NARRA KIMER
Me desperté sobresaltado porque sentí que unos ojos me miraban, era Jun, estaba encima de mi tripa con el rabo entre las piernas, eso no era propio de él. Le cogí para que se tranquilizase pero saltó de mis manos parándose en frente del armario y enseñándole los dientes. Eso definitivamente era muy extraño en él. Me levanté con cautela de la cama acercándome al pequeño animal.
-Ey Jun- le dije suavemente- ¿Qué te pasa pequeño?-
Él le gruñó al armario. Eso Jun no lo había hecho jamás.
Justo cuando iba a abrir el armario las puertas de este se abrieron de golpe y alguien salió de él corriendo y tirándome al suelo. Levanté la vista y lo ví. Era uno de esos dos chicos extraños de ayer que iban con esa chica, el alto. Corría hacia la puerta huyendo. Instintivamente me teletransporté hacia la puerta cortándole el paso. Me rependrí mentalmente al haber hecho eso delante de él, pero se me olvidó cuando giró sobre sus talones y comenzó a correr hacia la pared. "¿PERO QUÉ..?" Justo cuando creía que iba a estrellarse desapareció. No estaba. Salí de la habitación rápidamente asegurando mis sospechas cuando lo vi alejándose rapidamente por el pasillo.
Había atravesado la pared.NARRA FANI
Cuando me desperté me sentí muy extraña. Me erguí y me senté en la cama, quedando justo enfrente de la cama de Jess. Fue cuando lo recordé, sus ojos volviéndose de ese color azul eléctrico como su pelo y su voz en mi cabeza diciendome "Duerme". Y lo hice, atrapada en sus ojos sin poder moverme en el momento en el que cambiaron de color. Y obedeciendo a su orden hipnotizada.
-¿Te encuentras bien?- La voz de Jess entrando en la habitación me sacó de mi trance.
Estaba vestida ya con el uniforme y llevaba en la mano una manzana. Siempre me despertaba muy temprano, cuando aún quedaba más de una hora para que ella se despertara.
-¿Qué hora es?
-Las ocho y media, has dormido mucho hoy- dijo extrañada y con una sonrisa.
"Joder" pensé. Me levanté a la velocidad de la luz, cogí mi uniforme que estaba de cualquier manera sobre mi escritorio y fui al baño a ducharme en un tiempo récord. Cuando salí Jess estaba sentada en su cama haciéndose una trenza ladeada. Siempre me había parecido preciosa de pies a cabeza pero ahora al mirar su pelo no pude evitar compararlo con otro azul eléctrico muchísimo más sedoso y bonito que el suyo. Agité la cabeza librándome de esos pensamientos y corrí a ponerme las zapatillas.
-¿Por qué tanta prisa?-
-Tengo que ir a ver a Kimer- tenía que contarle todo lo que había pasado.
Trotaba hacia la puerta terminándome de colocar la zapatilla derecha. Oí que decía antes de empezar a correr por el pasillo "Claro como no." Realmente me daba igual lo que la gente pensara de nosotros. Siempre estábamos juntos, éramos los hermanos raritos. Y no, Kimer y yo no éramos hermanos pero para entrar en este instituto Brais nos sugirió que lleváramos el mismo apellido para facilitar las cosas. Y en realidad era una mentira muy verdadera, sí eramos como hermanos.
Corría por las escaleras camino arriba dejando atrás planta tras planta. Tenía que llegar a la quinta, donde empezaban los dormitorios de los chicos. Entonces choqué con alguien y los dos caímos de culo. Levanté la vista. Era el rubio de ojos verdes que estaba buscando.
-Tengo que decirte una cosa- dijimos al unísono.
Soltamos una risilla y antes de que pudiéramos seguir apareció la directora.
-Kemnis- siempre nos llamaba por nuestro apellido cuando estaba enfadada, y siempre estaba enfadada con nosotros, con los dos, ya que siempre que estábamos metidos en algo era juntos.
- ¿Qué hacéis por aquí a esta hora? Las clases empiezan en tres minutos. ¡A clase ya!- dijo poniendose tan roja que parecía que fuese a explotar.
Sin pensarlo dos segundos Kimer me agarró del brazo y dirigiendole una sonrisa y un gesto de despedida a la directora, me llevó lejos de ella y de sus ojos de halcón.
-Escuchame, Fani, esta mañana ha pasado algo, uno de los chicos nuevos estaba en mi habitación y..- dijo, pero le interrumpí casi a una velocidad sobrehumana.
-AYER POR LA NOCHE TAMBIÉN HABÍA ALGUIEN EN MI HABITACIÓN- dije tan alto que Kimer me tapó la boca con la mano sin apenas dejarme respirar.
-¿Estás mal de la cabeza? Baja la voz.- asentí fuertemente para poder volver a sentir el aire entrando a mis pulmones.
-En mi habitación estubo la chica, estaba sentada en la cama de Jess y la miré y me dijo que durmiese, ¡Y yo lo hice! Estaba...estaba como hipnotizada.- dije volviendo a pensar en esos preciosos ojos azules que me estaban volviendo loca.
-Pues en la mía estaba el más alto de todos, salió disparado del amario y...-añadió pensativo y con una mueca un tanto extraña. Agitó la cabeza y siguió hablando.
- El caso esque se fue a escapar y me teletransporté a la puerta para cortarle el paso pero él se dió la vuelta y atravesó la pared. Sin más. - dijo Kimer gesticulando a más no poder.
- ¿Crees que son...? Ya sabes...-
-¿Unos SOOW? Por supuesto.- esa respuesta no hacia más que afirmar mis sospechas.
-¿E-en serio?- dije.
Era obvio que sí, pero era tan solo pensar que pudiera haber más como nosotros en el internado hacía que una bomba de emociones se desatara dentro de mí.
-Si, totalmente, ¿o acaso no es demasiado obvio que aparezcan con Brais y que puedan hacer esas cosas? Es imposible que no lo sean.- dijo tan seguro de si mismo que acabé por aceptar la realidad.
-¿Y qué crees que deberíamos hacer? ¿Hablar con Brais o con ellos?-
-Hm, creo que deberíamos hablar antes con ellos.- hizo una pequeña pausa.- Lo que aún no logro entender es por qué Brais no nos ha dicho nada de esto...- murmuró.
Me estiré del labio nerviosa. Quería contarle lo que oí anoche, la conversación telefónica que había tenido Brais tan sospechosa, pero por alguna razón intuía que no era algo bueno. Que había metido las narices en algo que ni de lejos yo tendría que saber, algo que me daba mala espina. Y que Brais estubiera metido en algo así no me gustaba nada. Por eso hasta saber de que se trataba tanto misterio iba a guardarmelo para mí.
-¿Te pasa algo?-me preguntó Kimer.
-Eh no...¿Por?-Reí nerviosamente.
-Te estás estirando del labio.-Me dijo entrecerrando los ojos.
Me solté el labio como si me quemara. Yo y mis manías.
Lo cogí de la mano.
-Mejor vamonos a clase.-dije arrastrandolo no muy convencido.

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Azahar
פנטזיהMe llamo Fani, tengo 17 años y soy una Soow. Una MCG como me llamaría el gobierno: Mutación del Código Genético. Porque eso somos para ellos, una mutación, un error, algo incomprensible. No entramos en sus esquemas y eso, es algo que a ellos no les...