy nuevo y no conozco el sitio. Tú también eres nuevo?

-       Me ves cara de ser un chico nuevo? – Me dice con ironía.

-       No se, como no estás en clase…. – Este tío es de lo más raro.

-       No estoy en clase por llegar tarde- el tio coge y se va, de repente se gira – No vienes? Voy a decirte dónde está la maldita secretaria que tanto buscas.

El camino fue bastante incomodo, intente romper el hielo hablando del tiempo y el tío no hizo más que mirarme con cara de estúpido como si hubiese dicho la mayor gilipollez del mundo. Al menos descubrí como se llamaba, Ashton. Llegamos, y al entrar pedí lo que tanto estaba buscando y al salir por fin con mis horarios el tal Ashton ya no estaba. Tampoco es que me importara mucho pero al menos podía haberse despedido o algo. Encontré la clase y golpee la puerta hasta sentir un “adelante”,  lo peor de estos momentos son las miradas que te echan todos como si fueras un extraterrestre o algo parecido.

El profesor, un hombre de unos treinta y pocos años me preguntó por mi tardanza por lo que le expliqué que era nuevo.

-       Muy bien hijo, siéntate al lado del señor Whiteman – me encanta que me digan nombre, si no conozco a nadie, NADIE.- al fondo de todo a la derecha – dijo el profesor en un susurro.

Asi que cogi mis cosas y me sente al final de la clase.

-       Hola, soy Alex, encantado – Me dijo una voz a mi lado.

Me giré y ví a otro chico, también muy guapo. Y yo pienso, es que en este instituto no hay gente fea o algo?! Hay que decir que eso me hace bajar la moral. Este chico no era tan alto como Ashton pero sí más que yo. Tenia el pelo corto y castaño, de grandes ojos verde, bronceado y un cuerpo bien desarrollado.

-       Jeremy, igualmente – y dicho eso volvió a prestar otra vez atención a clase, que por cierto era Mates, la peor asignatura de todas.

Las horas fueron pasando leeeeentamente, muy lentamente hasta que por fin fue descanso. En otras palabras significaba comer.

-       Oye Jeremy, quieres venirte a almorzar con unos amigos a la cafetería? – en otras palabras, un chico que parecía ser el popu de la clase con otros popus de la clase comiendo conmigo que era lo más friki del mundo? Paso. Paso de que se burlen de mí y después del cole me peguen como en el anterior instituto. (nadie de mi familia sabe que me dieron palizas)

-       Creo que paso, prefiero estar solo, pero gracias igualmente – antes de que digera nada me fui lo más rápidamente posible de allí.

Una vez en la cafetería los nervios se apoderaron de mi estómago y me comí medio bufet de howards, en otras palabras todo un bufet para alimentar medio Congo. Pillé 4 donuts, 3 bollos rellenos de chocolate, una bolsa de chetos, unas 5 barritas energéticas y un repertorio de pastitas de manzana entre otras cosas. Sali al patio pues hacia buen tiempo en una mesa alejada situada bajo un árbol. Mientras devoraba mi ansiada comida Ashton se sentó a mi lado sin que me diera cuenta.

-       Comes como un verdadero cerdo. No engordas? – Me dio tal susto que casi me ahogo con una de las tartaletas.

-       Joder, quieres matarme de un infarto o que? – Ashton puso su mano en el pecho y puso cara de indignación

-       Yo? La persona más maravillosa del mundo mundial?!- encima el tio se lo toma en coña!

-       Que quieres?! No tienes mejor cosas que hacer que hablar con el nuevo?

-       Porque los demás de este instituto los tengo muy vistos y tu me diviertes.

Me vino a la mente las palabras de Peter de la mañana y este chico podría ser una gran ocasión para ver a mi tan querido Sebastian Romanski.

-       Óyeme una cosita pequeña pequeña….-  Espero que diga me diga que si porque no se me da muy bien hacer amigos que digamos.

-       Huy, miedo me das! – con la frase reí de forma nerviosa.

-       Se que es muy repentino y quizás no quieras y eso pero espero que me digas que si porqué sino no se como hacerlo y…

-       Ve al puto grano!

-       Vale! Querrías ir a un concierto conmigo? Es que será mi cumpleaños y eso… - Me mira divertido y se pone a reir.

-       Me estas pidiendo una cita?! – y diciendo esto se me pone a reír. Definitivamente la suerte no está de mi parte, nunca conseguiré un amigo y menos una novia.

-       No….yo….eh….es que  mi hermano me prometió que para mi cumple me daría unos tiquetes para mi grupo favorito  si llevaba a un amigo…

-       Tranquilo- dijo interrumpiéndome- iré contigo – pero será una cita.

-       UNA QUE?! pero somos hombres..- y antes de  que acabara la frase dijo

-       Quieres ir al concierto? Si o no? – la verdad es que moría de ganas por ir.

-       Pues si, la verdad.

-       No hay más que hablar , te recogeré a las 7- y con eso se levanta y se va.

Este hombre cada vez que ya no le interesa la charla se pira, es increíble.

Mi ídolo (Homoerótica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora