—Amiga mira lo guapo que es, —comenta Ainhoa apenas ve a Joseph pasar por mi lado— cada que lo veo, su sonrisa ilumina mi mundo. —explica y la entiendo perfectamente, ya que a mí me sucede exactamente lo mismo.
—Concuerdo contigo amiga, el nuevo vecino es muy atractivo. —respondí restándole importancia al tema, sin revelarle lo que realmente pasaba por mi mente con respecto al hombre.
Joseph y yo ya habíamos tenido algunos encuentros clandestinos, y debo confesar que hasta su manera de hablar es malditamente excitante, el chico es extremadamente sexy y lo fornido que es lo hace lucir aún más genial, pero nuestra relación “amistosa” es un gran secreto que debo guardar, no puedo quedar en evidencia delante de mi amiga, ella me conoce mejor que nadie, y como comúnmente no tengo amigos sospechara más rápido de lo que imagino sobre la fuerte atracción que siento por el chico.
Confesarle la verdad le haría mucho daño, nunca la había visto tan emocionada e ilusionada con una persona, y sus ojos se iluminan con solo verlo.
Ainhoa me salvo del dolor infinidades de veces y no me siento capaz de causarle ese dolor a ella por muy involuntario que sea.
—¿Tú te acercarías a él por mi amiga? —pregunta y siento mi mundo desmoronarse y las intensas ganas de decirle la verdad se acentúan en mi paladar saboreando el agrio sabor de la derrota y termino diciendo las palabras que cambiarían por completo mi vida.
—Lo podría intentar amiga —respondí, pensando que era la mejor solución— solo debes darme tiempo, recuerda que socializarme no es algo que haga usualmente.
Las palabras salieron de mi boca y como un rayo de luz en menos de cinco segundos tenía sus brazos alrededor de mi cuello apretándome fuertemente y mientras mi amiga agradecía mi generosidad, mi corazón se estaba rompiendo en pedacitos, por la decisión que muy pronto debía tomar, esta vez era su felicidad por la mía.
Con el corazón arrugado abrace a mi amiga sintiéndome feliz de que al menos ella pueda ser feliz y sonreí mostrando una fingida alegría que realmente no tenía.
—No me mientas Irene, no a mí por favor. —comentó Ainhoa y el temor empezó a helarme la piel y junto con eso, llego un deje de esperanzas anhelando que mi amiga tomara la decisión que a duras penas estoy tomando yo.
—En tus ojos veo la incomodidad que te causa el tema, pero no te preocupes ya verás como me las ingenió para acercarme a él sin que te involucres. —comentó mirándome con tristeza y preocupación, y todas las esperanzas se fueron por la borda en menos de cinco segundos, otorgándole una sonrisa en respuesta, sintiéndome culpable por no confesar la verdad.
Las horas pasaron y el tema de Joseph quedo de lado y nuevamente volvimos a ser las amigas que no se ocultaban absolutamente nada, riéndonos y llorando a mares con las películas de amor sin finales felices, atiborrándonos de comida y haciendo del departamento un desastre, departamento que logre comprar con mucho esfuerzo y dedicación.
—Deberíamos irnos de fiesta —comenta Ainhoa levantándose de su puesto, no obstante en mi mente no dejaba de idear un plan sobre que le diré a Joseph y para no hacerla sentir mal me excuso.
—Estoy cansada mi Vir, —le expresé en respuesta, llamándola por el diminutivo de su segundo nombre— En otra ocasión iremos, recuerda que mañana temprano hay que trabajar —me excusé.
—No seas aguafiestas Irene —objetó Ainhoa haciendo pucheros con su rostro.
—Yo también debo trabajar mañana, pero día libre solo tenemos uno —explicó y aunque la chica tenía razón, continúe negándome hasta que acepto organizar la salida para la próxima semana.
—Bueno mi querida aguafiestas está bien, iremos la próxima semana para que descanses y mientras yo aprovecho el tiempo para acercarme al bomboncito que tienes como vecino, —comento guiñándome un ojo y mordiendo sus labios, sacándome por primera vez una sonrisa con referencia al tema— por el momento me iré, pero estaré viniendo muy seguido.
—Está bien mi querida Vir —respondí abrazándola y sonriendo por sus ocurrencias— y ya deja de llamarme aguafiestas, que no lo soy —advertí— maneja con cuidado y me avisas al llegar por favor.
La rubia sonrió abiertamente y con un beso se despidió abandonando el lugar.
En la privacidad de mi hogar y en completa soledad me dispuse a preparar la ducha que esperaba calmara completamente mis nervios y relajara la tensión que sentía, con los ojos cerrados y con la confianza puesta en la tibieza y la fuerza del agua ingresé a la ducha dispuesta a prepararme para enfrentar mi nuevo destino, Joseph Johnson.
Dos golpes en la ventana me despiertan de mi letargo y me visto rápidamente para atender a la persona que me hace suspirar día a día y definitivamente renunciar a él.
—¡Joseph! —digo apenas le otorgo el acceso a mi habitación— tenemos que hablar.
—Hermosa —saluda e intenta besarme, pero me alejo rápidamente impidiendo que lo haga y su rostro reflejó inmediatamente la preocupación que mi acción le causó
—¿Qué sucede mi diosa, porque me rechazas? — pregunto mientras una lágrima se deslizó por mis mejillas sin poder detenerlo y el hombre sin previo aviso me cobijó entre sus brazos, brindándome ese calor que hasta hoy sentiría.
—No podemos seguir con esto Josh —le informé alejándome de sus brazos— Mi amiga esta enamorada de ti y no importa que tan intensa sea la atracción que siento por ti, no la puedo ni quiero herir —explique, el hombre intentaba detener mis palabras, sin embargo continúe con mi discurso— es mejor que te vayas, solo te pido que por favor me comprendas y me ayudes a otorgarle la felicidad que ella me ha brindado desde que me conoció.
—Lo que tú sientes mi hermosa Montserrat se llama agradecimiento, pero no puedes simplemente pedirme que haga feliz a alguien que no me hará feliz a mí —explico y en sus palabras encontré un poco de razón sin embargo entre mis posibilidades no estaban continuar con él.
—Hazlo por esto que ambos estamos sintiendo —pedí— hazla feliz e intenta ser feliz tú.
—¡NO! —refuto inmediatamente— si deseas dejarme hazlo, sin embargo con ella no estaré. — sentencio y sin decir una palabra más abandono nuevamente la habitación.
Si anteriormente me sentía en un dilema ahora lo estoy más, no sabía cuál decisión era la correcta.
¿Me sincero con mi amiga o me alejo completamente de Joseph?
![](https://img.wattpad.com/cover/308845953-288-k884221.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Mi Dilema
RomanceDurante mucho tiempo viví sumergida en el mundo de la soledad y el desamor, en la escuela nunca tuve más de una amiga y mucho menos supe lo que era el amor, los años pasaron y Ainhoa Virginia, mi mejor amiga, confidente y hermana se mantuvo a mi lad...