Diario de una depresión

Capítulo 9 - La mejor época del año

Navidad, una de las festividades más alegres que existen, una época para pasarla en familia, rodeado de las personas que más quieres en el mundo, en las últimas navidades las únicas personas que han estado conmigo han sido mis tías, ellas son las personas que más quiero en este mundo, sin embargo siempre he sentido ese vacío en mi interior, un vacío que se intensifica al llegar esta época, han pasado ocho años desde la partida de mi madre, sin embargo aún mantengo su recuerdo con vida, eso es algo bueno en muchos de los casos, se trata de mantenerla conmigo, sin embargo hay ocasiones en los que parece una tortura el tener que aceptar que ella no está conmigo, esta vez sería algo distinto, seríamos más esta vez, me emocionaba pasar una fecha así con Elina, pero aún necesitaba un regalo perfecto para ella.

Esta última semana pasó muy rápido, no encontré un regalo que se sintiera de lo mejor para Elina, estaba a tan solo unas horas de que fuera nuestra cena y aun no encontraba algo para ella.

—Buenos días Farola —me dijo Ari desde la cocina mientras yo bajaba por las escaleras.

—Buenos días tía Ari —le contesté acercándome junto a ella—. ¿Dónde está tía Tiana? —dije al no verla en ninguna parte.

—Fue de compras, necesitaba algunas cosas para la cena de hoy, yo me encargo del desayuno hoy — me contestó.

—Tía, ¿puedo hacerte una pregunta? —le dije sentándome en el comedor.

—Claro, puedes decirme lo que quieras cariño —me dijo dándome mi plato con huevos y pan tostado—. ¿Tiene que ver con Elina?

—Si, ¿cómo supiste? —pregunté sorprendida.

—Digamos que fue instinto maternal, cuéntame cariño —me dijo con una sonrisa.

—Quiero darle un regalo a Elina por navidad, pero estuve toda la semana pasada buscando y no encuentro el regalo perfecto —dije con la mirada baja.

—Entiendo, pero la pregunta aquí es, ¿qué consideras tú el regalo perfecto? —dijo Ari.

—No entiendo —dije confundida.

—Quieres darle el regalo perfecto a Elina, pero no lo has encontrado porque nada de lo que encuentras lo consideras perfecto, ¿que es para ti, el regalo perfecto? Quizá debas empezar por ahí —me dijo Ari sorbiendo su café.

—Bueno —dije pensando en mi respuesta, pero me percaté que yo tampoco sabía cuál era ese regalo perfecto—. La verdad es que yo tampoco sé cual es el regalo perfecto.

—En ese caso, andando —dijo Ari poniéndose de pie.

—¿Qué? ¿Ir a donde? —pregunté confundida— Al menos hay que terminar de desayunar.

—Tienes razón —dijo sentándose de nuevo—. Terminando de desayunar iremos al centro comercial en busca de ese regalo especial para ella.

—Pero ya he recorrido el centro comercial durante días y nada, no logro encontrar un regalo aún —dije con tono triste.

—Pero antes no me tenías a mí, yo te ayudaré a buscar el regalo perfecto para Elina —exclamó Ari entusiasmada.

Después del desayuno y que mi tía Tiana volviera a casa, Ari y yo nos fuimos al centro comercial para nuestra misión de conseguir un regalo para Elina, estábamos con el tiempo encima, en cuestión de horas ya sería la cena, teníamos que darnos prisa si queríamos conseguirlo, mi tía Ari me dijo que estando con ella sería diferente ya que me ayudaría a encontrarlo, tenía mis dudas ya que después de varios días buscando por mi misma no había encontrado nada, pero no perdía nada con echar un vistazo más en las tiendas, tal vez esta vez había más suerte, estuvimos un par de horas buscando en distintas tiendas.