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Su amabilidad y pureza destruyo la presa que contenía sus emociones, regresando su fresca sonrisa y el brillo en su mirar; sus emociones se desbordaban. Él fue ese milagro que su maestro tantas veces mencionó sin buscarlo o esperarlo solo sucedio como una repentina lluvia en sequía. No importaba si fuese primavera, verano, otoño o invierno entrelazadan sus manos podían reír, cantar y bailar bajo la lluvia sin temor a ser vistos solo eran un par de amantes disfrutando la fiebre del amor aunque ellos jamás previeron un escenario tan trágico todo se derrumbo en un abrir y cerrar de ojos aquella promesa de proteger el uno al otro fue rota como ella.

Juvia escuchaba los pájaros cantar desde su pequeño balcón, sostenia un pequeño libro que tomó prestado de la biblioteca que no leía sólo venía a su mente la imagen de aquel azabache con creaciones de hielo peleando contra magos e intentan frenar a Lullaby ¿de verdad volverían a vivir esa tortura? Su tranquila mañana amenazaba con esfumarse y darle inicio a una dolorosa tormenta.

—Así que devil slayer.—Natsu se acerco con una charola de comida sentándose en el suelo a un lado de ella sin obtener respuesta.— Él dijo que tenía sus dudas no quiso ocultarlo, ya sabes como es, quería protegerte.

—¿Él maestro me recibirá? —Natsu hizo una mueca serio negando.— Voy a bañarme tengo que ir a la biblioteca.

—Juvia no tienes que ir, yo me haré cargo.

Juvia nego si algo podía distraerse era trabajar manteniendo su cabeza ocupada podría evadir el golpe de dura realidad por la noche caminaron sosteniendo sus manos viendo los cerezos y por la madrugada pelear contra un Etherias.

En su mente mil escenarios hipotéticos se desarrollaban moviéndose mecánicamente no prestaba atención a su alrededor hasta que una mano tocó su mano.

—Ahora que tengo tu atención me gustaría llevarme estos libros.—Una peliroja de ojos chocolate la miraba seria, Juvia asintió dudosa tomando la tarjeta que le extendio la chica que la miraba fijamente.—¿No eres de aquí verdad?

—¿Disculpa?— Juvia parpadeo un par de veces.

—Tu escritura, la forma en escribes es diferente.

Juvia asintió sonriendo calmando sus nervios, había reconocido a aquella peliroja  durante la pelea detecto su presencia demoniaca y no paraba de perseguirla, encontrarla aquí en la biblioteca la hizo ponerse en guardia.

—Digo no es que tenga algo de malo, me parece respetable cuando extranjeros se esmeran en aprender.

Juvia le entrego la tarjeta y la peliroja agradecido posterior se retiro, haciendo que la azulada suspirara recargando su rostro en sus manos ya eran cerca de las 3 de la tarde y no habia rastros de Gray y eso la tenia un poco sin ánimos. Disfrutar ver al pelinegro debatiendo con las dos féminas o frotarse los ojos del cansancio son pequeñas cosas que endulza su día a día.



El silencio dominaba en la habitación, los magos que dirigen el consejo mágico solo miraban a los dos magos que estaban de rodillas frente a ellos; Lucy y Gray.

Silver miraba los chicos con el ceño fruncido el frío en la habitación solo era un muestra de lo enojado que se encontraba. Jellal solo estaba cruza de brazos escuchando como Laxus leía el informe de Erza.

—Negligencia.—Ultear intervino desviando su mirada de los chicos a Jellal que solo asintió.

Gray solo mantenia la cabeza baja escuchando la sanción que tendría por no intervenir en la huida de los demonios, cerro un momento sus ojos y la extraña sensación de "deja vú " volvió, desde que entró a la sala de juicios sentía que él ya había estado ahí y en la misma situación aunque por más que buscaba en sus recuerdos no había nada.

Love Story ♡ ||Gruvia ❄ ((Terminada))Donde viven las historias. Descúbrelo ahora