Un placer.

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Una fría mañana de sábado en la ciudad de Anyang, para muchos sería un día ideal para descansar y estar en la cama hasta tarde sin embargo para aquella mujer de cabello oscuro era el día en que visitaría a su madre en Gyeongju. Se levantó temprano para limpiar y de paso prepararle algún regalo a su madre, todos los fines de semana la iba a visitar y todos los fines de semana le preparaba algún postre que a ella le gustará.

.- Oh, maldita sea... ¿Donde puse la canela? Se supone que estaba en la alacena... — murmuró para sí misma al no encontrar aquel frasco en su respectivo lugar.— Ah... Supongo que haré las galletas sin canela. -

Estuvo horneando casi toda la mañana simplemente escuchando una suave música, sumamente relajada. Ya cuando tenía absolutamente todo listo, se dio una larga ducha de agua fría, el secar su cabello le tomo al rededor de 35 minutos.

Pero no le importaba, quizás era sumamente tedioso y costoso mantener ese cabello tan extremadamente largo pero le fascina tenerlo así, adora su cabello y no lo cambiaría por nada en el mundo. De cualquier forma, ató su largo cabello en una trenza, era la forma más cómoda de tenerlo si iba a estar por la calle.

Luego de vestirse, tomo sus cosas y tras salir del edificio se dirigió a la estación donde abordo el tren que la llevaría a su destino, quedaban diez minutos para que iniciara el viaje y ella decidió tomar asiento junto a la ventana para distraerse por unos instantes y no darle tanta atención a los eternos minutos.

“Me pregunto cómo estará mi madre, la semana pasada estaba bastante enferma... Dios, uno nunca está listo para ver a sus padres envejecer, desearía que mi padre estuviera aquí... Se habrían cuidado mutuamente.”

Pensó mientras suspiraba, cerrando sus ojos unos instantes tan solo recordando la nítida imagen de sus padres en la cocina cantando juntos a la vez que terminaban de limpiar los platos luego de haber cenado. Ella estaba en sus 7 u 8 años, en ese momento se le hacía bastante normal pero ahora lo veía como un recuerdo sumamente dulce.

La concentración en sus memorias se vio interrumpida cuando un hombre se sentó a su lado, al inicio no le prestó mayor atención, solo esperaba que no fuera alguien ruidoso con quién lidiar el resto del viaje. Naturalmente, ya minutos después de que inicio el viaje le dio algo de curiosidad  así que le miro de reojo.

Se veía que era un hombre fornido por ese sweater de cuello alto que traía puesto que se ceñía a su cuerpo, por su rostro le pudo calcular unos 30 y algos, a su parecer era alguien sumamente atractivo. Se veía sumido en la lectura de un libro que traía en sus manos, esos ojos verde intenso decorados con un toque de cansancio eran algo que extrañamente se le hizo realmente lindo a la mujer.

Bajando su mirada noto que el libro que ese hombre leía era su favorito de siempre, además de increíblemente guapo tal vez tenían los mismos gustos. Quizás podría obtener una agradable conversación durante el viaje.

.- ¿La divina comedia? Es un buen libro. — comentó la de cabellos negros fingiendo que recién notaba el nombre de la obra.—

Inicialmente esperaba ser ignorada o solo recibir un sonido gutural como respuesta, fue una sorpresa cuando aquel hombre volteó a mirarla con una leve sonrisa y dedicándole una mirada bastante cálida.

.- Ya lo creo... Aún no lo termino pero lo que he estado leyendo es simplemente increíble, me impresiona de sobremanera todo lo que hay aquí. Las descripciones, la trama, el viaje de Dante Alighieri... No sé cómo logro comprender todo lo que me cuenta esta obra.-

.- Vaya, ha dicho exactamente las mismas palabras que dije cuando lo leí por primera vez... Supongo que a todos les ocurre lo mismo, es una verdadera obra literaria a la cual apreciar. — a la vez que comentaba aquello una leve sonrisa se formó en sus labios.—

𝐘𝐨𝐮'𝐫𝐞 𝐛𝐞𝐚𝐮𝐭𝐢𝐟𝐮𝐥 𝐥𝐨𝐧𝐠 𝐡𝐚𝐢𝐫.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora