Relato:"El Familiar y el Espiritu"

Cap. 2: La Bruja anciana

Caia la lluvia por aquel sendero oscuro cuando Cayce abrió sus ojos y pudo darse cuenta que se encontraba lejos de su pueblo. Empezó a recuperar sus fuerzas y logró levantarse lentamente, vio en el medio de la oscuridad una lampara vieja de aceite que alumbraba la entrada a una casa pequeña.Tenia las el techo descuidado y las paredes manchadas, dentro de la misma no se podia ver luz alguna.En su puerta habia un letrero con un simbolo en forma de triangulo "Fuego" pensó el familiar y decidió saltar del carruaje al que se habia logrado subir con mucho esfuerzo. Necesitaba ayuda para recuperar algo de su poder entoces empezaría su viaje, llegó hasta la puerta de madera oscura y  maulló para anunciarse. Abrió con recelo la puerta una jovencita de cabello corto y negro como el carbon al igual que sus ojos, llevaba un vestido largo por las rodillas color vino y detras suyo se encontraba una pequeña luz de un tono rojizo que parecía seguir todos sus movimientos. La joven se sorprendio al ver el estado de Cayce y lo levantó para sostenerlo en sus brazos.
- Mucho gusto me llamo Majo...pobrecito me pregunto de donde viene con esas heridas tan profundas, Virago enciende las velas de mi escritorio voy a preparar un ungüento para evitar que sus heridas se infecten.- indicó al espiritú que empezo a parpadear y se alejo rapidamente encendiendo la luz en una habitacion en la casa.-Puedo notar que tengo un familiar en mis brazos pero con un poder muy apagado, ni si quiera podrias comunicarte en este estado. Voy a darte un prestamo, un collar con una piedra de sol para que podamos entendernos mejor.- dijo Majo colocandole a Cayce un collar de plata con una piedra en el centro. Los ojos del familiar se tornaron de un color violeta brillante y la sangre de sus heridas dejó de caer por su cuerpo, alzo la cabeza para mirar a los ojos de la joven con mucho pesar.- Necesito hablar con la dueña de este lugar, no tengo tiempo que perder. Alguien traicionó la confanza de mi ama y de la gente del pueblo vecino, mi gente fue masacrada y quemada junto con nuestro bosque...-.Cayce no movía sus labios para expresarse si no que una voz salía directo de la piedra que portaba en ese momento. La expresión relajada de Majo cambió en un instante al escuchar lo que habia pasado y se apresuró a desinfectar las heridas del gato, para luego dejarlo sobre un almohadon en el escritorio. Se dirigió a a otro cuarto que se encontraba cerrado y golpeó suavemente la puerta antes de entrar, salió unos minutos despues acompañada de una anciana un poco más alta que ella quien llevaba una manta para abrigarse del frio y un gorro que casi cubría su despeinado pelo plateado. Lagrimas corrían por sus mejillas, se arrodillo frente al escritorio y comenzó a acariciar a Cayce con delicadeza.
- No es cierto, porfavor necesito escuchar que no es verdad la tragica noticia que nos trajiste pequeña criatura. Mi nieta mayor lleva días sin responder a mis cartas, yo no poseo la manera de viajar lejos y no puedo arriesgar a Majo todavia es muy joven a sus 13 años de edad para ir a otro pueblo.- dijo la anciana frotando su rostro con sus manos. -Ella todavia esta aprendiendo en cambio su hermana Ellie partió hace un año al cumplir sus 16, con el sueño de practicar el arte de la alquimia como su difunta madre.-