AGUSTÍN

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- No puede ser. Madre mía- dice Agustín tras verse la mancha de café en el uniforme.

Después de que su compañero abandonara la comisaría, él se había quedado leyendo mientras que se tomaba una taza de café. Los ojos se le empezaban a cerrar poco a poco hasta que se quedó dormido encima de su libro " El Campamento" de Blue Jeans. Es uno de sus escritores favoritos. Sus historias de misterio y aventuras le fascina.

Después de frotar un rato con agua y jabón y ver que no se quitaba la mancha, se rindió y se sentó en la silla en frente de su escritorio. Estiró el brazo hasta coger su móvil y al encenderlo pudo ver varias llamadas pérdidas de Roque. Exactamente eran siete, algo que le sorprendió mucho al detective. La única vez que le llamó era para preguntarle si le podía llevar en su coche ya que venía de una fiesta y estaba borracho.

Agustín, tras unos segundos pensativo, decidió llamarle. Roque respondió la llamada al instante.

- Agustín, ¿Por qué no has cogido?

- Me había manchado el uniforme de café y fui...

- Vale, suficiente. Espérame en la puerta de la comisaría. Tengo algo que hará historia.

Después de esa frase, Roque cuelga el teléfono. Agustín conoce bien a su amigo y sabe que lo que le va a contar no es ninguna tontería. Empieza a dar vueltas por toda la sala mientras que se masajea las sienes, hasta el punto de que se marea y se sienta. Tiene más intriga que cuando lee uno de esos libros de misterio que tanto le gusta.

- Ya estoy- anuncia Roque con la respiración acelerada mientras abre la puerta.

- Son casi las diez de la noche y no se ve nada. No deberías venir corriendo.- dice Agustín sacando su lado protector.

- Déjate ese rollo que se que no es tu estilo. Anda ven, siéntate.

A Agustín se le notaba en la cara lo confundido que estaba. Nunca antes se había sentido así. ¿Que era eso tan importante que ha conseguido que sigan en la comisaría hasta tan tarde?

- ¡Venga! ¡Me estas consumiendo!- dice Agustín alzando la voz.

- Vale,vale. A ver... ¿Por donde empiezo? Hace unos veinte minutos me ha llamado un número privado y lo cogí. ¿A que no sabes que querían?.- Roque se quedó en silencio durante unos segundos para ver si su compañero le respondía pero al ver que no, siguió con su discurso.- Ha habido un asesinato y quieren que lo resolvamos nosotros. Al principio lo rechacé porque era en Portugal y...

- ¿En Portugal?

- Si. Pero Caterina necesita nuestra ayuda. Se ha encontrado un cadáver en su piscina y ni siquiera sabe quién es. Me ha dicho su dirección y algún otro dato relevante sobre el caso. Lo tengo todo en este papel.

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CASO CATERINA GONZALO

-Cuerpo: desconocido
-Arma: ¿ahogamiento?
-Lugar: piscina de Caterina
-Sospechoso: vecino, exnovio,prima y   padre.

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- Yo creo que deberíamos dejarle este caso a otro detective con más experiencia que nosotros. ¿Por qué no se ocupa uno de Portugal? Además, ¿Como sabia que tú precisamente eras un detective? ¿Y por qué te llama por número privado? No se Roque, a mí me parece que nos está tomando el pelo.

- Pues ya le he dicho a Caterina que mañana al atardecer estaríamos en la puerta de su casa. Y yo no pienso ir solo así que tienes que venir si o si. Además, ¿Que más te da si es una broma? Total, aquí lo único que hacemos es mirar por la ventana porque en Cedillo no se muere ni una mosca. Así hacemos algo diferente. ¿Que te parece?- pregunta Roque poniendo cara de pena.

- No me convence mucho...- Agustín alza la vista para ver a su compañero y ve su expresión de pena para que le acompañe. Le recuerda a cuando sus hijos eran pequeños.- Está bien, iré. Ala, ahora vete a dormir que mañana tenemos que ir a... ¿ Donde era?

- Castelo Branco.

- A Castelo Branco, eso. Bueno llamame si tienes alguna duda. Y que sepas que lo hago por ti.- dice Agustín.

El detective Agustín cerró la puerta de la comisaría y salió en dirección a su casa.
La noche era muy fría y las estrellas se veían claramente. No sabía muy bien porque accedió a acompañar a su compañero en ese supuesto caso. Pero ya no había vuelta atrás.

El camino a su casa era una línea recta así que no tardó mucho en llegar. Vive en un piso de tan solo dos plantas. En la de abajo vive su vecino que con más de 70 años, sigue saliendo a andar todos los días a las ocho de la mañana e incluso hay días que se hace más de quince kilómetros. En el portal se encontró con él. Iba a sacar a su perro Lineo. Se saludaron y subió las escaleras hasta la puerta de su casa. Pero se paró en seco al ver la puerta. Estaba entreabierta. Alguien había entrado en su casa. Sacó la porra que llevaba en el uniforme que había llevado a lavar tras su torpeza con el café. Entró al salón. De repente notó una sombra detrás de él, se encendió la luz y pudo ver la cara del intruso.

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¡Segundo capítulo!💪 He disfrutado mucho haciendo este capítulo así que espero que vosotros también.

Da una estrella🌟 si crees que Agustín a hecho bien en aceptar la invitación de Roque para ir a Portugal.🇵🇹

Comenta📝 quien crees que está dentro de la casa de Agustín.

Esta será la última vez que escriba después de un capítulo así que espero que lo disfrutéis.❤️

Dos detectives y un casoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora