˖ ˚ ' ಣ 𓈒|| Hwang Hyunjin está ciego... Él nunca conocio los colores.
˖ ˚ ' ಣ 𓈒|| A Lee Minho le parecía raro que alguien ciego estudiara con él.
✧·╴Minho encuentra la forma más particular de mostrarle los colores a Hyunjin, para ello solo nec...
Las suaves manos que siempre tomaban las mías, ahora se encontraban aferrándose a mi cintura con posesión, y sus labios que siempre rozaban los míos con timidez ahora estaban devorándome como si no quisiera compartir con nadie. Mis dedos enredándose en los cabellos de su nuca, sentado sobre su regazo disfrutando los chasquidos de nuestros labios juntos.
Cuando decidió bajar sus labios hasta mi cuello, soltaba jadeos de forma involuntaria, cerrando los ojos con fuerza cada vez que sus dientes rozaban con mi delicada piel, quemaba tanto que me gustaba sentirlo.
Y no pueden culparnos, nos dejaron salir antes, Hyunjin ni quería que sus padres lo molestaran...
Además, mi madre no estaba en casa, esperaba que para su llegada Hyunjin se hubiese ido.
— ¿Deberíamos parar aquí?
Que pregunta más innecesaria, pensé mientras soltaba un pequeño quejido.
— Me gusta, Jinnie. — Susurré en un hilo den voz cuando volví a sentir su respiración en mi cuello.
— ¿Quieres que siga?
Asentí despacio, contento cuando los besos siguieron.
Pero, la paz nunca sería opción para nosotros.
Cuando otro jadeo abandonó mis labios, la puerta de mi habitación se abrió de manera exagerada, haciendo un fuerte ruido, solo pude escuchar pequeñas palabras de mi madre, antes de encontrarme con su silencio, y luego su expresión pálida al encontrarme sobre las piernas de un desconocido para ella.
— Maldición — Gruñí, levantándome de golpe, desconcertando por completo a mi novio, aunque no lo pensé mucho, porque corrí a sacar a mi madre de mi cuarto, de dejándolo ahí encerrado.
Volví a correr escaleras abajo, con los pasos de mi madre pisándome los talones. Algo que iba con mi madre, era que era muy histérica, y tenía miedo de que fuese lo que quería decir. Y cuando la barra de la cocina nos separaba, suponía que estaba seguro.
— ¿¡Serías tan amable de explicarme con quien estabas en tu cuarto!? — Chilló, quería esconderme en algún lugar, pero no era capaz de apartarle la mirada — ¡Mas te vale ni mentir, Lee Minho!
— ¡Deja de gritar!
— ¡Está es mi casa y yo grito si quiero! — Me escondí detrás de la barra cuando lanzó una de las cucharas que estaban cerca — ¡No evadas mi pregunta, Minho!
— ¡Es mi novio!
— ¿¡Tenías novio y no pensaste en contarme!?
— ¡Intenté hacerlo, pero nunca puedo hablar contigo!
— ¿¡Es el drogadicto!?
— ¡Mamá!
No iba a mentir, tantos gritos comenzaban a agobiarme, me preocupaba que pensara mi madre, o si Hyunjin estuviera escuchando desde arriba.
Cuando no escuché más ruido, salí de mi escondite, encontrándome ahora con su triste mirada.
— ¿No confías en mi?
— Tú tampoco lo haces conmigo, mamá.
Otro silencio, bastante abrumador.
— Pregúntale si quiere cenar, quiero conocerlo, no aplaces más ésto.
Hice mis labios una línea, asintiendo. Me levanté del suelo, y antes de volver debía aclararle algo.
— De llama Hyunjin, mamá. — Volteó a mirarme y asintió — Es ciego.
No supe interpretar su reacción
— No quiero que le preguntes cosas incómodas porque lo sacaré de aquí.
Y cuando creía que todo se calmaría, queriendo volver a los brazos de Hyunjin, las cosas volvían a complicarse por mi culpa.
— Me mentiste. — Fue lo único que dijo cuando abrí la puerta.
— Jinnie...
— ¿Por qué no le habías dicho? — Murmuró — ¿Sabes? No importa. ¿Pero por qué dijiste que quería verme?
— Lo siento, Jinnie... — Bajé mi vista a mis zapatos, aunque no pudiera ver mi arrepentimiento — No sabía cómo iba a reaccionar. Quería buscar el mejor momento.
— Ya veo. — Al volver a levantar mi vista, lo vi sujetando su mochila, apretándola con fuerza — Ya me voy.
Mordí mi labio intentando calmarme — Quiere que te quedes a cenar.
Nuevamente en silencio, asintió dejándose caer sobre mi cama. Dando pasos tímidos tomé asiento a su lado, sin decir algo por miedo.
Hasta que sentí su mano sobre mi pierna, buscando la mía. Casi de inmediato la tomé, dejando reposar mi cabeza sobre su hombro.
— Lo siento...
— Le tengo miedo a su mamá. — Solté una risa — ¡No te rías! ¡Esto es serio! De verdad me asusta.
— Tomaré tu mano debajo de la mesa, si hace algo que te incómode, me lo haces saber y yo la frenaré. Lo que sea, Jinnie.
Ninguno quiso hablar durante los primeros minutos, y creía que todo acabaría bien cuando mi madre empezó a preguntar cosas a las cuales Hyunjin respondía con bastante confianza.
Solo que...
— ¿Nunca recuperarás la vista, Hyunjin?
No necesité una advertencia de su parte, cuando miré a mi madre, diciéndole de forma indirecta que su pregunta había estado fuera de lugar.
— De hecho... Mis padres dicen que podría hacerlo. — Volteé a verlo, sin poder creerlo — Dicen que tal vez, salgamos de la cuidad por eso...
Ahí supe que, ninguno encontró el momento indicado para decirnos cosas.
❝ Te amé con tanta fuerza, Honnie. Y ahora solo quiero volver a abrazarte, porque cada día sin el sonido de tu risa es una torturs para mi alma y una pintada en mi corazón. ❞
♡︎ — Hwang Hyunjin.
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៹
Holaa, ¿como están? ^^
Espero que les haya gustado este capítulo, les quería decir que hoy me voy de viaje y no podré actualizar por varias horas. ><
