Capitulo 22

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NEGLIGENCIA

Me removí entre las sábanas y me di la vuelta en busca de un acompañante y para mí sorpresa, sentí que alguien me tomaba del rostro con una mano y me tapaba la boca para silenciar mi terror.

Desperté de lo que había sido otro tormentoso sueño y bajo la oscuridad de la habitación con tan solo la luz de la sala iluminando el cuarto, me di la vuelta y me encontré sola en una cama muy grande. Vi la hora en mi celular, eran las once y media de la noche. Me levanté y salí hasta la sala, todo estaba a media luz solo con las lámparas de la cocina, y mi anfitrión estaba en la terraza. Me asome por la puerta de vidrio y estaba sentado con una bebida y su cámara. Salí , se dió la vuelta y me miró tranquilo

-- despertaste.

-- adivina...

-- pesadillas.-- Asentí y el le dió una palmadita a la silla que estaba a su lado para que me acercara.-- ven, todo estará bien.

Me senté a su lado y recosté mi cabeza en su hombro, rodeo mi cuello con su brazo para abrazarme y me quedé mirando el paisaje que se veía desde un onceavo piso con una brisa refrescante que enfriaba la noche

-- tienes una linda vista del lago.

-- lo que más me gusta, es ese cielo lleno de estrellas

Alcé mi vista al cielo y desbordaron las estrellas en mis ojos, suspiré en calma intentando no pensar en cosas malas y sintiendo la leve caricia de sus dedos en mi hombro

-- ¿Que paso por tu cabeza cuando me viste con Liam?

El resoplo cómo si estuviera luchando para eliminar ese recuerdo de su mente.

-- pensé que el podía ser la razón por la cual tu no te dejaras querer... Los ví y jure que había pasado algo, tal vez su parentesco con el hermano, te atraía. Pero yo realmente estaba molesto era por qué no razonaste, te expusiste al peligro cuando te había pedido que salieras de ahí.

-- no pensé que correría tanto riesgo. Nisiquiera sé cómo esos tipos llegaron hasta ahí, nadie sabía que yo estaba en esa casa. En casa de mis padres no había nadie, ellos estaban buscándome y a menos que Liam le haya dicho a alguien donde estábamos, no sé cómo pudieron encontrarme.

-- se me vienen muchas probabilidades a la cabeza, sin embargo, solo hay algo positivo de todo lo que ocurrió hoy...

-- si bueno se consiguió evidencia...

-- no. Aceptaste que te gusto

-- bueno, si...

-- y juro que muero por un beso igual que el de esta tarde.

-- solo... Tienes que pedirlo

Lo mire con ojos de cariño

--¿Puedo?

Me preguntó ansioso y muy tierno.

Pose mi mano en su mejilla y lento nos acercamos, nos besamos y dejamos que el ambiente se tornada romántico y fervoroso, con sus labios y sus besos llenaba cada grieta de mi alma, eran irresistibles, eran tan apasionados, llenos de amor y ternura que hacían que cada vello de mi piel se alzaran cómo si recibieran estática. Sus caricias eran más intensas que en los sueños y despertaban mis ardidas ganas de amar sin límites. Me senté a horcajadas en sus piernas mientras nos besábamos y sus manos se pasearon por mi cintura, quería sentirme llena de el y su amor y disfrutaba de sentir como sus caricias atrevidas se paseaban por debajo de la camisa ancha. Me sentía capaz de amar tanto como antes, aún mas si era posible. Sus besos tomaron rumbo hasta mi cuello, mis hombros, mi pecho y me deje llevar por el apasionado momento que Tobías me regalaba.

En Esta Vida Y La SiguienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora