En días como estos solía quedarse en su habitación sin hacer más; su familia respetaba su decisión, después de todo "sabían lo culpable que se sentía"
Cada noche intentaba dormir sin exito, su cabeza se llenaba de pesadillas que revivian aquel momento.
Había salido a ver al señor sol que por alguna razón no estaba tan brillante como siempre, se había percatado de que el gris del cielo le permitía ver con más facilidad la gran bola amarilla que iluminaba el mar estrellado.
Tenía muchas preguntas...
Quería saber por qué cuando el sol llegaba las pequeñas luces del cielo se apagaban, y es que parecía que no existían, le encantaría ver como la blanca luna y el candente sol se juntaban en una bella plática por la tarde, sin embargo ese día nunca llegaba.
Al irse uno llegaba el otro, casi como cuando los guardias del palacio cambiaban de turno.
Sin embargo aquél día en el que inesperadamente el mar superior empezó a regalarles gotas de agua y su hogar se agitó como la cosa más peligrosa del mundo, su madre e padre se habían percatado de que en el fondo del océano hacía falta alguien, “hacías falta tú”
Nadaron por todos lados, entre cortinas y rincones, bajo cada roca o entre cada coral y no había rastro alguno de la pequeña sirenita.
No podían perder la esperanza, tal vez y solo estabas escondida, pensaron para calmarse. Sabían que había una tormenta afuera y el mar se volvía peligroso en aquellas épocas, aun más estando en la superficie, sin embargo se dieron cuenta de que el lugar mas cercano y anhelado por la pequeña era el exterior y aún no habían buscado ahí...
Movieron todo un pelotón de tritones para llegar a tu rescate mientras que tu estabas luchando contra la corriente que te arrastraba hacia un lugar distinto.
"Es peligroso" recordaste y lagrimas rodaron por tus mejillas al darte cuenta de que tus padres tenían razón, no había motivo suficiente para salir de casa, afuera es cruel... Es horriblemente tenebroso.
A lo lejos divisaste algo gigante que flotaba en el ancho mar, y aunque luchaba por no caer y hundirse no reprocharon al ver un pequeño individuo flotar como si nada durante una fuerte tormenta. Lanzaron una red para atraparte, tus manos pelearon contra ella para la escapar pero era en vano, cada vez tiraban más y más y tus fuerzas se iban.
Su canción de ánimos era muy particular, no tenías idea de que según los de dos colas las sirenas podían encantar a una personacon su voz, prontamente el distraerte les dio pase libre para atraparte.
Un rayo atravesó con fuerza la red devolviendote al océano, tu padre había llegado a tu rescate junto a tu madre y varios guardias del palacio.
Estabas felíz y asustada, sin embargo lo que sucedió luego dejó a todos atónitos.
De arriba lanzaron con fuerza un artilugio que atravesó sin dificultad el cuerpo de tu madre, el mar se tornó rojo y la lluvia más estruendosa.
El cielo enojado relampageó encandilado por los errores humanos, y aunque no decidió hacer nada más en su contra, tu padre más enojado que nunca decidió tomar represalias y atacar con todo al barco de hombres humanos...
Todavía recuerdas aquella escena al pasar cerca de aquel barco que se encuentra en el fondo del mar.
Cometieron un error y no podían superarlo fácilmente.
Ahí comprendiste que “los humanos y las sirenas no pueden convivir juntos”
— Cada vez estan desapareciendo mas sirenas.— Nudus dice que los humanos están atrapandolas para venderlas.
— Son tan horribles ¿como pueden hacer algo así con otro ser vivo?
— Y así se hacen llamar humanos...
"No es como que fueramos los seres mas éticos del planeta" pensaste escuchando a escondidas la charla de tus hermanas, solo sabían chismorrear sobre cosas que escuchaban en alguna parte del castillo.
Tu sabías que todos aquellos mensajes se distorsionaban entre mas personas se enteraban de ello, pero aún te parecía entretenido escuchar aquellas charlas tan tontas que tenían diario.
Jiro, una de tus hermanas mayores volteó a verte y te dedicó una sonrisa calmante al ver su seño fruncido.
— Te saldrán arrugas de tanto hacer cara de viejita — rió por lo bajo.
— No es cara de viejita — respondiste — es mi cara de “no se que pensar”
— muy bien chica con cara de “no se qué pensar” que no se te olvide que papá nos espera en un rato, yo iré a ver a Kenes... ¡Está entrenando hoy! — Mina con voz chillona comentó antes de desaparecer por la puerta.
Eras la menor de 12 hermanas, sin embargo tu relación era mas estrecha con Jiro, Mina, Tsuyu, ochako y Yaoyorozu, ya que era con ellas que compartias una habitación.
Desde que tenías memoria habían hecho más pasable el vivir encerrada en un castillo.
Era como si salir de el mismo fuera un mal augurio ya que revisaban todo en el momento en que alguien volvía a ingresar al mismo.
Estabas segura de que había algo extraño afuera que resolver.
No culpabas a los humanos por lo ocurrido en el pasado. Culpabas a tu ser curioso por no quedarse quieto y te culpabas a ti por no tener control sobre ello.
Voy a dibujar como se vería mi oc en versión sirena y si me gusta se lo muestro el proximo domingo (que por si no se han dado cuenta ¡es el día oficial de actualización para este libro [el único libro al que le puse un horario jaja] )
¿Te gustó el cap? :) si es así dejame una hermosa estrellita y un muy apreciado comentario 💖
No tengo más que decirles, Misty fuera.
Mwaaaaah
Beso salivoso 💋
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La Sirenita •Eijiro Kirishima•
FanficUn mundo nuevo por descubrir. Lamento decirles que no haré tal cual el cuento porque algunos detalles de el mismo me causan conflictos internos. será la misma historia, pero adaptada a mis gustos y quien sabe, tal vez son los tuyos ;) Mwah💋 Beso s...