✵ Sexo matutino: Sexo a primera hora del día.
✵ Personaje: Shion Madarame.
Lo primero que vio al despertar fue el cuerpo de su pareja descansando tranquilamente a su lado, sus brazos la rodeaban con fuerza apretandola contra su pecho y eso la hacia sentir cálida.De forma automática llevo sus manos al cabello del varón, sus dedos se enredaron entre las hebras rubias perdiéndose en estas. Daba caricias suaves, no buscaba despertarlo, solo sentir que seguía a su lado.
Le gustaba esos momentos, despertar y ver a Shion a su lado era algo que muy pocas veces podían hacer, su trabajo le exigía demasiado y él debía cumplir. Pero cuando estaba en casa siempre sabía cómo hacerla sentir especial, si bien era un poco torpe y olvidaba las fechas importantes, nada de eso afectaba su convivencia como pareja.
Shion soltó un ronroneo y se removió en la cama provocando que la fémina detuviera sus movimientos y contuviera una risa tapando su boca con ambas manos para no despertarlo.
— Sh sh, sigue... — Murmuró bajito y esta vez su cabeza terminó sobre el pecho de su mujer respetándose de manera descarada en su anatomía.
— Pensé que dormías, cariño...
— Eso hago... sigue acariciando.
Como el niño mimado en el que a veces se convertía, tomo su mano y la colocó de nuevo entre sus hebras rubias buscando que aquellas caricias continuarán.
Y así lo hizo. Tiro de sus cabellos de forma suave mientras se acomodaba abriendo sus piernas para que el menor se acomodara entre estas.
— Debería ir a preparar el desayuno para que comas bien, en el trabajo no lo haces.
— No... Sigue sigue.
Su comportamiento infantil la hizo sonreír. Inclino su rostro para dar un beso en su frente y abrazo su cabeza sin detener los mimos que su mano otorgaba.
— Tienes que comer, Shion...
Esta vez utilizo un tono más autoritario y menos cariñoso, el menor levantó la cabeza y abrió sus ojos para observarla, pero al ver que no cedería ni con sus pucheros se dejó caer a su lado en la cama lanzando maldiciones.
— Vocabulario. — Reprendió con una sonrisa y se levantó de la cama.
— Hmp. ¿Me despiertas cuando este el desayuno?
— Te lo traigo a la cama si quieres.
— Si no es mucha molestia.
Salió de la habitación y se dirigió a la cocina, una vez en esta no tardo en buscar los ingredientes para algo sencillo, panqueques, talvez prepararía también chocolate caliente y algunos huevos revueltos para acompañar.
El olor de la comida llenaba la cocina y pronto el pequeño departamento quedaría inundado con el olor exquisito, aquello no paso desapercibido por Shion quien desperto atraído por este.
Tallo sus ojos antes de levantarse de la cama, su cabello revuelto y un poco esponjado le daba la apariencia de un pequeño león en ese momento. Camino a pasos lentos, arrastraba sus pies con uno de sus ojos cerrados todavía con sueño y se detuvo en la entrada de la cocina. La fémina batía los huevos mientras vigilaba que los panqueques en la sarten no se quemaran, su cabello a diferencia del de Shion estaba atado en un moño alto y desordenado con algunos mechones rizados cayendo alrededor de su rostro.
Se acercó con cuidado y lo más silencioso que pudo para rodearla en un abrazo, aquella acción provocó un respingo en la mayor y derramó parte de la mezcla de los huevos por el susto.
— ¡Tonto! Me asustaste... — Un puchero se formó en sus labios cuando escucho la risa de Shion, tan bajita que casi creyó haberla imaginado de no ser por el movimiento de sus pectorales.
— Solo quería darte un poco de cariño. — Escondió su rostro en el arco de su cuello repartiendo besos en aquel lugar mientras sus manos se deslizaban por dentro de la camisa del pijama para acariciar su abdomen desnudo.
— Shion... — Lo Reprendió en voz baja recostando su cuerpo del más alto, provocando con esta acción que sus palabras fueran ignoradas por él. — Ahora no...
— Ahora si... — Contrario a sus palabras, la fémina ladeo la cabeza para permitirle un fácil acceso a su cuello, guiada por la mano que apretaba sus pechos y comenzaba a calentarla. — Te ves tan bien así que no pude evitar acercarme. — Soltó un gruñido y mordió su piel dejando una marca rojiza.
— El desayuno...
— Puede esperar.
Tomo el bowl y lo dejo sobre la meseta antes de arrastrar a su pareja hasta la mesa del comedor donde la subió y se coloco entre sus piernas, sus manos se encargaron de quitar su camisa y tirarla al suelo donde pronto se uniría la suya.
Agacho su rostro y capturo entre sus labios uno de sus pezones, su lengua se deslizó dándole atención a ese punto sensible en su pareja provocando sus gemidos. Mordió y chupo la zona con fuerza provocando que la fémina enterrara sus uñas en su espalda.
Shion no se detuvo, cambio de seno repitiendo el mismo proceso, con la diferencia de que se demoro más tiempo en este tirando con sus dientes del sensible pezon. Cuando se sintió saciado o más bien, cansado del juego previo la levantó un poco de la mesa para sacar su ropa interior y bajo su bóxer.
Sujeto sus caderas y la acercó al borde de la mesa, un jadeo bajo fue su respuesta. Alineó su miembro con la entrada húmeda, comenzó a restregar la punta de su falo contra los pliegues de su pareja que lo recibían gustosos, sus gemidos continuaron llenado la cocina y la fémina no tardo en mover sus caderas buscando ser penetrada.
Y a él le gustaba complacerla. Entro de una sola estocada escuchando el chillido que abandono sus labios por la repentina intromisión. Sus manos se engancharon en sus glúteos y los amaso mientras comenzaba a moverse con rapidez, golpeando su pelvis con fuerza en cada embestida.
Shion dejo escapar un gruñido bajo, sus manos apretaban con fuerza los glúteos de la chica mientras los pechos de esta rebotaban contra sus pectorales por la cercanía de sus cuerpos. Su rostro volvió a ocultarse en su cuello, mordiendo, chupando, rasgando la piel sin cuidado alguno con sus dientes y no dudo en pasar su lengua por aquellas heridas para probar el sabor metálico en su paladar.
Sus paredes se apretaron alrededor de aquel miembro al momento en que sintió la mordida más fuerte, sus piernas flexionadas alrededor de sus caderas lo empujaron más cerca mientras sus manos tiraban de su cabello y un gemido de dolor escapaba de sus labios.
Pero la sensación fue placentera, el dolor parecía no incomodarñe cuando la lengua hábil del menor limpiaba el desastre que había provocado en su cuello y subía dejando un rastro de saliva hasta su oreja donde comenzó a gemir y soltar gruñidos.
Eso fue su perdición, el choque de sensaciones y sus cuerpos y el sonido húmedo que formaban sus intimidades al unirse terminó por llevarla al orgasmo antes de darse cuenta, presionando aquel miembro en su interior como si intentara succionarlo y provocando que el menor se corriera en su interior, liberando todo el estrés que llevaba acumulado.
Su respiración agitada era lo único que podía escuchar, su frente perlada del sudor se recostó en el hombro de Shion mientras ambos se recuperaban del orgasmo y el olor a quemado que habían ignorado durante su sesión se hizo más fuerte, provocando que ambos se separaran con prisas para atender la comida.
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30 𝙳𝚊𝚢'𝚜 𝙾𝚏 𝚂𝚖𝚞𝚝 𝙲𝚑𝚊𝚕𝚕𝚎𝚗𝚐𝚎 (𝚃𝚁)
Fiksi Penggemar𝚁𝚎𝚝𝚘 𝚍𝚎 30 𝚍𝚒́𝚊𝚜 𝚍𝚎 𝚜𝚖𝚞𝚝 𝚌𝚘𝚗 𝚕𝚘𝚜 𝚙𝚎𝚛𝚜𝚘𝚗𝚊𝚓𝚎𝚜 𝚍𝚎 𝚃𝚘𝚔𝚢𝚘 𝚁𝚎𝚟𝚎𝚗𝚐𝚎𝚛𝚜.