Date a Office

Diario De Guerra #1 Un Lote, Dos Lotes, Uno y Diez Centavos

-Es un día normal para la vida de nuestro joven protagonista, solo que con la peculiaridad de que el se veía más joven, pero sin tantos sueño y aspiraciones, ya que el era un joven universitario en ese momento el cual para nuestra sorpresa estaba arreglandose en su habitación-

-Kurumi: Kuku, ¿ya terminaste con la ducha?

-Dijo una chica la cual estaba con tal solo su ropa interior que entraba a la habitación donde estaba el joven colocándose los pantalones-

-Shido: Si, adelante Kurumi

-Kurumi: Al menos que quieras hacer eso Shido San

-Shido: No he comprado condones...

-Kurumi: Mou... Será a la próxima

-Decía fingiendo una mirada de decepción mientras entraba a la ducha-

-La explicación de toda esta situación es muy fácil, Kurumi se había quedado a dormir en casa de Shido tras una agitada noche de cacería, después de todo, sería una buena coartada, una joven en la casa de su novio, dos jóvenes universitarios en la cúspide de su juventud, es obvio que no podrían evitar darse su amor toda la noche, así que si Kurumi descuido una pista durante su huida, ya tendría con que defenderse ante las interrogantes de la policía de la ciudad-

-Shido: Kurumi recuerda que allá hace mucho calor en esta época del año, así que no vayas a usar tu vestido negro

-Kurumi: Lastima que no tengo todo mi guardarropa completo en tu casa, Shido san, ¿me sacas el conjunto que usamos cuando abrieron la cafetería?

-Shido: De acuerdo, dejame buscarla

-El joven comenzaba a buscar entre su guardarropa aquel conjunto que le decía su novia, no fue difícil ya que Kurumi solo tenía algunas prendas por si debía de quedarse con su novio alguna noche de guerra-

-Pasado un largo lapso de tiempo para Shido, pero corto tiempo de arreglarse para una chica, los dos ya estarían listos para irse de ese departamento de Shido y así comenzar a dirigirse a la estación de la ciudad para subirse a un tren en donde irían hasta la ciudad vecina-

-Kurumi:. Estoy emocionado por ver denuevo a mi suegros y a mis hermanas, Shido San

-Shido: Les caíste bien, así que creo que ellas también estarán felices

-En otro lado de Japón, estaba una chica mordiendo un pañuelo con un poco de furia-

-Mana: ¿Por qué debemos ir con esa mujer? Antes eramos solo Shido, Origami, tú y yo

-Kotori: M-mana, ese es uno de mis pañuelos

-Dijo entre lágrimas ya que su hermana estaba mordiendo uno de sus listones negros que le había regalado su hermano hace mucho tiempo atrás-

-Reine: Mana, deja eso

-Una vez que la mayor apareció, Mana dejó aquella prenda de su hermana para pasar a agachar la cabeza-

-Reine: La novia de tu hermano acaba de invitarlas al parque de diversiones y tu te pones así

-Mana: Lo siento oka san....

-Reine: Nada de lo siento, vayan a arreglarse

-Una vez que esas chicas se fueron a su habitación para poder cambiarse, la peliplateada elegantemente se dirigió hasta su marido el cual estaba en la sala viendo televisión para así colocarse en sus brazos y coquetamente dirigir sus labios al oído de este-

-Reine: Shin... Una amiga del club de lectura me dijo que hay un hotel del amor cerca que te deja rentar trajes... ¿No te gustaria que me probara el de conejita-