✵Día 07: Contra la pared

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✵Contra la pared: Consiste en realizar el acto sexual mientras uno de los involucrados está recostado de alguna superficie plana o la pared.

✵Personaje: Baji Keisuke.

Créditos imagen: Beesflyy en Twitter.

Su espalda choco con fuerza contra la pared cuando las manos de Keisuke se aferraron a su cuello empujando su cuerpo en el proceso y dejándola sin aire

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Su espalda choco con fuerza contra la pared cuando las manos de Keisuke se aferraron a su cuello empujando su cuerpo en el proceso y dejándola sin aire. Era parte del entrenamiento, lo había hecho una y otra vez con su hermano, sabía bien como debía defenderse. Pero, su cerebro no era capaz de dar la orden a su cuerpo de defender, solo veía su rostro serio y como uno de sus colmillos se asomaba entre sus labios a la espera de alguna reacción de su parte.

Aunque estaba segura que su sonrojo no era algo que esperaba. En su defensa sólo podía decir que la imagen del pelinegro apretando su cuello, mientras algunos mechones salían de manera desprolija de la coleta alta en la que estaba atada, provocaban fantasias recurrentes en la que terminaba jadeando y su cuerpo cansado debajo del contrario... sin que el entrenamiento tuviera algo que ver.

- No sabia que eras ese tipo de chicas. - Mencionó con burla y el agarre en su cuello se apretó. La fémina soltó un jadeo y rasguño su mano para que este la soltara, cabe destacar que fue un esfuerzo en vano.

Sus dedos aflojaron el agarre, permitiéndole hablar. - N-no es l-lo que parece. - Comento tosiendo al intentar recuperar el aire.

- Nunca nada es lo que parece. - Volvió a apretar el agarre arrancando esta vez un gemido involuntario de la joven que no tardo en ponerse más roja, si esto era posible. - Pero mírate, estas aquí mirándome con lujuria y tu rostro sonrojado solo porque te empotre contra la pared. - Inclino su cuerpo eliminando la distancia entre ambos y chocando su entrepierna contra el vientre de su acompañante. - ¿Qué estabas pensando ahora?

- Tú pareces saberlo mejor que yo.

El pelinegro soltó una carcajada antes de acercar su rostro y rozar ambas narices, su aliento cálido chocaba contra el suyo y provocaba en la fémina unas ganas inmensas de besarlo y morder sus labios hasta hacerlo sangrar. - No puedo leer mentes, aunque eres muy mala disimulando como me desnudas con la mirada.

- Ni te andaba desnudando, todo el tiempo tuviste ropa. - Mordió su lengua luego de decir aquello, había caído como una tonta en su provocación y este se reía de lo ingenua que era.

- Así que si estabas pensando en cogerme. - La sonrisa de superioridad no desaparecía de su rostro y las ganas de golpearlo hasta hacerla desaparecer la invadieron, pero a quien iba a engañar, lo más probable era que ella terminará en el suelo y no de la forma que le gustaría.

- Solo estas malinterpretando las cosas, Baji-San.

- Que lastima. - Mencionó con pesar y libero su cuello, camino hasta pararse en el centro de la habitación y volteo de reojo a ver como la fémina acariciaba su cuello. - Si quisieras hacerlo tendríamos 15 minutos antes de que tu hermano llegara y podríamos, ya sabes, divertirnos un poco en ese tiempo.

- Nunca dije que no me interesará. - Habló rápido y sin pensar, era una oportunidad de oro que no planeaba dejar escapar. - Solo que no lo estaba pensando.

- Entonces, ¿Si lo quieres?

- Si me lo vas a dar, si.

Acercó su cuerpo con lentitud y apoyo una de sus manos en la pared, la otra tomó su mentón con algo de fuerza y levanto su rostro, inclinando el suyo hasta rozar sus labios. - Si Chifuyu me viera en este momento, sin dudas me mataría. - O a mi pensó la joven mientras abría sus labios reaccionando a las caricias que daba a sus belfos.

- Dijiste que llegará en 15 minutos, tenemos tiempo.

- No cariño, tiempo es lo que menos tenemos. - Susurró antes de atrapar su labio inferior y succionarlo, seguido introdujo su lengua y comenzó a acariciar su paladar antes de iniciar un juego lento entre sus lenguas. El beso poco a poco se hacia más intenso y necesitado, bajo sus manos hasta los glúteos de la fémina y la forzó a saltar y enredar sus piernas a su cintura. Su espalda rozando de manera dolorosa contra la pared en cada movimiento brusco que el pelinegro hacia mientras, sus manos amasaban su trasero.

Abandono sus labios para repartir besos en su cuello, succionaba la zona y dejaba mordidas en todos lados. Sus caninos presionaron su piel con más fuerza de la debida, al punto que sintió como esta se rasgaba y dejó escapar un quejido de dolor. - ¡Bruto! No muerdas tan fuerte. - Dio un golpe en su cabeza mientras lo apartaba de esa zona.

- Que mujer tan quejumbrosa. - Soltó una risa antes de volver a besar su cuello.

La bajo de su cuerpo y llevo las manos al cierre de su pantalón, luego de quitarlo bajo este junto a sus bragas y aprovecho para introducir sus dedos. Volvió a besar sus labios para callar los gemidos que soltaba la fémina, mientras su pulgar presionaba su clitoris acariciándolo con lentitud. Esta llevo sus manos al pantalón del pelinegro y busco el cierro para sacarlo. - ¿Tan desesperada estas? - Mencionó entre besos mientras marcaba distancia entre ambos cuerpos sin dejar de embestirla con sus dedos.

- Dijiste que no teníamos tiempo.

- Si, es mejor darnos prisa. - Saco sus dedos de su interior y camino hasta una de las estanterías en la habitación chupandolos. Extrajo un sobre plateado de una de las cajas y se acercó de nuevo moviéndolo como si de un trofeo se tratara. - Bien, ya estamos listos. - Bajo sus pantalones y el bóxer antes de detenerse dejando a la vista su miembro erecto. - ¿Te gustaría ponerlo?

- No me negare ante esta oportunidad que la vida me otorga. - Abrió el sobre con delicadeza y cuidado y se agacho frente a Baji. Colocó el condón en su boca y apretó con cuidado la burbuja de aire entre su lengua y paladar, sujeto el falo con ambas manos y lo guió a sus labios colocando con cuidado el condón en la punta de este, luego fue bajando sus labios por su virilidad e introduciendolo lentamente en su boca hasta cubrirlo con el látex.

- ¿Dónde aprendiste eso?

- Internet. - Se levantó con una sonrisa y no dudo en besarlo atrayendo su cuerpo sobre el suyo, Keisuke rodeo sus piernas con las manos y la impulso hasta levantarla del suelo, volviendo a rodear sus caderas con las piernas femeninas, esta vez rozando su miembro con la entrada húmeda de esta.

Lo introdujo con fuerza y de una sola estocada, su espalda chocaba de manera dolorosa contra la pared en cada movimiento brusco. Su miembro salía y entraba a un ritmo constante y sus labios volvieron a posarse en su cuello dejando mordidas suaves y chupetones en este. Los gemidos roncos del pelinegro chocaban contra su piel, sus embestidas se hacían cada vez más profundas y fuertes, rozando su punto dulce en cada estocada.

A los pocos minutos alcanzó el orgasmo entre gemidos roncos, su interior apretandose alrededor de su miembro de forma placentera para el pelinegro. - Mierda, si me aprietas de esa forma no puedo aguantar mucho, nena. - Susurró contra su oído mientras sus movimientos se hacían más erráticos, terminando por alcanzar su orgasmo segundos después.

- Aún nos quedan 5 minutos... ¿Quieres otra ronda rápida?

30 𝙳𝚊𝚢'𝚜 𝙾𝚏 𝚂𝚖𝚞𝚝 𝙲𝚑𝚊𝚕𝚕𝚎𝚗𝚐𝚎 (𝚃𝚁)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora