Capítulo 18

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Alessandro

Joder.... Es que soy un idiota.

-Perdón, perdón, soy un idiota, ¿Te he hecho daño?

-No

- ¿Por qué lloras?

-Porque tengo miedo – Se quedó pensando, pero siguió – miedo de perder lo más valioso que tengo, miedo de no poder ser suficiente, miedo de la vida

-Ven – Dije, pero no quiso en cambio, se paró de la cama, fue directo al baño y dijo...

-Quiero estar sola- y sin más se encerró en el.

Pasaron más de dos horas, eran como las 2 de la mañana, no se escuchaba nada, decidí esperar una hora más y si no pasaba nada iría a ver que sucedía, tenía miedo de que se dañará.

Eran dos y media de la madrugada y por fin, la había escuchado, era como un canto lleno de sentimiento, me acerqué para escuchar mejor y fue ahí donde se me partió completamente el corazón.

~ Te despiertas todos los días, pero no quieres vivir, le dices a todos que estás bien, pero quieres morir, ya no te enamoras porque te cansaste de sufrir y te cortas las venas para del dolor huir~

~ Ya ni comes para ti, ya todo te da igual destruida, pero delante de todos sabes actuar, te preguntas: ¿De qué vale volverse a enamorar?, si al final del día todos siempre te quieren usar ~

~ Ya no siento el corazón, no sirve, ya no late y la voz que me habla en mi mente, me dice que me mate... el amor y el odio que te tengo tienen un debate, grito por ayuda, pero siento que no hay un escape...~

Abrí el baño y ahí estaba ella, vuelto un ovillo en el suelo llorando desconsoladamente...

-De verdad quiero estar sola Al

-No te dejare así, así no y más si fue por mi culpa, perdón...

- ¡Joder, no es por ti, soy yo, que no me siento suficiente, que tengo miedo de que todo se me vaya a la mierda contigo, con mi futuro, con lo que tanto anhelo hacer, te miedo de nuevamente quedarme sola! -Exploto

-Nada se va a ir a la mierda, deja esos pensamientos, tú eres la única que te torturas, trato de ayudarte sin meterme en tus pensamientos, pero no me dejas opciones si no confías en mí, si no me dejas ayudarte, yo también tengo miedos, joder, pero no me quiero quedar pensando en eso, quiero disfrutar de lo que sea, pero a tu lado, quiero estar contigo siempre...

Me miro con los ojos llorosos y su rostro enrojecido

-Entonces estamos cortados por la misma tijera, porque yo no tengo poderes, de cambio de color de ojos ni cabello y mucho menos leer mentes y aun así no te apiadas de mi...

-Muy bien empecemos con el confesionario.

-Tu primero

-Bien, pero después no hay escape – Asintió y continue – Cuando era pequeño me encondía de la gente para que no preguntaran sobre el cambio de color de mis ojos, cuando se dieran cuenta, fui creciendo y dije que jamás me escondería más, tuve varias parejas, pero a ninguna le conté nada, simplemente les decía que eran lentillas y nada más, hasta que llegaste tu y todo cambio...

- ¿Cómo me conociste?, porque si me preguntaran a mi les diría que te conocí en mi habitación – Una sonrisa pícara surco su rostro

-Yo estaba caminando por las hermosas calles de monterrey y no me había dado cuenta de que estaba cerca de la prepa, quise correr huir de ahí, porque los adolescentes tienen muchas emociones, era peligroso el cambio de color y sentimiento que iba a vivir, entonces intente irme, pero me llamo mucho la atención o más bien me sorprendió.

Alessandro // [Sin editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora