Calman las situaciones con los cambios en las habitaciones.
Y es que hasta de reflejos en espejos se ven se van modificando los corazones.
Las relaciones se adaptan, se acomodan piezas, de un puzzle, tejados esperanzadores.
Dicen que he cambiado, que hasta mí mirada no es la misma. Es que entre tantas reflexiones y experiencias vividas he tenido que evolucionar.
Siempre dando para mejorar, que en esta vida uno no se vaya a quedar... Estancado. Así renuevo mis sentidos, mis pies esperanzados por otro caminar, el viento por siempre a mí lado.
Trabajo con la suerte, con ella me siento acompañado. Recibo agradecido lo que el destino me trajo. Porque para poder ir subiendo no me importa empezar de abajo.
Así por momentos caminando a pleno, para cuando todo esté listo nos demos un momento de relajo.
Nuevamente parece que fuera del tejado, al volar con el viento me abrazo.
