Girl Crush | Draco Malfoy

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Mentiría si dijera que escuche al menos una palabra de lo que canto el Sombrero Seleccionador, pero sé que debió ser algo fuera de lo común para que los demás estén cuchicheando por lo bajo.

Pensé que este año tendría el valor de intentar dar un paso a Sophia. Pero ¿A quién quería engañar? Esa chica hace que me ponga nervioso sin siquiera verme.

Nunca había deseado tanto ser alguien más, hasta que me di cuenta que otros podían estar cerca de ella sin intentarlo. Que otros podían llamar su atención con solo su presencia.

Algo que yo no podía.

No llegó a entender cómo es que no puedo hacer que sus ojos me vean a mí en todo este tiempo. Es como si ni quiera supiera que existo.

— A nuestros recién llegados, ¡Bienvenidos! — oí decir a Dumbledore — A nuestros viejos estudiantes, ¡Bienvenidos de regreso! Hay tiempo para hablar, pero este no es el momento. ¡Atáquense!

La comida apareció sobre la mesa; Pollo, tartas, platos de vegetales, pan, salsas y los famosos bolletones de jugo de calabaza.

Empecé a servirme un poco de comida.

— Oh sí, debemos patrullar unos días — dijo Parkinson comentándole a sus amigas.

Le pegue una mordida a mi tarta. La mesa de Ravenclaw quedaba lejos de la mesa de Slytherin. Me costaba mucho ver hacía allá, así que siempre me limitaba a comer y hablar con los chicos.

Recuerdo la primera vez que conocí a Sophia.

Teníamos la clase de Astronomía juntos en tercer año. Ella se acercó a mi preguntándome si le entendía a la carta astral que debíamos responder.

Juro que en el momento que mis ojos la vieron quedaron encantados. Se sintió como la primera vez que vi por un telescopio y pude admirar las estrellas de cerca.

Ese sentimiento es imposible de olvidarlo.

No dude en ayudarla, me quede a su lado explicándole mientras veía su perfil cuando se asomaba a ver por el telescopio. Me había recargado en el muro sin despegar mi mirada de ella.

Tenía las mejillas tan rojizas que me avergoncé por lo ridículo que me estaba viendo en esos momentos con una chica que ni siquiera conocía hace unas horas atrás.

Al terminar de responder todo en su carta, se giró a mí sonriéndome y pronuncio un: "Gracias".

Gracias. G-R-A-C-I-A-S.

Fue lo único que salió de su boca antes de irse a revisar con la profesora y ya no volver a verme en toda la clase.

Lo cual me importo en lo más mínimo, porque una simple conversación se convirtió en notar su presencia durante estos años.

— Hemos tenido dos cambios en el cuerpo docente este año. Estamos muy contentos de darle la bienvenida Grubbly-Plank, quién tendrá a su cargo la materia de cuidado de Criaturas Mágicas: También nos encanta presentar a la Profesora Umbridge, nuestra nueva profesora de Defensa Contra las Artes Oscuras.

Todos aplaudieron.

— Las pruebas para los equipos de Quidditch de las diferentes casas ocurrirá en el...

— Hem, hem.

Dumbledore se detuvo bruscamente mirando a la nueva profesora que se había levantado de su lugar.

— Mierda — se quejó a mi lado Zabini — ¿Soy daltónico o todo su conjunto es rosa? ¡Hasta el bolso!

— Sin duda ella sabe cómo resaltar — dijo divertido Nott.