¿Qué? O sea, ¿qué?
Así se quedó Michelle al leer aquella nota que le dejaron sus padres y su hermano. No acababa de asimilarlo. Sus padres. Y su hermano. No estaban. Se habían ido. La habían dejado sola. Y ahora ella tenía que irse de su pueblo. Varenna. Para irse a Dublín, donde vivía Katherine. Alejarse de sus amigos de la infancia y gran parte de la adolescencia. Solo tenía un día. Un solo día para disfrutar de la compañía y despedirse de las personas que han estado con ella durante toda su vida. ¿Cómo podía haber cambiado todo de la noche a la mañana?- Ostia. Puta - eso fue lo único que pudo decir.
Intento olvidarse al menos durante un rato de la nota y del mensaje del móvil, de todo, y se hizo el desayuno. Tostadas con mermelada de fresa y un batido de plátano y uva. Se hacía este desayuno casi todas las mañanas desde hace un mes, desde que empezó el gimnasio, le gustaba aprender a hacer recetas nuevas.
Se sentó en el sofá del salón y encendió la televisión. Entró en Netflix y puso la serie que estaba viendo y que tanto le gustaba. Crónicas Vampíricas. Era la cuarta vez que la veía, o la quinta, ni ella llevaba la cuenta. De repente, empezó a sonarle el teléfono fijo de casa. ¿Quién podría ser? Nunca solían llamar a ese teléfono, ¿Por qué justamente llamaban cuando estaba sola? Pensó que seguramente sería el del gas o el del seguro de la luz,así que sin darle mucha importancia y por no hacer el feo a quien fuera que estaba llamando, descolgó.
- ¿Si?, ¿Quién es? – dijo ella.
- Hola, buenos días –. dijo una voz al otro lado del teléfono – ¿Hablo con Michelle White?
¿Quién era? ¿Por qué sabia su nombre? Michelle se quedó sin palabras, no sabía cómo reaccionar. La voz no se le hacía nada familiar.
- Perdona, pero ¿quién eres? – contestó Michelle, aún nerviosa.
- ¿No sabes quién soy? –. dijo él, sorprendido, con risa nerviosa.
Como iba a saber quién era, le había llamado al teléfono fijo. ¡¡¡AL FIJO!!! ¿Quién llamaba al teléfono fijo hoy en día? En fin.
No contestó, se quedó en blanco.
- ¿Michelle, sigues ahí? – dijo el chico misterioso al otro lado del teléfono.
-Perdona, pero ¿Cómo sabes mi nombre? – le dijo ella – Ni siquiera sé quién eres - repitió.
- Ahhh, que aún no te lo han dicho – dijo él.
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Las luces de otoño
RomanceLa vida de Michelle da una giro de 360 grados cuando tiene que irse a casi 200 quilómetros de su hogar, al enterarse de que su abuela Katherine ha sufrido un accidente. Tiene menos de 24 horas para despedirse de sus seres queridos, y empezar una nue...