No sabía que cuando Hyunhin me dijo que quería que fuese a su casa, hablaría de que seria tan pronto. Habían pasado solo dos días, y ya estaba con él, camino a su casa.
Miraba los carteles de las calles, tomando su mano para que me siguiera, también haciéndome un mapa mental y así recordar todo el camino. Me sentí nervioso, aunque Jinnie me haya dicho que no había nada que temer, que sus padres eran amigables, una parte de mi creía que todo iría mal.
Quise distraerme de aquellos pensamientos, recordando los días anteriores. Y había algo que daba vueltas en mi cabeza. Antes de que Hyunjin se quebrara en mis brazos meciono que bailaba, hasta que comenzó a ver negro.
O sea, él podía ver, hasta cierto tiempo.
¿Eso significa que pudo haber conocido los colores y me mintió?
Creía que ha sido la mejor forma de mentirme.
— Jinnie... ¿Estás seguro de esto? — Pregunté frente la puerta blanca soltando un leve suspiro.
— Vamos Honnie. No hay nada a que tenerle miedo.
Asentí aunque no pudo ver aquel gestó, mirando al frente y decidido toqué la puerta.
Cuando la puerta fue abierta, u a señora nos recibió con una sonrisa. No esperaba menos, era idéntica a Hyunjin, hasta en la preciosa sonrisa.
— ¡Hyunjin!, ¡Al fin llegas!, tienes suerte, tu padre aún no se come todos los pastelillos. — Su mirada pasó hacía mi, sonreí por instinto — ¡Tu debes ser Minho!, adelante, ya Hyunjin nos ha hablado de ti.
— ¡Mamá, no hagas nada que me avergüence!
— ¿Escuchaste eso?, Hyunjin dice que no lo avergoncemos. — Ahora, la Sra. Hwang habló a alguien detrás de la puerta.
— ¿Eso significa que debo guardar el álbum de fotos? — Una tercera voz se unió a la conversación.
No pude evitar reír, mientras miraba el rostro sonrojado de Hyunjin a mi lado, apreté mi agarre en su mano, intentando demostrarle que todo estaba bien.
Era lo contrario a lo que esperaba, luego de comer pastelillos, y escuchar muchas historias de cuando Hyunjin era pequeño y de como siempre se caía al intentar caminar, me dí cuenta de que sus padres siempre encuentran la manera de hacerlo reír.
Y era lindo, podía notar sus intenciones de mantenerlo feliz a pesar de que el color negro lo rodeaba.
— Dios, si siguen contándole cosas a Minho haré que se vaya de aquí. — Murmurró Hyunjin, intentando cubrir su rostro.
— ¡Hwang Hyunjin, no puedes hacerle eso a las visitas! Además, a Minho le gustaría escuchar la vez que intentaste pintar tu cabello con un marcador y como no pudiste le echaste la culpa a tu padre por tener el cabello oscuro.
Aquello hizo que riera y casi se ahogara con la chocolatada que estaba tomando. Escuché el sonido de quejas de Hyunjin, realmente está familia era una caja de sorpresas.
— Hyunjin, ¿por qué aún tienes las gafas en casa? — Preguntó su padre, luego de que las pequeñas risas cesaran.
Mi mirada viajó a Hyunjin, éste no dijo nada. Y ahora que lo pensaba bien, nunca lo había visto sin ellas.
— Creo que fue suficiente charla, Minho, ¿me acompañas a mi cuarto? Quiero mostrarte algo. — Pasó de largo aquella pregunta, levantándose. Acepté imitando su acción, agradeciéndole a los padres de Hyunjin por la merienda.
— Cuidado con lo que haces, una vez le dije lo mismo a tu mamá y por eso estas aquí.
Estaba seguro de que si Hyunjin pudiera ver, le hubiera lanzado un cojín, sin importar que fuera su padre.
El cuarto de Hyunjin, era justo como había imaginado. No habían muchas cosas, solo su cama, un escritorio, una puerta de la cual seguramente era el baño, su clóset, paredes azul pastel y una estantería llena de libros.
Cuando caminaba a su cama, lo escuché contar, de la puerta a su cama eran 17 pasos. Cerré la puerta y tomé asiento a su lado.
— Honnie... Mis padres son...
— Encantadores. — Me apresuré a decir — Tenías razón, no había nada a que tenerle miedo.
Suspiró aliviado, sonriendo una vez más. Me acerqué y dejé un pequeño beso en sus labios.
— Jinnie... — Murmuré mientras me acercaba más a él — ¿Por qué nunca te quitas las gafas estando conmigo?
Tal vez no era asunto mío, y antes de que pudiera retractarme comenzó a hablar.
— Honnie, antes no lo hacía porque me avergonzaba un poco. Siempre estábamos rodeados, me sentía rodeado.
No dije nada, pronto sentí de que se sentía obligado a hacerlo.
— Por algo te traje a mi cuarto. — Rió, mientras pasaba sus manos hasta sus gafas, pronto retirándolas.
Sus ojos color chocolate con los míos, eran preciosos, aunque miraran a un punto fijo, aunque no mostraban expresión, sentía que me podía perder en ellos todo el tiempo del mundo.
Los ojos de Hyunjin eran preciosos, no había duda de ello.
— Hyunjin, eres el chico más precioso que he podido ver. — Aseguré mientras acariciaba su mejilla, acercándome y dejando otro beso en sus labios.
Pero aún estabamos en su casa...
— ¡Hwang Hyunjin, han pasado mucho rato solos!
— ¡Por Dios, mamá, no hacemos nada malo!
— ¡Eso decía tu padre siempre!
— ¡Arruinaron mi momento romántico!
Hubo un momento de silencio, en donde solo se escuchaban mis risas.
Definitivamente, debería visitar más a Hyunjin y a su familia.
៹
Holaa, ¿como están? ><
Una disculpa por no subir capítulos pero ya voy a volver. ^^
Besitos en sus cachetitos. ♡︎
blxxdybear
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🔗୭̥⋆ Colors ༉‧ || Hyunho || ᵃᵈᵃᵖᵗᵃᶜⁱᵒ́ⁿ
Fanfiction˖ ˚ ' ಣ 𓈒|| Hwang Hyunjin está ciego... Él nunca conocio los colores. ˖ ˚ ' ಣ 𓈒|| A Lee Minho le parecía raro que alguien ciego estudiara con él. ✧·╴Minho encuentra la forma más particular de mostrarle los colores a Hyunjin, para ello solo nec...