Capitulo 0. último dia normal

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El sol alumbraba como siempre ante todas las ventanas, el árbol de manzano daba con su sombra cierta tranquilidad cubría la ventana de mi pequeño departamento donde vivo con mi familia, una familia normal de 3, ese día era como cualquier otro y aunque odiase esos días era mejores que estar rodeado de un frío insoportable o un calor abrasador, al levantarme solo podía sentir el aroma de un desayuno hecho con amor maternal, emocionado por la comida me acerque a la cocina solo para ver a mi madre ya terminando de comer y a mi padre irse de casa a trabajar como todos los días, ese día no le dije nada sabiendo que estaría ocupado.

- Hola mamá -comencé a hablar somnoliento- ¿donde esta mi plato?

- Esta en el microondas -me contestó con una sonrisa- como dormiste corazón?

- Dormí bien mamá. -saqué mi plato y me senté a comer-

- Y... ¿que tienes pensado hacer hoy? Escuche que harán una excursión muy pronto. ¿Participaras?

- No mamá no lo haré, ya sabes lo que opino de esas cosas.

- Ohh... entiendo... ¿y esta rica la comida hijo?

- mmhhh si lo está. -no le di mucha importancia- no es necesario que busques conversar mamá. Ya sabes lo que pienso de eso

- no. No lo se. Por que nunca me hablas hijo... -suspiro y me miro- por favor hijo... trata de ser un poco más abierto..... hace mucho que no deseas nada... o haces algo aparte de jugar en tu Nintendo.

- no es una Nintendo mamá y perdona que haga lo que quiera en mi tiempo libre. ¿No se de supone que deberías estar feliz de que no salgo a la calle a drogar?

- hijo no es lo que quise decir. Es solo que.... ni siquiera me das un abrazo o algo de afecto... y menos a tu padre.

- por qué no me gusta ese tipo de cosas mamá. -término de comer de un bocado y tomo algo de la cocina- me alistare para la escuela. Solo no me molestes por favor.

Antes de que ella pudiera decirme algo entre en mi cuarto a preparar mi uniforme, no me gusta mucho la escuela pero es mejor que estar con mis padres, mi madre siempre busca formas de demostrarme cariño aunque deteste el contacto y mi padre... bueno el es algo raro, casi no lo veo en casa y cuando si no dice ni una palabra, aunque creo que puedo decir que me llevo "bien" con el. Al menos el si entiende que a veces no quiero conversar, "aunque ese a veces parece todo el tiempo", creo que me diría mi madre para corregir me. O tal vez no

El uniforme es algo engorroso para algunos pero para mi es cómodo, pantalón negro con camisa blanca y abrigo azul es algo que siempre combina sin importar mucho tu apariencia física, además de hacerme sentir en sincronía con el resto de los uniformados, quizás me termine uniendo al ejército por esa sensación de unidad, o quizás no.

Una vez ya listo salí de casa como lo haría mi padre, en silencio sin mirar mucho a mi madre para ir directo a la escuela, quedaba algo lejos pero nada que un peaje en bus no solucionara, aunque a veces me cuesta tan siquiera salir de casa, a veces los vecinos y los ruidos de la ciudad me fastidian y bastante, a tal punto que llegan a arruinar por completo mi día el solo hecho de escucharlos por 3 minutos, pero gracias a dios que tengo unos audífonos que me ayudan a ignorar esos ruidos sin ton ni son por música y ruidos que si puedo controlar, el que haya inventado los audífonos tiene mi eterna gratitud. El trayecto hacia la parada no suele ser tan engorroso solo es caminar unos 5 minutos y esperar hasta que llegue, aunque desde hace un tiempo esa rutina se vio alterada por alguien. Que por suerte o desgracia siempre está en esa parada cuando yo llego, y para mi nula sorpresa hoy no fue distinto

- Yo! ¿Como estas? -una chica me sonríe con dientes que más que perlas parece que le pusieron corrector encima-

- podría estar mejor... -le doy una pequeña sonrisa mientras me siento-

- ¿y eso? ¿Que paso esta vez? ¿Quieres un snickers? -me ofrece el chocolate que acepto con gusto-

- gracias. -lo guardo en mi bolsillo- desde cuando estas esperando Graciela?

- mmmhhhh como 10 minutos. ¿Por qué la pregunta? -me contestó Graciela, mi única "amiga-

- mmhh -mire la hora en mi celular y miro el camino con sus baches- debería llegar de 2 a 5 minutos.

- sabes aun no se como puedes hacer esas predicciones y que aciertes, ¿tienes super poderes o algo así?

- nah, solo veo a que hora pasa por Google maps.

- ¿espera en serio? ¡¿Se puede hacer eso?!

- p-pues si.... ¿en serio no sabias?

- NO! -se pone a buscar en su celular como ir a varios lugares y ve que efectivamente se puede ver a que hora debería llegar el bus-

Mientras ella estaba en su "descubrimiento" yo solo pensaba en lo aburrido que sería este día como cualquier otro mientras escuchaba música, una vez llegado el bus nos subimos y ella fue rápidamente con su grupo de amigas, yo me senté en el lado de la ventanilla para ver el exterior y desconectar de todos lo que me rodea, no es que me importe mucho pero prefiero mil veces ver y escuchar algo ajeno a alumnos discutiendo sobre los exámenes o sobre si salir al mall o al cine para pasar el fin de semana. Aunque admito que hay días en los que desearía poder hacer eso con alguien rápidamente se me pasa al recordar que eso implicaría salir de casa y perder tiempo valioso que podría usar para jugar en mi partida de Shinylocke o en terminar de recolectar las semillas kolog, el trayecto era lo de siempre, baches que movían el bus, ver gente discutiendo por la ventana o borrachos en el suelo casi ahogados en sus vómitos mañaneros y mi parte favorita. Pasar por el centro para ver la panadería donde trabaja una dulce chica, siempre que pasamos por ahí le saludo disimuladamente y ella me regresa el saludo, supongo que a esto la gente le dice tener un crush o algo parecido a eso, aunque la verdad dudo mucho que sea eso. En todo caso... Gabriela sería lo más cercano que tendría a una persona que me gustase aunque seamos menos compatibles como pareja que juntar agua y aceite, así que ser amigos está bien para mi.

Al llegar a la escuela entre en el edificio sin prestarle mucha atención, después de todo uno como alumno ya hasta se llega a memorizar su interior, su fachada casi asemejandose a una cárcel, sus pasillos asfixiantes y sus gabinetes con trofeos de más antigüedad que algunos de los alumnos y el patio enorme al aire libre rodeado de salones de clases para los distintos grados y materias, a veces creo que los arquitectos de estas instituciones vienen sin muchas ganas de trabajar o de dibujar y solo se copian entre sí. Aunque no le quita para nada su funcionalidad, al menos son reconocibles los salones y no son un laberinto donde el mínimo fallo te podría hacer perder.

Tras un rato de pensar sobre los problemas de copia de los arquitectos llegué a mi salón viendo lo de siempre, a varios alumnos conversando entre sí, las parejitas besándose como si su vida dependiera de eso, gente estudiando por algún examen para recuperar y los independientes que hacen lo que sea en lo que llega el profesor, me senté al frente lo más cercano a la puerta posible y desde allí me puse a jugar con mi celular en espera de que comience la clase, pasado unos minutos la profesora entró, ella era distinta a nuestro profesor regular, así que supuse que era de sustitución en lo que el regular se recupera de alguna enfermedad aunque algo no encajaba... sentí algo que me hizo despegarme de mi celular y no fui el único que lo noto. La profesora y todos los alumnos notaron como de nuestras manos una especie de marca apareció y como el suelo comenzaba a brillar, asustado y sin deseos de ver que sucedería casi logro salir por la puerta hasta que un aló de luz me cegó. Lo último que supe es que escuche el grito de varios alumnos y reconocí la voz de uno diciendo "¡¡finalmente!!" Emocionado... mientras que yo estaba aterrado. Ese fue mi último día normal.

Detective Isekai INC.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora