Two Hearts

I

Will no debió dejarse arrastrar a esto. Odiaba todo el asunto; desde estar fuera de casa un sábado por la noche hasta la socialización forzada. Y no comenzara con la ropa prestada; le quedaba bien, pero picaba.

Aquí estaba, y no podría negarse porque Jack Crawford era su jefe y debían encontrar a un asesino cuyas víctimas eran elegidas en citas a ciegas organizadas por cierta empresa, aunque no hubo sospechosos sin coartada.

La razón por la que cualquiera lo eligió como agente en cubierto fue por su "habilidad para leer a los demás " pero estaba seguro que podría hacer eso atreves de una cámara en la furgoneta.

-Puppy deja de suspirar y entra- la voz de Beverly sonó en su oído atreves del pequeño audífono colocado ahí.

-Odio ese apodo- gruño bajo Will, respirando profundo para abrir la puerta del salón donde se organizaba el evento

-Vamos, cachorro, te queda bien. - continuó Katz con evidente diversión.

Will volvio a soltar un gruñido manteniendo la cabeza abajo,  buscando a la Doctora Bloom; Su psiquiatra, posible enamoramiento que murió casi al mismo tiempo que comenzó y persona que también participaba en este evento por casualidad y logro meterlo en la lista.

Will esperaba que en su próxima cita la doctora no intentará persuadir de salir más, su cuota se iba a agotar hoy. 

La doctora Bloom estaba al otro lado de la habitación, junto a un par de personas que parecían ser conocidos. Will analizó a la pareja y se dió cuenta que la mujer parecía entusiasta por encontrar algo hoy, en cambio el hombre parecía más resignado a ser rechazado de nuevo.

La doctora Bloom giro y Will asintió cuando lo vio, la mujer sonrió con labios carmesí antes de que su atención se desviará de nuevo. Por la expresión en el rostro de la mujer, Will supo que había encontrado algo interesante.

Su curiosidad lo llevo a buscar la fuente;  un hombre alto, de hombros anchos, cabello rubio cenizo y un traje a medida.

Will parpadeo ante el desconocido, no pareció encajar aquí. La forma en como miraba a los demás y hablaba con una mujer a su lado un poco mayor le dijo que al parecer el hombre también fue arrastrado o envuelto en esto.

«No parece el tipo al que se le obliga hacer algo, quizás sea un favor o una apuesta a cumplir » Will se demoró un poco, antes de prestar atención al resto de personas.

Eran 20 en total, números pares para emparejar en rondas de 5 minutos, no era demasiado tiempo para una cita normal, pero era el tiempo suficiente para Will.

Los organizadores anunciaron la primera ronda.

-Diviértete, cachorro.- dijo Katz con alegría.

-Te odio- mascullo Will.