No importa la situación... ¿Lo enfrentaremos juntos?

Capitulo 9 "La felicidad..."

Z: Todos nos despertamos temprano para desayunar y hacer lo que tengamos que hacer para luego prepararnos e ir a trabajar. Hoy tampoco será un día de grabación sino será de entrenamiento, de hecho, toda la semana será de entrenamiento y adaptación. Mi equipo parece ya estar listo para empezar a aplicar lo aprendido en la práctica de una grabación real, pero parece ser que hay otros que aún no están tan listos así que debemos ser pacientes. De paso nos dedicaremos a afinar las técnicas y conceptos de la actuación, y también a charlar entre nosotros.

Y así pasan los días y pronto llega el fin de semana, nos la pasamos practicando los conceptos básicos y conversando entre nosotros aunque, también por aburrimiento, decidimos recrear algunas de mis obras pasadas para ver que tan bien se les dará a mis amigos aplicar lo aprendido. A Luka le cuesta un poquito el aprenderse y hacer notar real los diálogos, el lenguaje corporal de Marinette debe ser corregido y sé que está trabajando en ello mientras que Adrien lo hace perfecto en parte también por su experiencia como modelo. El fin de semana es libre así que decidimos dar un paseo por el centro de New York y comprar algunos recuerdos y también cosas que necesitemos para el hogar. Yo, por ejemplo, necesito decoración urgente para mi habitación. La noto muy vacía así que la decoraré un poco más sin alterar su esencia ni sacar ninguno de los dibujos y demás cosas que hice cuando era una niña. Algunos cuadros, obras de arte o quizá incluso más muñecos para mis repisas no me vienen nada pero nada mal. Luka, por su parte, necesita ir a la tienda de instrumentos para comprarse una guitarra, a fin de cuentas él dejo a su "bebé" en París ya que dice que "no quiere que se llegue a romper por el viaje y que es muy preciado para él"; Mari por su parte irá en busca de algunas cosas para seguir con su trabajo de diseñadora desde aquí y terminar los envíos que tenía pendientes mientras que Adrien no sabe bien que quiere pero supone que lo sabrá cuando vea que hay en las tiendas de la ciudad. Mari me dice al oído que si veo alguna tienda con temática de miraculous que le avise de inmediato ya que, si bien Adrien nunca lo admitiría, extraña mucho a su Kwami Plagg y desea un muñeco, peluche o lo que sea de él. Sonrío ante ello y le digo que cuente conmigo para ello, dicho sea de paso también me haría feliz tener un peluche de Pollen, sé que no será lo mismo pero al menos será algo para recordarla con felicidad por todos aquellos momentos felices y no tan felices en los que estuvo conmigo apoyándome a mi lado. Fue una dura decisión, dejar a nuestros compañeros más íntimos atrás y destruir los miraculous fue el equivalente a una gran pérdida de un ser querido. Es difícil de poner en palabras, es difícil de describir, pero la conexión que se tiene con su kwami es simplemente...única, a fin de cuentas cuando nos transformamos pasamos a ser un solo ser. Yo no podía esconder nada a Pollen y, además, no tenía necesidad de hacerlo ya que me demostraba todos los días que ella era una persona de confianza y que podía decirle lo que sea, ella nunca se iba a reír, burlar o hacer oído sordo. Ella era una muy buena amiga.

Alejo esos pensamientos de mi mente mientras acompaño a Luka a su tan codiciada tienda de música, cabe destacar que no es muy fan de comprar sus instrumentos sino que prefiere hacerlos él mismo; pero por obvias razones no tiene los materiales y la verdad tampoco el tiempo suficiente para hacerlo aquí así que tendrá que conformarse con uno comprado. Es gracioso como los hombres se quejan de que las mujeres tardamos mucho en tiendas de ropa pero ellos realmente no se dan cuenta cuanto tardan realmente en sus cosas, en este caso, en comprar una bendita guitarra. ¡Por Dios! Bajo mi punto de vista y oído todas suenan igual, pero para Luka parece que no es así y empiezo a desesperarme. 

Luka: ¿Qué ocurre mi abejita?

Luka se dirige a mi como si nada estuviera pasando, yo me senté en un banco de la tienda a esperar que él hiciese sus cosas pero, por el tiempo que pasó, terminé colocando mi cabeza entre mis brazos en una posición clásica para dormir sentada. Cuando escucho que me llama levanto un poco la vista pero sin salir de mi posición.