Un día al infierno llegó un ángel muy hermoso, todos sabían que era el ángel de la promesa de Dios para reformar al rey de las tinieblas en cuanto los soldados vieron a tan majestuoso ser no dudaron en aprenderlo para que no pudiera escapar de aquel lugar y entré jalones le llevaron hasta los pies del diablo, el cual al contemplar a tan bello ser se levantó de su trono para abrirse paso a dónde se encontraba su deidad, esté observó detenidamente al ángel y tronando los dedos le libero de sus ataduras, el ángel le miro a los ojos como señal de agradecimiento para luego decirle - Mucho gusto, me llamo Celene soy el ángel de guardián del cielo nocturno y de todo lo que en el habita, pero dicho ser solo recibió una mirada con desprecio, a lo que ella le contesto - Se que no le soy de su agrado pero seré su única manera de encontrar la redención, a lo que está vez recibió un golpe en la mejilla ocasionando que está se tornará de un color rojizo para después escuchar con la voz más fría que existió un - ¿Con quién cres que estás hablando insolente?, Yo aquí soy un Dios para mí gente, en serio piensas que dejaría todo mi reino por alguien como tú, mencionó con rabia, pero el ángel era más listo por lo que exclamó segura - Entonces juguemos un juego, yo te enseño lo que es el amor, la bondad y la compasión mientras tú me enseñas como manejas el infierno, el que logré hacer que el otro se enamore de sus labores el ganador pedirá lo que quiera, a menos que tengas miedo, dicho esto el ángel extendió su mano para que él la tomará y así fué el diablo sonrió con malicia pensando en lo caro que esa propuesta le costará a dicha deidad, pero le puso una sola condición nunca tocarlo.
El tiempo pasó y el ángel se fue encargando de hacer que el diablo fuera más amable, pero sus esfuerzos eran en vano, no lograba estar cerca de él, así que un día usando sus alas logro volar hasta donde su majestad se encontraba para poder hablar con él, pero está vez el diablo decidió hablar con ella dándole el beneficio de la duda, hablaron de lo bello que cada uno encontraba en lo que hacían, él le contaba como de alguna manera le ayudaba a Dios con los pecadores, diciendo que el no era malo, lo único que hacía era separar a los malos del mundo, que gracias a él había menos gente mala, pero cuando vió que el ángel le escuchaba con tanta atención sintió por primera vez que alguien le comprendía, así que decidió decirle la maldición que Dios le había puesto - Verás mi estimado ángel te contaré un secreto yo no puedo sentir todo lo que tú me quieres transmitir, el amor, la bondad y todo eso, se me fue arrebatado del cuerpo para ser encerrado en un bello anillo el cuál solo funcionará cuando alguien logré hacerme sentir amor, por eso te digo no pierdas tu tiempo conmigo, mencionó con tristeza a lo que el ángel menciono - Sabes cuando estoy triste miro las estrellas y me pongo a pensar en cosas que amo, cosas que me llenan el alma y me hacen sentir bien, nunca has visto las estrellas ellas parecen dar una canción diferente a todo aquel que las ve, ya se veamos cual es la tuya, exclamó para luego abrir un portal al mundo humano en una bella colina para tomar la mano del diablo y brincar juntos al portal llegando al lugar, ella se acostó en la verde hierba para mirar al cielo y con un movimiento de mano hacer que las estrellas compensarán a destellar para darle su canción al diablo, él solo miro al cielo y al contemplarlo empezó a sentir un ritmo irregular en su corazón, una nueva sensación que le dió paso a una calidez que no lograban las llamas del infierno.
- Gracias mi ángel, susurro el diablo, ella le empezó a decir que debían hablar más seguido, ya que su compañía era agradable.
Pasó un año y el diablo ya había cambiado demasiado, era más indulgente con los pecadores y los demonios, pero esto no les gustaba a los demonios por lo que cada vez que veían al ángel llenaban de golpes su piel dejándola tirada en algún lugar del infierno, pero esto a ella no le molestaba porque sabía que estaba haciendo lo correcto, un día el ángel no llego a su cita habitual con el diablo por lo que este decidió ir a buscarla, pero no la encontró por ningún lado, así que decidió ir a su trono, tal fue su sorpresa dónde encontró a su deidad a los pies de su trono sangrando por la perdida de sus bellas alas, el diablo corrió en ayuda del ángel pero ella estaba muy mal herida.
El diablo cargo al ángel haciendo que en ese instante su reino se congelará, el diablo voló lo más rápido que pudo ha su castillo para poder curarla pero el frío le impedía ser más rápido, cuando finalmente llegó la llevo a su cuarto le recostó en su lecho y empezó a tratar sus heridas, logro que dejara de sangrar pero parecía que había caído en un sueño eterno.
Pasaron los años y el diablo jamás se separó de su ángel siempre le tomaba la mano por miedo a que está se fuera, pero un día llego un bello cortejo fúnebre que Dios envío para que trajeran el cuerpo del ángel, el diablo se aferró al cuerpo de su deidad, pero para evitar una guerra pidió permiso para despedirse, el encargado del cortejo fúnebre lo permitió, por lo que el diablo beso la frente del ángel y le dijo - Creo que esto te pertenece mi bella Celene, susurró para poner un anillo en su dedo y ver como fue puesta en el ataúd de cristal lleno de flores, para luego ser llevada entre cantos a su última morada.
El diablo se volvió a sentir vacío, por lo que tardo meses en volver a su trono a gobernar, paso el tiempo y el recuerdo de su bello ángel parecía desaparecer en el olvido, así que un día arto de sus deberes subió a la tierra y empezó a caminar en dirección a la colina donde escuchó la voz de su bello ángel hablarle miro a todos lados pero no la encontró, cerro sus ojos pensando que estaba alucinando pero al abrirlos pudo ver el alma de su bella deidad sonriendo por volverle a ver él se lanzó entre lágrimas a sus brazos, ya que por primera vez había conocido lo que es el amor.
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El último amor del diablo
FantasyEstá es la historia de como Dios hace un trato con el diablo en la que le promete al primer ángel mujer descendiente de Miguel, el arcángel que lo desterró al infierno.