Delivery Alfa

04

Desde el día que ayudó a Mikey con su celo, Takemichi no lo ha vuelto a ver -algo por lo cual está muy agradecido- y esperaba no toparse con el omega hasta el día de su graduación, de ser posible.

⎯ Así que hoy debes reunirte con Dohko-san.

⎯ Sí... no quiero ir.⎯ se lamentó. Hace apenas unos minutos que terminaron sus clases, Takemichi quería ir a su casa y dormir toda la tarde, se merecía un descanso. Pero, su malvado jefe -así lo ve él- le dijo que debía presentarse a la empresa pues tenían que hablar de un tema de suma importancia.⎯ ¡Es un demonio!

⎯ Eres el único que lo ve así.⎯ comentó el alfa pelirrojo mientras seguía escribiendo en su teléfono.⎯ Dohko-san es un buen tipo.

El alfa pelinegro rodó los ojos.⎯ Eres muy ingenuo.⎯ no diría más pues estaba seguro de que aunque diera mil y un razones por la cual su jefe es un ser oscuro, Akkun no le creería; además,⎯ ¿Qué es lo que tanto escribes? Has estado toda la mañana pegado a ese aparato.

⎯ Trabajo.⎯ fue lo único que salió de los labios del Sendo.

Hanagaki frunció su ceño, esperaba que Akkun terminara tropezando por prestarle más atención a ese objeto antes que a él, su mejor amigo.

Los minutos pasaron, Akkun continuaba ensimismado en su teléfono, riendo de vez en cuando. ¡¿Acaso su amigo había conseguido una novia y no se lo había dicho?!

Tenía que averiguarlo.

⎯ Akkun, tú...

⎯ ¡Takemicchi!

El grito de una tercera persona lo interrumpió, haciendo que ambos jóvenes volteran a ver. Akkun simplemente soltó un Oh y Takemichi palideció.

⎯ ¡Por aquí!⎯ corriendo en dirección de ambos alfas, levantando su mano derecha y sonriendo, Sano Manjiro se acercaba.

⎯ Vaya, no me dijiste que se volvieron amigos.⎯ comentó con total calma. De alguna extraña manera, la cual Takemichi no comprendía, el chico se volvió un fan de la parejita.⎯ Hasta te puso un apodo.

⎯ ¡No lo somos!⎯ con las mejillas levemente coloreadas gritó.

Y antes de que el pelinegro pudiera seguir hablando, Mikey se abalanzó sobre él, abrazándolo.

⎯ Te estaba buscando, Takemicchi.

Tales palabras solo hicieron que el pobre alfa se sintiera aún más nervioso, ¿Acaso se enteró de que le dijo a Akkun sobre su subgénero? ¿Lo iba a matar por ello? Miles de escenarios en donde el omega de baja estatura acababa con él, pasaron por su cabeza. Vaya imaginación.

⎯ Vamos a comer.⎯ soltó, aun sin despegarse de él.

Takemichi lo miró con extrañez.⎯ ¿Eh?

⎯ Abrieron un nuevo local de ramen, unos amigos que fueron dicen que es muy bueno...

⎯ Lo siento, no puedo, tengo que hacer algunas cosas.⎯ comentó rápidamente, alejando lo más posible su rostro de el del rubio. Un leve olor dulce llegó hasta sus fosas nasales.

⎯ Te puedo esperar.⎯ sonrió.

⎯ No, quizás demore. Además, Akkun...

⎯Nos vemos luego.⎯ despidiéndose con una sonrisa en el rostro, el alfa comenzó a caminar hacia otro lado.

⎯ ¡Akkun! ¡¿A dónde crees que vas?!

Es divertido, pensó Mikey al ver a Takemcihi estirando su mano en dirección de su amigo, como si así pudiera alcanzarlo, incluso creyó ver lágrimas acumulándose en sus bellos ojos azules.