Me encontraba durmiendo plácidamente, estaba demasiado cómoda pero claro, mi madre tenía que aparecer por la puerta y sacudirme como si no hubiera un mañana.
—Effie, por Merlín, ¡Levántate!
—¿Qué sucede madre?
Intentaba terminar la oración de manera coherente, ni siquiera había abierto los ojos.
—Tu padre por fin accedió a llevarte a Hogwarts, ¡Vístete ahora!
En ese momento, abrí los ojos rápidamente, al fin conocería a gente de mi edad. Ni siquiera me demore 5 segundos en pararme, me fui al closet a buscar algo decente.
Opte por ponerme un leg pants junto con un cropped long y unas botas negras, estaba lista para irme.
//una pequeña imegen como inspiración
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Estaba nerviosa, era la primera vez que convivir con gente de mi edad, y la emoción era demasiado visible.
Subí al tren luego de unas largas caminatas con mi madre y busque un asiento decente, lamentablemente todo estaba lleno.
—Dios, ¿Ahora que hago? Estaba perdida, nunca había pasado por algo así en mi vida, sentía una vergüenza inimaginable.
—Rubia! Escuché un grito por algún lado del tren, no estaba lista para socializar. Me gire y vi a un chico con el mismo color de mi pelo, quizás un poco más claro, estaba mirandome mientras sonreia.
—¿Cómo te llamas?
—Effie... Effie Moore. Intente sonreír pero el momento era demasiado incómodo, tenía miedo. Al terminar la oración, su rostro quedó impactado por alguna razón, me miró por largos segundos, viendo cada pequeño detalle.
—Te ves ridícula estando parada, siéntate. Crabbe vete a otro lado.
¿Por qué quería que me sentará con él? ¿Y por qué hecho al otro chico?
Me señaló el asiento con la mirada y rápidamente capte, y me senté. Intenté no mirarlo tanto, pero sabía que él mantenía su mirada en mí, lo sentía.
—¿Así que ahora finges no conocerme? No sabía de qué hablaba, lo mire confusa y él quedó igual.
—No sé de qué hablas, no te conozco.
—Eff... Me conoces perfectamente bien.
—Sabes... Mejor me voy a otro asiento. Trate de levantarme pero el tomo mi brazo antes de que pudiera hacerlo.
—Eres tan complicada, lo supuse.
El viaje se hizo incómodo, demasiado para ser honesta.
—Señorita Moore, nos vemos en la noche. Sonrío el rubio para luego bajarse del tren y dejarme ahí totalmente confundida. No sabía quién era él, pero carajo, me encanto.
