Parallel Worlds || HunHan

1. El plan

Existe un lugar que es anhelado por muchos humanos. Según las creencias, se trata de un paraíso casi indescriptible, con paisajes caracterizados principalmente por su increíble belleza y un régimen que procura, por sobre todo, la paz y el bienestar de cada uno de sus habitantes. Campos enormes de naturaleza inmaculada, miles y miles de especies animales y vegetales nunca antes vistas que coexisten en perfecta armonía, ríos y mares repletos de agua cristalina que jamás conocerán las sequías.

Pero lo mejor de todo son aquellos, seres celestiales, obreros del gran señor que se encargan de impartir orden en ese magnífico paraíso. Seres cuya presencia deslumbra y opaca a cualquiera que se encuentre a su alrededor, poseedores de un encanto y belleza sinigual, bendecidos con la vida eterna y dotados de una inteligencia superior innata. Esos son los ángeles, aquellos seres puros y libres de cualquier mala intención.

Todo eso y más se cuenta en los registros humanos, desde los más antiguos hasta los más recientemente encontrados. Y también cuentan que para los guardianes del gran señor la tarea más complicada es encontrar a su compañero de vida. Ya que viven eternamente, a menos que sean asesinados, no descansan hasta hallar a su otra mitad. Un ángel puede enamorarse una sola vez en toda su vida, por lo que si por alguna casualidad universal te topas con uno de ellos y logras conseguir su afecto, no dudes que vas a gozar del amor más puro, cálido y honesto de todos. Incluso si ese amor va en contra de las reglas, el ángel se sacrificará por su ser amado. Para estos casos inusuales, la única forma posible de perpetuar ese amor se encuentra en la renun-

—Pura mierda —dice Baekhyun, interrumpiendo su lectura.

Luhan rueda los ojos y se decide a cerrar el libro porque sabe que su amigo no soportará ni un minuto más de lectura sin quejarse.

—Necesitamos saber todo esto si queremos conocer cómo funciona el mundo de los humanos, entender qué piensan y opinan sobre nosotros es importante, Baek —baja la mirada a la portada. El libro que descansa bajo sus manos se titula «Designios de la humanidad» y en realidad ha sido escrito por un grupo de ángeles exploradores que dedican sus años de vida a investigar y recolectar información sobre el mundo de la especie humana para hacerla llegar hasta el reino de los ángeles. Luhan admira profundamente el trabajo de los exploradores, y lamenta mucho no ser lo suficientemente fuerte como para haber sigo escogido como un ángel explorador.

—Por favor, no me digas que vas a creer todas las estupideces que piensan los humanos. Sabes que más de la mitad de las cosas que dice ese libro son mentiras.

Luhan suspira. Su querido amigo, ese que lo acompaña desde que tiene memoria, padece de la misma insaciable curiosidad por descubrir cómo son aquellos mundos que desconocen pero de los que se escuchan cosas maravillosas, puede que ese deseo por conocer lo desconocido sea lo que los mantiene unidos. Ambos quieren explorar tierras nunca antes vistas, ampliar sus conocimientos, descubrir nuevos paisajes y vivir experiencias inolvidables. Son parecidos porque comparten intereses.

Baekhyun lanza una mirada aburrida y comienza a bostezar con ganas mientras se estira para desperezarse, una clara señal de que quiere largarse del lugar.

Ambos son muy parecidos, sí. Pero no iguales. Difieren en sus formas de ver a los seres de otros mundos y en el método que creen mejor para llegar a ellos.

Baekhyun es un charlatán, alguien que pocas veces mide sus palabras, acostumbrado a desobedecer algunas órdenes porque cree que son absurdas. Es el ángel más expresivo y menos recatado que cualquiera pueda conocer. Y cree firmemente que la única manera de conocer aquellos mundos extraños es a través de la exploración. Baekhyun es un ángel de acción, por lo que la investigación con libros de antaño es una pérdida de tiempo para él. Muchos lo consideran un rebelde del gran rebaño y compadecen a quien tenga que soportarlo diariamente —quien vendría a ser Luhan—, sobre todo cuando empieza a parlotear sobre sus ideas de cómo escapar del reino del gran Dios.