"Hago todo por ti"...
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Trataba de llevar una vida tranquila, con un círculo de amigos pequeños, con altas y bajas, pero después de todo una vida tranquila.
Hasta que esos hermosos orbes grises me hicieron tambalear, incluso...
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𝑨. 𝑨𝒍𝒗𝒆𝒓𝒅𝒊
"Sangre pura" susurro a la gran roca frente a mi, esperando unos segundos a que esta se abriera, entro con sigilo, lo último que deseaba era toparme con algún prefecto o con el profesor Snape, digamos que obtener una detención no estaba en mis planes para la primera noche en Hogwarts.
Relajo mis hombros al entrar a mi habitación, estaba tal cuál la había dejado, cierro la puerta con suavidad para lanzarme a mi cama, cerrando mis ojos, me dejo invadir por la calma y tranquilidad.
Aún me duele todo el cuerpo luego de ese viaje, por lo que no dudé ni un segundo en desviar mi camino hacia las mazmorras, confiaba en que Theo o Blaise me traerían algo para pasar la noche, me pongo de pie, dirigiéndome hacia mi baúl, abriéndolo con cuidado.
Empiezo a desempacar, este año traigo más cosas de las que consideraba necesarias, digamos que mamá había insistido en que aparecía algún romance mágico y necesitaría estar más arreglada; bufo de solo recordarlo, se la había pasado de encimosa con eso todo el verano.
Había pasado el verano en casa, saliendo muy poco a casa de alguno de mis amigos o a alguna reunión con mi familia, fue mejor de lo que esperaba, con todo el revuelo que ocurrió tras lo sucedido con Cedric, pensé que mi familia se enfocaría en eso; pero por lo visto no fue así.
Quizá, sólo quizá si iban enserio con lo de abandonar las filas del señor tenebroso.
Alejo todos mis pensamientos al escuchar el sonido de la puerta, me pongo de pie, abriéndole la puerta a Theo, quien entró ya con un libro en su mano; se acomoda en uno de mis sillones individuales, de hecho es el único, empieza a contarme a grandes rasgos lo que se había mencionado en la cena.
—¿Entonces el Ministerio si envió a Umbrigde? –pregunto incrédula desde mi cama– No tienen límites, nos perjudicarán a todos.
Suspiro, frotando mis ojos con mis dedos, después de todo no seria un "año tranquilo", aunque para sernos sinceros, nunca había un año tranquilo en esta escuela.
—No les importa perjudicarnos a todos, sólo quieren controlar a Dumbledore y a Potter –cierra su libro, poniéndose de pie de un solo brinco– ¿Vamos?, Blaise ya debe haber llegado.
Asiento, poniéndome de pie, fijándome al cerrar bien la puerta, durante el camino a la sala común, Theo me iba contando sus últimas semanas de vacaciones y me explico la tardanza de Blaise, quien aseguró que iría por un aperitivo, para mí.
