Los recuerdos más importantes de todo pony son los que están gravados en el corazón, esos recuerdos jamás serán olvidados. No importa lo que pase, aunque los ponys sientan que los han olvidado no lo han hecho, solo están durmiendo, esperando para ser despertados.
Las ocho de la noche con veintiocho minutos eran en el reino de Equestria, una fría noche de luna llena acompañaba a los ponys y esa sensación llamada terror estará dentro de la mente de cada pony que viviese en Ponyville, pues Fluttershy está por ir a buscar alimento.
Nueve horas con treinta y dos minutos era el tiempo que quedaba en ese reloj invisible pero que se encontraba en la mente de varios ponys, nueve horas con treinta y dos minutos es el tiempo que le queda a Pinkie Pie antes de irse y unirse al bando de Fluttershy, junto con Apple Bloom.
Nueve horas con treinta y dos minutos
Canterlot se encontraba vacío, todos los ponys se habían retirado a sus hogares y el castillo de las princesas comenzaba a ponerse de guardia. Luna había terminado de elevar la luna y de Celestia nada se ha sabido en todo el día. Twilight se encontraba hecha un desastre, su melena se había despeinado y maltratado al igual que su cola. Tenía pequeñas cortadas en sus cascos debido al filo de las hojas de los libros y las plumas de sus alas estaban todas desordenadas, se veía en sus ojos un color rojizo debido a la falta de sueño y al uso excesivo de la vista a la hora de leer. Y en su cara solo se podía leer una expresión: Desesperación
-Nada… nada… ¡nada!... ¡nada! ¡Es como si Star Swirl jamás hubiese documentado información sobre los vampiros! – Gritó Twilight en medio de su desesperación. Twilight tiraba libros con desesperación, se teletransportaba de un sitio a otro.
Todo el ruido y los gritos llamaron la atención de una pony. Ella fue caminando lentamente en medio de la desordenada biblioteca, evitando libros entreabiertos y plumas tiradas en el piso. Celestia siguió caminando en medio de los estantes hasta encontrar a Twilight. Estaba con la cabeza baja y las alas extendidas hacia abajo, estaba llorando.
-Aún no es hora de llorar y lamentarse Twilight. No pierdas la esperanza, jamás la pierdas, pues si pierdes la esperanza lo pierdes todo. – Dijo Celestia, mientras tomaba bajo su ala izquierda a Twilight, limpiándole las lágrimas con una de sus plumas y su magia.
- Pero princesa… he buscado por horas y no encuentro nada, es como si jamás hubiese pasado. No hay record alguno de la época de los vampiros. – Dijo Twilight, sin cesar el llanto. – Ahora Pinkie morirá…
- No digas eso Twilight, aún no está todo perdido. Las respuestas están aquí, en este libro – Celestia extendió un libro bastante grande en una mesa, abriéndolo en una página en específico. El libro era de una pasta negra, casi deshecha por el paso del tiempo. Las hojas eran de un color amarillento y su olor era bastante fuerte.
- Princesa… ¿Qué es este libro? – Preguntó Twilight atónita
- Esto, mi fiel estudiante, es el libro donde está todo lo que has estado buscando. Escrito por el mismísimo Star Swirl, aquí está toda la información de la era oscura de los vampiros.
Twilight comenzó a leerlo detalladamente, buscando las respuestas y también buscando las preguntas.
Ocho horas con cincuenta y cuatro minutos
Applejack y Rainbow Dash estaban entre Sweet Apple Acres y Everfree, aún seguían buscando exhaustivamente a Spike, a Sweetie Belle y a Scotaloo. Decidieron separarse, cada una buscando en dirección contraria. Applejack fue caminando por las cercanías de la granja, evitándola a toda costa, la pony granjera fue por segunda vez a la casa de las crusaders. Solo para encontrarse con el mismo panorama. Applejack se dio media vuelta para cerrar la puerta y al volver se encontró con Big Mac, quien la miraba preocupado.
