Detective Isekai INC.

Capitulo 3. Cuando extrañas tu hogar..

- ¡¡oye!! ¡Este pan está frío! -un sujeto gordo me tira un pan viejo a la cara-

- usted me pidió los productos en oferta y en rebaja señor, lógicamente serán de menor calidad -fuerzo una sonrisa hasta que veo a un niño de 7 años golpeando una de las vitrinas de los pasteles- ¡niño! ¡No hagas eso!

- ¡oigame! -la madre del niño me mira enojada- ¡usted no le grita a mi niño escucho!

- pero señora su hijo está por dañar la-soy interrumpido-

- ¡oye que me estas atendiendo a mi! -el hombre me grita a la cara-

. . .

Han pasado unas dos semanas desde que llegué a este mundo y este a sido mi día a día, me levanto, voy al río a lavarme la cara, regreso a trabajar y soporto este tipo de cosas, clientes molestos y que no entienden lo que es el uso de la razón, si quieres comprar cosas baratas y a precios casi regalados... ¡claramente no te daré algo caliente y recién hecho que se usa para llamar la atención animal! ¡y señora póngase a vigilar a su hijo que a el que le tocara pagar seré yo! Aunque no pueda gritarles al menos puedo enojarme internamente. A quien engaño quiero golpearlos en la cara incluyendo al niño. Por más que trato de sonreír y parecer contento para atraer clientes claramente no funciona, creo que ellos notan que soy esclavo de la señora. A si la señora... al poco de entrar descubrí que se llama Eleanor, esta casada y tiene 34 años, tiene el doble de mi edad así que no extraña que a veces se comporte como una madraza, ella es algo coqueta con algunos clientes jóvenes lo cual no me molestaría si no fuese que esta casada, aunque bueno no debería ser mi problema, DEBERÍA, por que digamos que a esta mujer le gusta gritar cuando su esposo que nunca eh visto por cierto no comparte la cama pero si tiene acompañante, guiño guiño. Así que sumemos insomnio a mi lista de problemas yey. Aunque ya lleve dos semanas en esta rutina aún no me acostumbro y lo peor es que esta noche tuve una pesadilla, creía haber visto a mi madre y mi padre solos en casa comiendo sin mi... y cuando trataba de acercarme estos se alejaban de mi cada vez más y más...

Quizás no tenga muchos recuerdos lindos con mis padres que no sean los de infancia pero ahora estoy tan lejos de ellos, literalmente un mundo de distancia me siento solo. Siempre considere que estaba solo en el mundo y que nadie me comprendía, pero ahora veo que solo era un adolescente y que ahora REALMENTE estoy solo, sin padres o amigos donde apoyarme me da miedo pensar en lo que podría ser de mi o de ellos, ¿estaran bien? ¿Me estarán buscando? ¿Por qué no le dije hasta pronto a mi mamá? ¿Por qué no trate de conversar con mi papá? ¿Por qué no les dije que los quiero a pesar de todo?

Antes de darme cuenta ya se acercaba la hora de cerrar, supongo que entre en modo automático, el pensar en mis padres me distrae mucho así que decidí dejar de hacerlo o por lo menos intentarlo, cuando ya iba cerrando vi a una chica albina poner el pie en la puerta evitando que la cierre

- ¡espera! -la escucho jadear y cansada- por favor... espera...

- perdona niña pero debo cerrar la tienda. -digo algo decaído-

- p-por favor... n-necesito comida... te lo ruego...

- . . . -miro el reloj de la tienda, es como el de la tierra teniendo 12 horas con sus respectivas agujas de minuto y hora aunque estas giran a la izquierda y no a la derecha, es un poco confuso la verdad. Quedaban solo 3 minutos para cerrar- te vale cualquier cosa ¿no?

- ¡si! ¡Cualquier cosa por favor! -pude notar una especie de colmillo sobresaliendo de sus labios, de hecho no me había parado a verla bien, es albina con ojos de un azul brillante por su lado izquierdo y un rojo carmesí por el derecho, casi diría que son gemas, sus Ropas son del clásico loli Gótica y parece ser de alta clase, diría que cumple con los clichés de un vampiro de anime-