Capítulo 2

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Cerré la puerta del armario con el pulso a mil por hora. Aparté la ropa vieja que había colgada para aparentar, y pasé a la sala de operaciones. Fani estaba dejando los cristales encima de la amplia mesa del centro de la estancia. Era una sala bastante grande, con una gran mesa triangular de madera maziza en el centro, con libros desperdigados por aquí y por allá, mapas antiguos, folios con mapas actuales impresos, planos de edificios, trozos de papeles con direcciones apuntadas, postits, y no solo en la mesa, en las paredes, en los estantes, incluso acababa de ver uno en la pata de una silla. Solo había una sola parte de esa estancia que no estubiera repleta de libros,anotaciones o cualquier otra cosa: el panel de los cachibaches. Así lo vendecimos Fani y yo en su momento. Ese estante tenía desde las cosas más normales como cuerdas de varios tamaños y grosores, hasta una especie de pistola de dardos tranquilizantes que había inventado Brais. Pero Brais no es un manitas que digamos, aún recuerdo un día en el que habiamos localizado un cristal en el zoo que había en el centro de la ciudad y justo, tenía que estar en la jaula de los leones. La pistola se disparó al revés y caí dormido al suelo. Menos mal que Fani iba conmigo y pudo sacarme de allí junto con el cristal y dominar a aquel león, no quiso contarme como lo hizo, solo me acuerdo que me desperté en su habitación y al preguntarle que había pasado empezó a reirse y no me dijo nada más.

-No entiendo como Brais ha podio cometer semejante error- decía Fani más para si que para mi.
Estaba nerviosa, lo sabía por la forma en que se tiraba del labio con los dedos. Sonreí imperceptiblemente, la conocía demasiado bien.
La verdad era que a mi también se me habia disparado el corazón al verlos desperdigados en la mesa, dios , ¡podría haberlos visto cualquiera! Los hubieran tomado como unos insignificantes cristales normales y corrientes y podrian haberlos tirado a la basura,se habrían roto aún mas, y...
-Kimer, ¿estás bien?- Fani me miraba preocupada-
-Sí, es solo que, dios, no quiero ni pensar...-
Ella se acercó a mi y se arrodilló para estar a mi altura, ya que estaba sentado en la silla.
-Lo sé. -Apoyó la cabeza en mis rodillas y empezó a jugar con el extremo de mi pulsera de cuero negra, que me había regalado ella por mi cumpleaños el año pasado.
-...mucho trabajo y esfuerzo podría haberse hechado a perder.- Vi vagamente por el rabillo del ojo como Junujam intentaba mantener quieta en sus patitas con mucho ímpetu, una pelota muy resbaladiza para él.
Con un estruendoso ruido Brais entró en la sala, cargado hasta las cegas de libros y papeles, Fani se levantó rapidamente para ayudarle y entre los dos lo colocaron todo en el suelo, en uno de los pocos sitios donde no había postits.
-Tengo dos noticias- dijo Brais - Una buena y una mala.-
-Sorpréndenos- dije yo.
-La buena es que la excursión será mañana, la mala es que habrá mas gente de la que yo pensaba, por lo visto a la señora directora le "apetece" que la mayoria de los alumnos asistan a tal museo.-
-Estás de coña, ¿no?- dijo Fani apunto de gritar.
-No, no lo estoy y cuida esa lengua.-
-JODER, BRAIS, YA VAN TRES VECES QUE HAY DEMASIADA GENTE Y TU BIEN SABES QUE NINGUNA DE LAS TRES VECES TERMINÓ BIEN LA COSA.-
-Fani, calmate.- dije yo, un tanto irritado.
-NO ME DA LA GANA Y TU NO ERES EL MAS INDICADO PARA HABLAR, ¿O ACASO NO RECUERDAS QUE CASI TE COGEN TRES POLIS?.- respiró hondo y siguió hablando- Estoy cansada de tener que salir de ese tipo de situaciones con algun problema, llegará el día que vengan a por nosotros, y no habremos podido encontrar todos los cristales...- dicho esto, se fue.
Brais me mira muy, muy serio.
- Ya voy yo.- Le digo mientras me levanto.
-Oye Kimer...tienes un...emm- Dice con una mueca de asco y gesticualando con las manos señalandose la frente.-
-¿Eh? Ah, sí. No te preocupes, no es nada.-
Creo que iva a añadir algo más pero lo dejo con la palabra en la boca saliendo del armario. Dios, eso ha sonado realmente mal.

NARRA FANI:

Camino a paso rápido por los pasillos cuando empiezo a oir mucho ruido, cuando llego a la puerta principal veo un mogollón de alumnos con mochilas hablando entre si. Cierto, hoy es domingo, alumnos que se van con sus familiares y otros que vuelven de haber estado con ellos el viernes o el sabado. Entre toda la multitud veo a Jess hablando con sus amigas, vestida normal con una camiseta de tirantes floreada y unos vaqueros ajustados. Dios le quedan tan bien... Recorro con la mirada sus piernas desde el tobillo hasta la cadera, la tela ajustada perfila sus curvas perfectas... "Fani joder, en que coño piensas.."
-¡Fani!- Me giro, Kimer viene corriendo.
Mierda. Eso pasa por estar pensando en cosas en las que no tendría que pensar. Retomo el paso más rapido que antes, pero él ya me ha agarrado del brazo.
-Fani...- Oh no. No estoy para estas charlas.- No puedes ponerte a chillar cada vez que te enfades, no puedes perder los nervios de esa forma ya lo hemos hablado...- Bla bla bla, sigue hablando, yo hago como que le escucho cruzandome de brazos y mirando despreocupadamente la multitud. Vuelvo a encontrarme con Jess, ahora está de espaldas, joder. Se le marca todo ese fantástico cu...
-Fani, ¿Me estás escuchando?- Aparto bruscamente la mirada y noto como el calor sube sin compasión a mis mejillas. Lo miró avergonzada deseando con todas mis fuerzas que no se haya dado cuenta de adónde miraba.
Él suspira cansado y se pasa una mano por el pelo. Dios. Es entonces cuando veo que el golpe de esta mañana se le ha vuelto muy muy rojo y tiene una pinta horrible. Creo que se me ha notado en la cara el horror cuando me dice:
- Eh tranquila, se que siempre te digo lo mismo... lo siento, se que solo te preocupa...-
-Calla imbécil- le regaño.
Le cojo con una mano la cara para que no la mueva y con otra le aparto el pelo.
-¿Qué haces?-
-Dios...Kimer tienes esto...horrible.-
-Ni siquiera me due...-
-Vamos a por hielo- lo corto tajante. Y sabe que no hay réplica.

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