Luchador en el Asiento Trasero

Capitulo 10: Namekian Antiguo (final)

Primero ese maldito Saiyajin– pensó Slug con ira mientras bloqueaba el puño del humano calvo, respondiendo con una explosión de ki que lo envió lejos. Y ahora estos tontos.

El namekiano más joven lo golpeó en la cabeza con un codazo, y antes de que tuviera la oportunidad de tomar represalias, el humano con cicatrices cargó y lo encerró con una ráfaga de puñetazos y patadas. Slug gruñó y lanzó un rayo ocular que atravesó al humano en el hombro, pateándolo un segundo después.

Slug giró y evadió el puñetazo del Namekian, agachándose bajo el puño extendido antes de volar hacia adelante y dar un cabezazo a sus parientes. Se estremeció y retrocedió cuando la sangre salió de su nariz, pero rápidamente recuperó el equilibrio y respondió con su propio cabezazo, lo que hizo que Slug retrocediera unos pasos mientras su mundo comenzaba a girar.

Aturdido, Slug no pudo defenderse del ataque de su compañero namekiano, quien lo golpeó, pateó y disparó múltiples explosiones de ki que le quemaron la piel y el atuendo. Slug odiaba admitirlo, pero la pelea con ese Saiyajin le costó mucho, y con su cuerpo frágil, se debilitó más allá de lo creíble.

Tener que lidiar con tantos guerreros simultáneamente, nada menos que con un buen trabajo en equipo, hizo que se arrepintiera de no haber enviado un grupo de exploración antes de decidirse a invadir. Un error tan estúpido, uno tan fácilmente evitable también. Su edad debe haberlo alcanzado si se había vuelto tan senil.

Ahora todos sus comandantes estaban muertos y la mayor parte de su ejército principal estaba diezmado. Estaría bien con sacrificios tan pesados ​​si hubiera logrado su objetivo original de venir aquí y recuperar su juventud. Desafortunadamente para el antiguo emperador, tal cosa ya no parecía posible.

Pero no podía permitirse morir así. Todavía necesitaba darle una lección al Imperio Frío. Ese bastardo y su engendro fueron las raíces de la mayoría de los problemas del séptimo universo. Con Freezer destruyendo planetas y esclavizando razas por capricho, sin saber cuán importante era mantener este universo próspero.

Si Cold hubiera hecho que el hermano mayor heredara el imperio, entonces Slug podría haber mantenido una relación cordial con la familia, incluso haberse aliado con ellos. Pero no, el gran idiota eligió a Freezer para ser su heredero. Al menos Cooler fue responsable de cómo manejó su sección de la galaxia.

Entonces, si los Dioses de la Creación y la Destrucción no hacen su maldito trabajo, alguien tenía que tomar el manto del verdadero Dios-Emperador del Universo, y no había mejor opción que el mismo Slug. Sabía cómo hacer prosperar este universo, tenía planes para casi todos los planetas de todas las galaxias. Solo necesitaba recuperar su juventud.

Pero eso ya no sucedería. Estaba atrapado en este planeta atrasado en la parte más lejana de la Galaxia Norte, y sus guerreros lo estaban golpeando. Primero, ese Saiyajin excéntrico, carente de sed de sangre pero no de espíritu, luego este Namekian desconocido y humanos sin valor.

Que broma.

Sin embargo, crédito donde se debía crédito. A pesar de su ira, Slug quedó bastante impresionado con sus técnicas. Como dijo antes, los verdaderos artistas marciales se habían vuelto bastante raros en estos días, ya que la mayoría de los soldados confiaban solo en sus blásteres débiles o en sus altos niveles de potencia. Verdaderamente, la Tierra es una joya rara en bruto.

Después de ser pasado por el escuadrón de Defensores de la Tierra, con cada uno de ellos lanzando golpes fuertes y movimientos de ki abrasadores, Slug fue golpeado por el Namekian antes de que docenas de rocas y peñascos lo enterraran. El antiguo namekiano pensó en una solución rápidamente, haciendo estallar el suelo y bajando su ki a niveles indetectables mientras el humo y el polvo lo enmascaraban.