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LOS DÍAS HABÍAN pasado rápido ya mañana íba a conocer a las personas con las conviviría los próximos 5 meses, no estaba nada nerviosa, era mentira, creo que vomitaría. Estaba en mi cuarto arreglando las maletas ya que el vuelo salía hoy a las 8 de la noche, llegaríamos alrededor de la 1 de la mañana, era un viaje largo así que me puse lo más cómodo que tenía en mi closet y entré a bañarme, duré alrededor de 10 minutos ya que íbamos tarde, terminé de empacar las cosas que me hacían falta, y salí, le di una última vista a mi habitación antes de salir, extrañaria mi cueva. Salí y cerré la puerta, ayude a mi mamá a bajar las maletas mientras Madeleine terminaba de empacar sus cosas, estuvimos esperándola al rededor de 20 minutos hasta que bajo.
—Pensé que te había tragado la maleta— Dije apoyada en la puerta principal— A mamá está que le sale humo por las orejas.
—Es que me quede hablando con Landon y se nos pasó la hora.
—Con que Landon eh— Dije subiendo y bajando mis cejas coqueta.
—Ya te dije que es solo mi mejor amigo, el no es MI TIPO— Dijo haciendo énfasis en las últimas dos palabras.
—¿Y cuál es tu tipo Mads?.
—No te incumbe.
La mire ofendida y ella volteo sus ojos, me ignoro y salió con sus maletas, no crean a veces tenía un carácter fuerte, pero sabía tolerarlo.
Mamá gritó desde afuera que saliéramos, sonaba un poco enojada, pero nada de que preocuparse realmente, salimos y pusimos las maletas en la caja trasera del auto y emprendimos viaje al aeropuerto.
El viaje transcurrió tranquilo, yo iba escuchando música en mis audífonos mientras Madeleine hablaba con Landon por videollamada, Llegamos al aeropuerto y mamá se despidió de nosotras entre lágrimas, iríamos solas a grabar, Mamá tenia un asunto en Los ángeles y no podía acompañarnos, cuando dejo de llorar la abrazamos y nos despedimos antes de irnos a embarcar nuestro vuelo, Madeleine iba a mi lado, yo al lado de la ventanilla, discutió por mi puesto pero no cedí, se rindió y puso una película mientras yo jugaba en mi computador, la aeromoza pasó y nos dio comida ¡Gracias a dios! mi estómago lo pedía a gritos, comimos y yo decidí dormir un rato. Oh bueno, lo que quedaba de vuelo.
Me desperté adormilada cuando vi que Maddy me sacudía.
—Ey, Kiri, levántate— Dijo dándome pequeñas palmadas en mi rostro.
—Si ya te escuché Madeleine.
—Ya llegamos, estoy cansada levántate por favor.
—Como tú digas mamá.
Agarramos nuestras cosas y salimos para tomar un taxi, al salir un montón de flashes me cegaron la vista, paparazzis. Eran la cosa más molesta de este mundo, les pagaban por invadir privacidad de personas comunes y corrientes, era patético, rápidamente me puse mis lentes de sol y agarre la mano de Madeleine, entramos al primer taxi que encontramos y le dimos la dirección del hotel en el que nos quedaríamos.
