Capítulo 7. el primer Juicio

10 3 0
                                    

11:35 am, esa hora marca el reloj, ni siquiera recuerdo el como llegue hasta el tribunal, específicamente en una habitación de descanso, ahora mismo estoy con Amarie y escucho el como ella promociono el caso como "la incompetencia del gobierno, hasta un novato es más útil" básicamente busca llamar la mayor atención, aunque le debo agradecer por conseguirme un traje elegante, camisa abotonada, pantalón y veston negros y una corbata azul, no dejo de verme como alguien que no a comido bien en días pero al menos puedo aparentar ser profesional, supongo que así se vería los drogadictos elegantes de Estados Unidos.

Tengo una teoría que podría explicar el caso y quizás sentenciar al verdadero culpable pero para ello debo confirmar algunas cosas y no podré sino hasta que comience el juicio, todo lo que tengo son suposiciones, si quiero vencer debo obtener la verdad, y aquí es el único lugar donde la conseguiré.

- bien... ¿preparado compañero? -me pregunta Amarie, la cual también se puso ropa algo más formales y dignas de una reportera, camisa blanca abotonada con las mangas remangadas y unos pantalones negros que cubren sus medias también negras y unos tacones pequeños, simple pero eficaz-

- para nada, pero bueno al mal paso darle prisa supongo -digo sin tener mucha confianza o fe de que esto salga bien-

- oye... tranquilo... pase lo que pase... saldremos de aquí con dinero, además no estarás tanto en el ojo público -me lanza un guiño que más que ayudar solo me hace sentir peor-

- si... eso no ayuda pendeja -digo sin pelos en la lengua-

- ¿que es pendeja? ¿Es un modismo de tu país o algo? -me mira algo confundida-

- nada nada olvídalo... -suspiro y veo el reloj mientras sigo pensando en mis teorías-

El tic toc del reloj no se detiene ante nada anunciando poco a poco el como el tiempo se me acaba, los nervios me abruman, jamás me había sentido así antes, normalmente en este tipo de situaciones suelo estar de fondo o ser el publico que juzga a los actores, pero esta vez no sería así, ahora sería el actor principal en esta obra que podría definir la vida de una inocente mujer, de mi y de capacidades depende la vida de una señora injustamente inculpada por la corrupción de un hombre idiota al poder, solo puedo respirar hasta que ese tic toc anuncie que ya llego la hora.

Y así fue, antes de darme cuenta las manecillas marcaron la hora de la sentencia, la hora en la cual la verdad tendrá que hacerse frente ante la injusticia. No se que sea este sentimiento que estoy sintiendo en mi pecho, creo que son los nervios y la ansiedad, pero aún con esto iré de frente, las puertas se abren ante mi y comienza..... mi primer Juicio, donde la verdad deberá prevalecer.

El tribunal es un enorme salón dividido en secciones, las secciones inferiores junto a los pasillos está el público, conocidos y gente chismosa, delante de estos y en un lugar con más espacio está el escritorio donde yo junto a Amarie estaremos debatiendo en contra de quienes estén en el otro escritorio, gente que aún no se presenta, en la pared de la derecha están unas gradas casi llegando al techo en donde esta el jurado, a quienes debo convencer de la verdad y por último... en frente de mi esta el juez, el mediador, el que posee la última palabra, es un hombre calvo de apariencia anciana, con bastantes arrugas pero su presencia intimida más que de cualquier otro. Al verlo solo me pude presentar con nervios

-b-buenos días su señoria... y-yo soy... -me interrumpe el juez-

-tu nombre no interesa ahora -dice con una voz profunda e intimidante- solo siéntate y espera a que llegue el fiscal.

No hice más que sentarme sin rechistar, Amarie nota eso y me ofrece un pequeño dulce blanco con franjas verdes

- aquí tienes compañero, se que estas nervioso pero tampoco es para tanto. Recuerda que debes verte confiable -me dice en un tono serio-

Detective Isekai INC.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora