✵Matrimonio arreglado: Tipo de unión marital donde los novios son seleccionados por un tercero para cumplir con un bien en común.
✵Personaje: Mitsuya Takashi
✵Créditos de imagen: IKAooi1 en Twitter
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Caminaba por los pasillos solitarios de aquella casa que su esposo había seleccionado como su nueva residencia. No se sentía cálida, al contrario, ver las paredes vacías decoradas solo por los cuadros sosos y descoloridos le causaba grima.
Se detuvo frente a la puerta de la recamara principal, luego de la pequeña fiesta que había realizado su familia para celebrar aquella unión se esperaba que junto a su esposo partieran a su hogar a consumar el matrimonio que habían llevado a cabo, pero al final este terminó desviandose a una reunión de trabajo y ella se encontraba sola en aquel lugar.
Sus padres habían seleccionado un buen partido, empresario joven, apuesto, caballeroso... El chico ideal que toda dama desearía tener. Al menos eso le había presumido su madre a sus amigas con las que iba cada domingo a tomar el té en el club al que estaban suscritos Pero era una vil mentira.
Su padre se había liado hasta el cuello haciendo negocios con la mafia, su única forma de pagar fue ofreciendo la posibilidad de que al este morir ellos se quedarían con las empresas de la familia para solventar su negocio, esto claro si alguno de sus líderes se casaba con su única hija.
Suspiro molesta y quito el vestido blanco que adornaba su piel, era hermoso, no podía negarlo, pero verse con el puesto solo le dejaba un sabor amargo en la boca. Se despojo de cada prenda y entró al baño donde la ducha la esperaba, pudo preparar un baño de espumas pero aquello no le daría la paz que necesitaba.
Al salir de la ducha escucho voces en la casa, aquello la alarmó hasta que reconoció el tono calmado de Mitsuya, al parecer su reunión había terminado. Rápidamente se coloco su ropa de dormir y peino su cabello, cuando el pelilila ingreso a la habitación se encontraba en la cama fingiendo dormir.
Mitsuya era inteligente, las gotas de agua en el piso, el cepillo con restos de cabello y fuera del cajón le habían alertado de que su esposa se había metido a la cama con prisas, se acercó a ella y toco se cabello sintiendo la humedad en sus dedos y sonrió.
- Yo tampoco quiero acostarme contigo, pero tenemos un deber que cumplir.
- Tú tienes un deber.
- Tu familia depende de ti. Si no me das un hijo que pueda heredar la empresa de tu padre mi jefe le quitara todo, incluyendo su vida.
No podía negarse, debía hacer lo necesario para salvar a su familia, y si debía entregarse a una persona que apenas y conocía, lo haría. Tampoco es como si tuviera otra opción.
- Esta bien, que sea rápido.
- Tonta, rápido te dolerá.
Dio un golpecito en su frente con dos de sus dedos y se irguió para quitar sus prendas, sus movimientos eran delicados, iba a una velocidad moderada como si aquello no fuera de su agrado pero deseara terminarlo pronto y ella se sentía igual.
